ADRIANA MORENO CORDERO/ AMEXI
Y finalmente reapareció, salió de su madriguera luciendo una especie de humildad que dista mucho de tener y eso sí, a pesar de asegurar que se encuentra muy bien de salud, se nota que estos meses de haber dejado Palacio Nacional le han calado. Así, el expresidente Andrés Manuel López Obrador salió a corroborar cómo sus huestes del partido Morena le hicieron un regalo y con ello, complacieron uno de sus más absurdos caprichos, porque tiene que ver con el avance del autoritarismo.
Dijo el de Tepetitán que tenía una sorpresa preparada que dará a conocer “muy pronto, en diciembre”, uno más de sus muchos libros que obliga a gobernadores y legisladores a comprar, como si no fuera suficiente la manera en que destruyó al país, sus magnos “elefantes blancos” que son absolutamente inservibles, la crisis económica a la que sometió al país y no dejó de llamar la atención que dijera que su sucesora y pupila es “la mejor Presidenta de México”. Menudo apoyo, porque su heredera en Palacio Nacional no tuvo el poder de convocatoria que el propio López Obrador hubiera esperado.
Por más intentos que hizo Claudia Sheinbaum por exhortar a la ciudadanía a acudir a las urnas, de plano no le funcionó, porque estamos hablando de un proceso electoral de burla, tan desangelado como solo, con escasísima participación.
Por ejemplo, muy difundido que la flamante secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, tuvo que esperar alrededor de media hora para poder votar, o cómo el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, siguió a pie juntillas el acordeón y se tardó porque bien a bien, no le entendía.
Es más, la propia consejera-presidenta del INE, Guadalupe Taddei, confesó que para votar llevó sus propios apuntes.
Ni qué decir del acarreo del que el partido Morena hizo gala, pero ni así pudieron borrar la imagen de casillas desiertas y urnas vacías, con todo y que el partido guinda amenazó, como es su costumbre, a personas de la tercera edad de que se les quitarían los apoyos si no sufragaban.
ELECCIONES Y OPOSICIÓN
Desde la víspera de estas absurdas elecciones, la oposición no se ha quedado quieta. Señalamientos y denuncias han sido su característica. Hay que rescatar un par de cuestiones que dijeron, por ejemplo, legisladores del PRI.
“Es muy penoso que estemos dando este espectáculo al mundo”, señaló la senadora Carolina Viggiano; y es cierto, porque en el mundo se ha venido cuestionando este controvertido proceso y cómo va a dañar al país.
Por su parte, el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, subrayó que en ninguna parte del mundo hay este tipo de procesos.
A la voz de “fuera Morena” se realizó una marcha en el corazón de la Ciudad de México en la que se rechazó esta dizque elección.
Y otro que se llevó su premio fue ni más ni menos que el expresidente de la Suprema Cortes de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, quien fue objeto del abucheo de jóvenes que le dieron las gracias por haber destruido al Poder Judicial, a lo que el exministro optó por emprender la graciosa huida.
Otra de las voces más reconocidas que se manifestó fue la del connotado jurista Francisco Burgoa, quien señaló en las redes sociales: “En democracia, la voz no se gana con un papel en la urna, se tiene por el simple hecho de ser ciudadano. Pretender callar al que disiente, -vote o no vote-, es rechazar la libertad de expresión”.
Finalmente, las elecciones, de las buenas, que se registraron en Durango y Veracruz parecieron quedar opacadas por el absurdo y el capricho.