Foto/ Paola Flores
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Elda Montiel
Oaxaca, Oaxaca, 27 de junio (SemMéxico). El testimonio de la periodista Soledad Jarquín Edgar sobre el feminicidio de su hija María del Sol, ocurrido hace siete años, confirma que la justicia en este país es un laberinto sin salida, sin verdad, ni paz, como ella afirma.
El libro Revelaciones de un crimen de Estado. Impunidad, corrupción y complicidad “es un acto de justicia que el Estado nos negó”, dice la periodista en la presentación realizada el pasado miércoles en la Biblioteca Henestrosa.
Cuenta que comenzó a escribir diariamente sin saber que se concretaría en un libro, (era) una conversación con María del Sol, sobre lo que había ocurrido aquella noche del 2 de junio, un monólogo que realizó también para apaciguar el dolor por la pérdida y señaló que el libro no debió escribirse.
En México las víctimas no accedemos a la justicia, la enfrentamos, afirmó tajante la defensora quien apuntó que en este país la justicia es imaginaria, intangible, fantasmal y hasta aspiracional, representa en la gran mayoría de los casos una lucha en contra de un sistema basado en el poder sea político, económico o fáctico, “poderes que no se permiten sucumbir ante nada y que hacen todo para alcanzar sus fines”.
Sostuvo que esa fue la principal razón por la que las “autoridades” no hicieron su trabajo, no cumplieron con su responsabilidad, y se convirtieron en parte de la impunidad, corrupción y complicidad, ese tejido que pensaban invisible y que de pronto tomó forma y color.
Jarquín Edgar como periodista no podía dejar fuera el contexto que reveló un entramado de intereses políticos y del crimen organizado que caminan en paralelo, movidos por la ambición y que determinaron que todo pasará por encima de la ley. Su búsqueda por la justicia ha sido objeto de amenazas de muerte, hostigamiento y acoso por eso está inscrita en el Mecanismo de Personas Defensoras y Periodistas.
El testimonio de una madre es el reflejo de un país
Por su parte, María de la Luz Estrada del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) afirmó que es un libro que le movió mucho para reflexionar en qué hemos avanzado las defensoras, dijo “nos aterriza a no invisibilizar la lucha de las madres, las familias ante tantos obstáculos”. Nos permite ver cómo está el sistema social no solo de justicia, las redes políticas y económicas que inciden en la vida de todas las familias.
Expresó que el libro más que el testimonio de una madre es el reflejo de un país donde la muerte inesperada por feminicidio es lo más grave por la ruta de impunidad que existe alrededor, desde las promesas falsas de los fiscales.
Vivimos una grave crisis de violencia no sólo contra las mujeres, donde el sistema de justicia está colapsado.
Yesica Sánchez Maya, integrante de la directiva colectiva de Consorcio Oaxaca llamó a este ejercicio de escribir de Soledad Jarquín, un acto contundente de justicia social que emerge desde la profundidad de la rabia, la indignación y el dolor, se pierde la aspiración de un Estado fallido que legítima la violencia contra las mujeres.
“Refleja momentos de no saber a dónde íbamos en el gran desierto de impunidad que es Oaxaca”, apuntó la defensora de derechos humanos.
Reconoció la valentía de la madre y de la periodista que también recoge a toda la colectividad que la ha ido acompañando como diques de contención que nunca la han dejado sola.
También en el panel estuvo la defensora Kisha Domínguez Martínez, hermana de Sandra Domínguez Martínez, defensora indígena ayuuk víctima de desaparición y luego de feminicidio. Kisha expreso el apoyo que ha encontrado en Soledad Jarquín y el Consorcio Oaxaca, también en la búsqueda de justicia.
La presentación del libro se llevó a cabo en la biblioteca Andrés Henestrosa en la ciudad de Oaxaca, donde acompañaron a Soledad Jarquín su familia con la presencia de las abuelas materna y paterna de María del Sol, así como activistas y familias víctimas de feminicidio.
El libro escrito por Soledad Jarquín Edgar contó con el respaldo de Consorcio Oaxaca, las organizaciones internacionales Front Line Defenders y Ziviler Friedensdienst.