>> Rinitis y asma alérgicas constituyen 80 por ciento de este tipo de enfermedades
>> Alergias alimentarias son las únicas que se pueden curar en la infancia
>> Hipersensibilidad a pólenes, hongos, ácaros, picaduras de insectos y caspa de animales se controlan con tratamiento farmacológico; en casos difíciles, inmunoterapia
Ciudad de México, 7 de julio (entresemana.mx). Las alergias son un problema de salud pública de alto impacto en nuestro país, debido a factores ambientales y genéticos. Para reducir este riesgo, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) promueve el parto natural, la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de edad y un mejor estilo de vida, basado en llevar una alimentación saludable, hacer ejercicio de manera cotidiana y mantenerse en el peso adecuado.
A propósito del Día Mundial de la Alergia que se conmemora el 8 de julio, el especialista en alergología del Hospital General “Fernando Quiroz Gutiérrez”, Carlos Ramírez Velázquez, señaló que datos de la Secretaría de Salud federal https://goo.su/IfTXCx1, refieren que la población mexicana tiene prevalencia de estas enfermedades del 40 por ciento, cifra alta si se compara a escala global donde la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), estima que 20 por ciento de los habitantes del planeta se ven afectados por esta condición.
Precisó que la alergia es la reacción exagerada del sistema inmunológico al contacto con diversas sustancias ambientales que el organismo identifica como una amenaza. Los alérgenos más comunes son pólenes, ácaros, caspa de animales, hongos, sustancias transmitidas por insectos y algunos comestibles.
Entre las afecciones más frecuentes de este tipo están la rinitis y el asma alérgicas; conjuntivitis, alergia alimentaria, dermatitis atópica y alergia a picadura de insectos.
Todas estas variables pueden llegar a ser altamente limitantes en el rendimiento diario escolar, laboral y familiar. La buena noticia es que se pueden controlar con tratamiento farmacológico; para aquellas personas que presenten difícil control, el Issste cuenta con inmunoterapia específica de muy alta eficacia.
Destacó que los bebés criados con leche materna disminuyen la probabilidad de resultar alérgicos, particularmente a algún alimento; esto, debido a que la leche de la madre contiene sustancias que recubren el intestino del bebé y lo protegen.
Las alergias alimentarias son la única variante que se puede curar; una vez identificada la causa se evita su consumo por uno a dos años, con lo cual la reacción a su ingesta posterior a este periodo se inactiva el resto de la vida.
El parto natural también reduce la probabilidad de desarrollar alguna alergia, ya que al pasar la o el bebé por el canal vaginal, tiene contacto con microbiota, bacterias buenas que le ayudarán a protegerse de diversas patologías, como las referidas.
Ramírez Velázquez señaló que las afecciones alérgicas más frecuentes son respiratorias, “80 por ciento de casos de rinitis y asma se asocian a esta causa, son padecimientos que impactan la salud de las personas al reducir el rendimiento productivo y de actividad física, y en el caso del asma puede llevar a presentar crisis agudas que pongan en riesgo la vida”.
Por ello, es muy importante el diagnóstico oportuno, para lo cual el Issste cuenta con el kit de pruebas cutáneas de alergia con técnica de “prick” altamente efectivas.
“Una vez identificada la enfermedad disponemos de inmunoterapia alérgica específica, destinada a pacientes que no tienen buena respuesta a tratamiento farmacológico convencional, la cual se aplica durante un periodo de tres a cinco años con el objetivo de crear tolerancia al alérgeno y disminuir de forma contundente la respuesta alérgica.”
Otro de los grandes beneficios de la inmunoterapia es que se reduce a más de la mitad la cantidad de medicamentos para su control posterior y mejoran significativamente su rendimiento físico funcional y calidad de vida de las y los pacientes.
Recomendó a la población estar alerta ante signos sugerentes de enfermedades respiratorias alérgicas como recurrencia prolongada de escurrimiento y congestión nasal; comezón en nariz: lagrimeo, comezón y enrojecimiento de ojos; tos seca muy molesta y falta de aire que dificultan la actividad física; así como y silbidos en el pecho al respirar.
Cuando algunos de estos síntomas o cuadro clínico se presentan de manera persistente más de una vez al mes, es importante acudir al consultorio médico familiar para descartar riesgo de enfermedades por alergia. En caso necesario, los pacientes serán enviados a hospitales para ser valorados por un especialista, concluyó Ramírez Velázquez.