TERESA GIL. Miles de valores antropológicos e históricos de todo tipo se han perdido a lo largo de las décadas y nunca hemos visto a los actuales beligerantes contra el Tren Maya, denunciar, exigir justicia y formarse en grupos para defender ese patrimonio. Menos lo han hecho en el aspecto ambiental, cuando el avance de las ciudades, la deforestación, la privatización del agua a empresas extranjeras y otras situaciones, afectaron no a una sino a varias zonas del país. Y tampoco se les vio cuando eran afectados lagos, lagunas y presas. Las grandes mayorías silenciosas dejaron de serlo hace mucho tiempo y ahora en México hay un pueblo enterado y muchos sectores comprometidos. Por eso no es ese pueblo el que hace las críticas destructivas en este momento. Son otros, los que uncidos de odio por todo lo que perdieron, hacen lo que pueden para bloquear los avances. Uno de estos es el mencionado Tren Maya que será fuente de desarrollo de varias ciudades de la zona. Esos llamados ambientalistas o presuntos defensores del patrimonio, han creado una campaña beligerante en la que está la derecha que como se ha señalado desde el régimen actual, tiene otros intereses. El pueblo que se beneficiará con el Tren Maya, no está en su mira.
NO DICEN NADA CUANDO SE DESTRUYE O VENDE LA HERENCIA ARQUEOLÓGICA
A los grupos empresariales que están apoyando a los que se lanzan contra el Tren Maya, tampoco los hemos visto que se organicen como ahora lo están haciendo, para denunciar la permanente destrucción de nuestro patrimonio nacional y la venta que se hace en el extranjero de nuestra historia. Miles y miles de muestras arqueológicas, históricas y biográficas han sido destruidas no siempre para aportar mejores obras; ha sido por el capricho, por descuido, inercia, incendios, mala fe, mal uso, apoderamiento para viviendas, etcétera. Las bibliotecas digitales están llenas de esas referencias que empobrecieron con edificaciones modernas triviales las ciudades, en especial la Ciudad de México y otras ciudades históricas El historiador, promotor cultural y Cronista de la ciudad, Guillermo Tovar y de Teresa, fue un permanente investigador de esos casos, publicados en documentos y libros (La ciudad de los Palacios, crónica de un patrimonio perdido, Editorial Espejo de Obsidiana 1991). Su lista de eliminación incluye casas de personajes, iglesias, templos, capillas, conventos, colegios, hospitales, cúpulas, parroquias. Y ha sido permanente la destrucción, alteración, usufructo, los robos y saqueos que sufren las edificios eclesiásticos, parte del patrimonio nacional que está bajo responsabilidad de la iglesia católica y otras denominaciones. ¿Dónde estaban los que ahora se rasgan las vestiduras mientras claman en contra del Tren Maya como si fuera la maldición para la zona?
¿DENUNCIÓ EUGENIO DERBEZ OMISIÓN PANISTA EN ROBOS ARQUEOLÓGICOS?
Los ahora beligerantes han sido omisos en lo fundamental del saqueo mexicano. La revista Contralínea publicó en mayo de 2012, un reportaje sobre la agresión que ha sufrido nuestro patrimonio arqueológico e histórico y las omisiones de los gobiernos panistas que hoy se suman para castigar las presuntas agresiones del Tren Maya. Se refiere solo a 481 denuncias presentadas ante la PGR de ese entonces, cuando habían sido afectadas 3 mil catorce piezas arqueológicas e históricas, víctimas de saqueo y robo. Da cuenta de la sustracción y destrucción y destaca que la cifra de denuncias es irrisoria ante el saldo reportado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la que en otros datos engloba 4 mil 235 piezas muebles y 106 inmuebles afectados. Por los datos que da Tovar y de Teresa, la cifra es incalculable. El medio se refiere al mercado negro estimulado por bandas, como las que ahora realizan esa inicua venta periódica en Francia sin que el gobierno de ese país haga algo por impedirlo. Aquí, los responsables no tuvieron un control sobre los presuntos traficantes que operaban dentro del propio estado, ni la responsabilidad que atañe a autoridades de todos los niveles que durante décadas han conocido esos saqueos y destrucciones, y han dado anuencias a otros para que afectaran y afecten todo tipo de patrimonio. ¿Dónde estaba y está el señor Derbez y beligerantes que lo acompañan, para denunciar toda esta destrucción?