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TERESA GIL
Directamente, en la voz del obispo emérito Raúl Vera, la jerarquía católica señala la responsabilidad del gobierno mexicano de no esclarecer el caso de los 43 de Ayotzinapa, sin presentar pruebas. Esa responsabilidad se recalca a los dos últimos gobiernos, sin mencionar para nada al gobierno que ejercía el poder, cuando sucedieron los hechos, con Enrique Peña Nieto. El obispo Vera incluso destacó que altos jefes militares “están perfectamente involucrados”, sin dar ningún nombre. La acusación de los últimos años para presionar a los gobiernos morenistas de resolver un caso que no cometieron, pero en el que se ha invertido tiempo e investigación para resolverlo, volvió a presentarse en este lamentable caso a los once años y tres meses de los hechos. Los jóvenes normalistas desaparecieron el 26 de septiembre de 2014, en el gobierno mencionado que no hizo lo pertinente para resolver el caso en el momento en que acababa de suceder. Y que además ya tenía en su cuenta el grave caso de la agresión a mujeres de Atenco, hoy juzgado por la Corte Penal Interamericana. Ahora, los padres de los jóvenes, asesorados por abogados, de hecho echan la culpa a los gobiernos morenistas y a Peña Nieto lo evaden porque parten de la estructura estatal presente.
LA ACUSACIÓN DEL OBISPO RAÚL VERA, DEFINE LA POSTURA ECLESIAL
Ya sin dudas, tras las palabras del obispo Vera que también señaló que “El gobierno se niega a dar una razón por la que no quiere investigar”, se define la postura eclesial que en los últimos tiempos ha sido muy directa, en su actitud hacia el gobierno de Claudia Sheinbaum. La investigación llevada a cabo en el gobierno de AMLO, sobre el caso y los esfuerzos actuales, no tienen valor para la institución religiosa y aceptan que su obispo haga acusaciones no probadas. En la esfera ejecutiva el público sabe que hay años de investigación, la detención de militares incluso y de un grupo importante de integrantes del crimen organizado. Se ha buscado la forma de extraditar de Israel a Tomás Zerón, a quien se señala como un factor importante que conoce a fondo del caso, y no se ha podido.
LOS PADRES DE NORMALISTAS VAN A LA RELIGIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA
Sin recordar la forma en la que fueron tratados por los curas católicos en otras ocasiones, los padres de los 43 fincan su solución en la jerarquía. Y ésta aprovecha la situación en momentos en que su postura aliada a la oposición, es evidente. Dentro del caso no se ha consolidado la presencia de los independientes aliados a la OEA que llevaron a cabo la primera investigación, quizá porque el grupo se ha separado. En el marco oficial los padres han exigido renuncias y recalcan exhibición de documentos y mas detenciones militares, pese a que trasciende públicamente que se les ha dado la información que se tiene. En la intención que se capta en la esfera oficial, es dar salida al grave problema y desde la sociedad, pese a intencionalidades eclesiales, al parecer se apoya una solución estatal.
