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TERESA GIL
Tendría que ser la Secretaría de Bienestar la que plantee la solución al problema de las huellas digitales de la tercera edad que están borradas. Es contradictorio que a la par que se apoya a ese sector con una pensión que puede ser ingresada a otros bancos diferentes a los de Bienestar o utilizadas en lugares que exigen la comprobación de esas huellas, éstas ya no estén disponibles y que muchas operaciones no puedan realizarse por esa situación. El caso al parecer se ha trasladado a comisiones de Hacienda en la Cámara de diputados, pero el asunto es urgente, porque la vida de muchos ancianos no siempre es larga. Y no hay que olvidar que representan el 12.3 por ciento de la población, más de 15 millones. Y el porcentaje tiende a subir.
LOS BANCOS SON LOS MÁS ACUCIOSOS EN LA EXIGENCIA DE HUELLAS
El uso urgente de un recurso o de una información en una institución bancaria, se ha convertido en un grave problema para los ancianos, aún cuando vayan acompañados de un familiar. El problema no es la persona ni su acompañante sino la ausencia de huellas cuyo nombre técnico se señala como Adermatoglifia y que puede haber ocurrido por un accidente, enfermedad o la propia ancianidad. En muchos bancos ya está instalado a un lado de las ventanillas, el aparatito busca huellas en el que se ordena al anciano que meta el dedo. Por el resultado la negativa por lo general es inmediata. Se niega la apertura de cuentas, el Informe sobre saldos y la cantidad de pago que debe aplicarse en abono, sobre todo. Mucho más los préstamos.
AFORES, BANCOS Y OTROS RUBLOS BUSCAN SOLUCIÓN
En datos publicados hace unos meses ante la insistencia de este problema, el diario El Economista informó sobre el reconocimiento que está haciendo la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) a afores, bancos y otros sectores que buscan la solución al problema. Se da una lista de bancos, pero no es el caso de Citibanamex que aparece en esa lista, porque yo fui ayer y jamás me dio la información solicitada, porque mis huellas no pasaron. Legisladores han propuesto incluso la desaparición de ese sistema de comprobación y buscar algo diverso. Pero se habla de cuestiones peores que eso para los ancianos, que por lo general pueden ser gente cansada. No todos pueden andar en enjuagues demostrativos. Esas propuestas se refieren a una prueba de la Cruz Roja sobre huellas obtenidas de los recurrentes y la comprobación de otros organismos. Imagínense a un anciano que precisa un dinero para una urgencia metido en esos berenjenales. Para pasar a un tema parecido pero más comprobable, aquí van La huella de mis besos que hicieron famosa Los tiranos del norte:
Podrás cambiar de nombre, de patria, de todo.
Modificar tu rostro, tu historia, tu modo.
Pero por mas que borres, que limpies, que cambies,
la huella de mis besos tendrás en la cara.
Llegarán otros besos que tapen los míos,
mas por debajo de ellos los míos estarán.
Y hasta cuando en la tierra, otra tierra te tape,
ahí estarán mis besos, pegados siempre a ti.
