TERESA GIL. El 30 de mayo del año anterior, varios periodistas presentamos ante el Senado de la República, un documento en el que solicitábamos que esa fecha fuera declarada el Día Nacional de las Personas Periodistas, en memoria del gran comunicador Manuel Buendía, víctima de un crimen de estado. En el documento, elaborado por el reportero de larga trayectoria Rogelio Hernández López, se argumentan las causas, se señala la ausencia de una fecha que realmente nos convoque y lo importante de que un mártir, un comunicador asesinado por señalar y decir las verdades haya sido llevado a la muerte por el propio sistema que gobernaba. Hasta este momento no ha habido respuesta del cuerpo legislativo y todo parece indicar que los vaivenes de la cuestión electoral, roban el tiempo para revisar una solicitud de esa naturaleza. Ricardo Monreal, Presidente de la Junta de Coordinación Política, estuvo presente y se llevó el escrito. Las muertes de periodistas en México han ido a la alta, si bien hay que reconocer que no es cierta la aseveración que alguien hizo el día de la presentación del escrito, de que todos los días mueren periodistas. La veracidad periodística es fundamental y no podemos caer en la parafernalia de los que que califican un hecho con la frase de nada se ha hecho, todo no sirve o no les importa. Uno que fuera sería lamentable, pero los datos deben ser precisos.
SE DESTACA EL CRIMEN DE ESTADO EN BUENDÍA, A DIFERENCIA DE HOY
El caso de los periodistas, hay que considerar que se inserta en una situación que tiene extensiones en todos los sectores y que es parte de lo que todos conocemos en un país que fue dejado al vaivén de crimen, del que incluso fueron falaces cómplices los gobiernos anteriores. El caso claro de Genaro García Luna, sus complicidades y lo que ha ido saliendo plenamente comprobado de lo que ocurrió en varios regímenes, si bien no exenta las responsabilidades de este gobierno, mucho se ha estado haciendo para investigar, procesar y sentenciar a los culpables. El mismo Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, ha quedado al frente de esa causa. Medios extranjeros, mucho de cuyos gobiernos exacerban con armas y convocatorias la guerra en Ucrania, califican a México como país donde mueren periodistas. El propio Parlamento Europeo, que es uno de los cómplices de Estados Unidos en el envío de armas mortales en la guerra mencionada, ha criticado a México basado por lo general a partir de envíos informativos de opositores. Estos han convertido el caso en político y callan lo que pasa en el extranjero. La propia ONU y organismos de defensa de derechos humanos internacionales, que se quedan callados ante la agresión de sus propios países en la zona bélica, se atreven a culpar al gobierno mexicano por la agresión a periodistas.
ES IMPORTANTE DESTACAR EL 30 DE MAYO COMO DÍA NACIONAL
El 30 de mayo debe de ser considerado oficialmente un día nacional porque no solo fue asesinado un ser humano de gran valía . Ese día se mató su libertad de expresión, la verdad misma encauzada en ese derecho y su libertad de publicar engarzada en la libertad de prensa. Todos son derechos y garantías constitucionales. El asesinato de un periodista plenamente organizado desde las esferas gubernamentales y encauzada por el jefe de seguridad del estado en 1984, cuando se cometió el crimen, determina claramente la participación estatal. Y es tan tajante, que José Antonio Zorrilla Pérez, el instigador, ha estado en la cárcel pagando su crimen. El gobernante Miguel de la Madrid que encabezaba al país en la época del crimen, se manifestó siempre inocente, cuando el crimen con las tres agravantes tuvo largo tiempo de organización y en él intervinieron varias personas. Fue como en el caso de Ayotzinapa, los gobernantes se declaran tan ignorantes de su propio país, que según ellos no saben lo que está pasando, lo que están haciendo sus propios integrantes. Lo más falso y absurdo. Zorrilla no fue detenido con De la Madrid sino en el gobierno siguiente cuyo titular, cuestionado en su presidencia, Carlos Salinas de Gortari, también formó parte del gobierno anterior.