La UNESCO protege el arte en Ucrania, pero no pudo hacerlo con el arte mexicano, en subastas
TERESA GIL. Aunque ahora protege el patrimonio de Ucrania con mucha eficacia, la UNESCO no ha podido impedir las subastas de nuestros tesoros arqueológicos en Francia. Claro que nosotros no estamos en el mismo tipo de guerra que Ucrania y Rusia, pero los tesoros intrínsecos de un país son sagrados y los organismos internacionales están obligados a insistir sobre su rescate. De hecho en la ONU se ha resuelto que los bienes sean devueltos a cada país de donde han sido sustraídos. Pero en el caso nuestro, con manos privadas de por medio y ladrones de los que todo mundo sospecha, pero a los que no se echa mano, se dificulta. En una amplia información publicada por Proceso el 9 de enero de este año, se abunda sobre esas situaciones y el porqué en determinados casos, pese a los avances en el organismo internacional, no se solucionan. En el caso de Ucrania, la UNESCO ha protegido los tesoros más sensibles, pero se ignora si lo propio ha hecho en las comunidades rusas que coexisten en la zona y si se ha aplicado igual en Siria, en una guerra estimulada también por Estados Unidos. Sobre Irak al menos ha impedido que los bienes saqueados sean rematados, como lo hacen ahora con los mexicanos. Habrá que preguntar que ha sucedido en Bolivia donde hay siete espacios protegidos, parques, fuertes y misiones, después de un golpe con violentos depredadores. El golpe en ese país ya estaba dentro de la fecha de la resolución 2347 de 2017, cuando el Consejo de Seguridad resolvió la intervención de la UNESCO para proteger bienes en zonas de conflicto.
CÉSAR H. ESPINOSA UN BALUARTE CULTURAL Y SINDICAL QUE SE NOS VA
Hace días murió el teórico, periodista, luchador social y conocedor de las artes César H. Espinosa, cuando las baterías entre Rusia y Ucrania estaban ya funcionando. Por la profundidad de sus conocimientos sobre las artes y el patrimonio cultural de la humanidad, hubiera sido valioso conocer su opinión sobre la protección que brinda la UNESCO al patrimonio cultural en zonas de conflicto. Deja como herencia el ex asesor de la SEP y de STUNAM, libros, escritos, textos literarios y poéticos. Fue promotor de grupos culturales como Taller de arte e ideología, La perra Brava, el taller de cine “Octubre”, Arte Acá, de Tepito entre otros, donde él mismo señaló que era posible perfilar una práctica orgánica de los trabajadores de la cultura, con un movimiento de masas, como el que tuvo el sindicalismo universitario al que dedicó buena parte de su tiempo. En sus vinculaciones internacionales logró la colección más completa de timbres artísticos de decenas de países.
QUEDÓ A MEDIAS EL DEBATE SOBRE MEDIOS…PERO A FINES DE LOS SETENTA
Ahora que los medios están en constante debate y cuando se renuevan los mecanismos de protección para periodistas, se observa la actualización de los análisis de H.Espinosa sobre todo en su libro Ideología y Comunicación Política: Quedó a medias el debate sobre medios ( Ediciones Quinto Sol y STUNAM, 1981). Es un libro que merecería una reedición, reúne varios ensayos del autor, casi todos en torno a la cuestión ideológica de los medios de comunicación y el predominio que tienen en México los dueños poderosos de esos medios frente a los pocos que se expresan en los movimientos de masas. Títulos como el mencionado arriba, Comunicación y Represión en México, Televisión y Discurso político, Fascismo, Comunicación e Imperialismo (hoy tan en boga), entre otros, integran esa obra. César publicó como anexo en este libro, la propuesta sobre el derecho a la información que presentó la Unión de Periodistas Democráticos, en la que abundaban intelectuales y periodistas de izquierda. Ponencia que fue desechada por Luis M. Farías, presidente de la cámara baja, del PRI, con el pretexto de que estaba fuera de fecha. Cosa que se comprobó que no era cierto.