TERESA GIL
Terrible lo ocurrido en Rusia con la agresión aceptada del Estado Islámico (EI), de que sus terroristas fueron los que masacraron de una manera vil a más de 60 asistentes a un concierto y dejaron mal heridos a más de cien. Eso ocurrió en la sala de conciertos Crocus City Hall, en un suburbio de Moscú. Hay características elementales como la que los agresores se hagan de la cabeza del gobierno agredido. Pero no era el caso, en el que hay dudas de que sea el EI el agresor; ellos dispararon y después quemaron el local. En Rusia en aquel intento de golpe de estado de hace casi seis años que sufrió ese país, Vladimir Putin en defensa, estuvo al frente del desaguisado en todo momento y dirigió las acciones con mensaje incluido. Pero en este caso no fue un intento de golpe, sino un ataque sangriento. Igual que entonces, mientras medios occidentales llenaban sus páginas y redes con noticias alteradas sobre Rusia, muchos países le ofrecieron su solidaridad, México entre ellos y altas personalidades de la izquierda lamentaron los hechos en el país de Lenin. Extrañamente, en el propio Estados Unidos su gobierno declaró que sabía y había señalado hace poco, de un golpe de ese tipo preparado contra Rusia.
RUSIA MARCÓ MILLONES DE VIDAS. LENIN, DOSTOIEVSKI, TURGUENEV Y CHEJOV
Esta agresión es una más urdida desde las derechas contra el país ruso, en boca de todos los enemigos que ni siquiera alcanzan a comprender la grandeza de ese país. Lo vemos en los ignorantes que pululan en las campañas opositoras de este país y los ultras enfermizos del español Vox, que tienen la palabra comunista en sus bocas como si se tratara de mismo demonio. La envidia de los que no han sido se quiere ensañar en Rusia como la gran creadora de ingenios de la humanidad. Algunas veces yo pude ver y recorrer las calles donde el príncipe Mishkin ( El principe Idiota, Éxodo 2014, Porrúa, Ediciones Aguilar y muchas editoriales) mostraba la misteriosa carta que lo hacía rico, donde Pushkin escogía en una armería la espada que lo llevaría a la muerte, donde la hermosa Ana buscaba a Vronski con desesperación, donde Lérmontov denunciaba al héroe de su tiempo, donde… Visualizar quizá desde la vieja capital, la Perspectiva Nevsky y a otra dama con un perrito juguetón a su lado, para caminar en compañía de Gogol por aquella Ucrania y contar -somos expertos los mexicanos-, almas muertas. De ahí, regresar a Moscú para ver el Bolshoi, comer caviar en el intermedio y regresar al hotel para robarse un abrelatas con la imagen de Lenin. Todos esos recuerdos se trastocan con la gran tragedia de lo recién ocurrido.
OBRAS Y MÁS OBRAS QUE RELUMBRAN Y RELUMBRABAN EN EL MUNDO
Recuerdo como leí de sopetón aquel legajo que más bien era una biblioteca, de la edición que lanzó la embajada rusa en México, allá a fines de los setenta; con los arriba mencionados y sugeridos, más Pavel Nilin y otros y en ediciones distintas El poema pedagógico que Makárenko dedicó a Máximo Gorki. De este me regalaron siete ediciones de La madre y todas desaparecieron; además, el otro Tolstoi, Alexander, Andreiev, Bunin, Chirikov, Pasternak et al, para llegar a otros confines, ya en modernas ediciones con la premio Nobel 2015 Svetlana Alexievich. Antes, el paso por revistas y ediciones diversas con cuentos y relatos a granel de los escritores de la posguerra y los ya insertos en la URSS y uno que otro después de la Perestroika. Y luego los viajes con las recreaciones, sus extrañas comidas, el tono golpeado de su lengua y los rusos guapos, como aquel que me enviaron como guía en uno de esos viajes, que tenía una apócope romántica: Sasha. Aparte estaba toda la literatura marxista leninista, con Lenin a la cabeza y toda la pléyade que llenó -y llena en muchos sectores-, la vida ideológica, científica y política de parte de esa gran nación. Muchos estarán lamentando la actual situación, pero dando la lucha contra un occidente que quiere destruirlos. Y muchos otros, estaremos apoyando esa lucha aferrados a nuestros recuerdos y principios leninistas y por los muchos héroes que nos legó ese país y que son parte de la vida cultural, leyenda y fantasía de Rusia. Y también nuestra.