TERESA GIL. En las postrimerías de agosto, la revista Tribuna Comunista editada por el Movimiento Comunista Mexicano (MCM), llegará a su número 500. Creado hace diez años como parte de un brazo extensivo de lo que fue el Partido Comunista Mexicano, el MCM ahora movimiento como su nombre lo indica, pero con la intención de ser partido, es el más importante medio de la izquierda mexicana en este momento, que lucha por aglutinar a todos los grupos y organismos comunistas y de izquierda, que se mueven en el país. Se vislumbra una organización fuerte, con programa y metas. Está en el proceso de registro de ingreso de miembros. Aunque la derecha y la ultraderecha se aposentan, algunas veces a sus anchas en sitios, partidos y en medios mexicanos, la lucha de la izquierda no ceja en busca de un país diferente más justo y equitativo. En las épocas más radicales de la guerra fría, hubiera sido imposible transitar por redes emergidas del capitalismo, publicar en medios con carácter derechoso, darle apoyo condicionado a un gobierno popular y nombrar abiertamente los contextos de izquierda. Ese logro es parte de una lucha larga, persistente, en medio de persecución, encarcelamiento y represiones de diverso efecto.
TRIBUNA COMUNISTA, REVISTA DE IZQUIERDA QUE SE METE POR TODOS LADOS
Impulsada por el líder comunista ya fallecido, Marcos Leonel Posadas, el medio se yergue en la vida digital, no solo en su homenaje sino en la perentoria urgencia de la izquierda de estar presente. La revista semanal circula libremente por redes y por medios escritos y ya acumula un número importante de lectores. Al frente en este nuevo tiempo están ex miembros del PCM, periodistas, filósofos, militantes de diversas disciplinas, que semanalmente entregan un entorno digital que como único en el país, recoge las más estrictas posturas de la izquierda con teóricos clásicos y modernos, pero también en la vida cotidiana expresada en artículos, crónicas, ensayos, investigaciones, proyectos, propuestas, todo integrado en imágenes a color oportunas, del recuerdo y modernas; redondeado todo ello con un editorial. Este fija las posturas del movimiento frente a los acontecimientos mundiales y nacionales y le lee la plana al gobierno cuando hay cuestiones que se tienen que dirimir. Al frente de ese trabajo que se prolonga por toda la semana, están Daniel Carlos García, Juan Pablo Jardón, Eder A. Vite y Gerardo de la Fuente entre otros. La revista tiene colaboradores permanentes algunos emergidos del PCM, como Jorge Meléndez, Carlos Moncada Gil, José Luis Alonso Vargas, María de la Luz Núnez, Gerardo Pelaez, Pablo Moctezuma entre otros, también. La variedad de plumas es extensa y se nutre de muchos y nuevos colaboradores tanto mexicanos como extranjeros.
LA IZQUIERDA ESTÁ PRESENTE EN MUCHAS FORMAS, PERO HAY QUE MOSTRARLA
En la etapa de la Teología de la liberación, hubo mucho acercamiento entre el cristianismo y el comunismo. Se escribieron libros, se promovieron el ecumenismo y la apertura, hasta que llegó Juan Pablo II y cercenó de cuajo esos intentos. En México clérigos como Sergio Méndez Arceo y otros que después se disciplinaron al papa, hicieron florecer una doctrina que caminaba a la par que un Cristo que algunos llamaban comunista. Menciono eso para señalar que el que tome de ejemplo una postura del papa Francisco no es extraña cuando se habla de comunismo. El señaló que para ser un buen cristiano no se necesita estar en una iglesia o religión determinada. Basta con tener los valiosos principios de la doctrina y aplicarlos en la vida diaria. Eso se puede aplicar también al comunismo y hay muchas personas que son comunistas incluso sin saberlo. Por su rectitud, solidaridad, búsqueda de un país en el que el trabajador que es el que ofrenda día a día su vida para dar ganancias, sea reconocido y sea como pueblo el que determine la vida de un país. Acercarse a un movimiento como el MCM, puede refrendar esos valores. Las propuestas de Tribuna Comunista que darían el resultado de muchos libros a lo largo de estos años, han sido plantear en sus páginas todos esos valores de un sistema que tarde o temprano tendrá que aplicarse. Así me dijeron en antiguas entrevistas el último y gran dirigente del PCM Arnoldo Martínez Verdugo, cuyas tesis ha publicado completas Tribuna y el dirigente Valentín Campa. Ambos, en un reconocimiento de un estado que aún se mueve en el neoliberalismo, sepultados con todos los honores que merecen en la Rotonda de las Personas Ilustres. A su llegada en estos días del número 500 de Tribuna Comunista, LEÁMOSLO.