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ANDY S. K. BROWN
Ya le he comentado aquí de Carlos Mercado, el funcionario que seguro ya es investigado por sus transas en el ISSSTE.
Fue Thalía Lagunes quien se lo llevó a la Oficialía Mayor de la SHCP a la salida de Luis Antonio Ramírez Pineda de la dirección general de ese Instituto.
Y eso porque Mercado ayudó a la hermana de Thalía a gestionar su pensión, al parecer de esas “superespeciales” y, en agradecimiento, por su expertise en trampas al erario, Lagunes se lo llevó a operar, para aprovechar también la red de contactos de Ramírez Pineda y sus compinches para cobrar los derechos de piso de los servicios integrales de salud.
Si esos que infructuosamente todos los directivos del ISSSTE, Oficialía Mayor, y hasta la Secretaría de Seguridad Ciudadana trataron de desaparecer como parte del programa de nacionalización de dichos servicios.
Y así pasaron más de dos años, decenas de reuniones, y Carlos Mercado siguió cobrando piso a contratos que anualmente sumaban cinco mil millones de pesos y que, por un módico 10% entregado en la Oficialía Mayor de Hacienda, pudieron transitar sin problema con una coperacha de 500 millones por año, y aparte un 3 a 5% a todos los niveles, desde los servicios anestesiólogicos, cardiológicos, mínimo- invasionistas, subdirectores médicos, y se cuenta que hasta las cabezas de las áreas médicas.
El resultado: el Dr. Gustavo Reyes Terán, con apoyo de la entonces titular de la SSC Rosa Icela Rodríguez, se coronó como director médico para concluir dicho programa, sin ninguna experiencia en administración de sistemas de salud y un tremendo desprecio por el ISSSTE.
Y aunque Reyes Terán culpa a la anterior Secretaría de Economía de que allí se tomaron las decisiones de asignar en forma directa más de 1 mil 200 millones de pesos a General Electric para el equipamiento de las salas de hemodinámica y los kits de anestesia, (claro que por allí hubo un intermediario incómodo de parte de GE, pese a la revisión de compliance de la empresa, al que se le paga una jugosa comisión) aún no hay insumos para operar.
Con todo ello y sin el menor recato Reyna Basilio, subdirectora de Infraestructura, sigue extendiendo los contratos de servicios integrales, ahora al menos hasta fin de año, sin saber hasta cuándo se va a hacer el cambio, tomando dinero de donde ya no hay, de medicamentos e insumos para la salud principalmente, con tal de dar el último estirón antes de que llegue la sequía.
Para ello, la multi-investigada Reyna Basilio, comadre inseparable de Thalía Lagunes, ya preparó a su equipo, anteriormente responsable de servicios integrales, para saciar su voracidad en la compra de los insumos para reemplazar los servicios integrales. Y del diseño de la operación, de quienes van a operar, y como lo van a operar, pues nadie se hace responsable, todos están en “la bisnaga” por ahora.
Por cierto, aprovechando que este su servidor Andy S. K. Brown tiene voz de profeta, ¿por qué no investigan los rendimientos de las inversiones del ISSSTE, y los patrones de inversión desde tiempos de Luis Antonio Ramírez?
Suena en el río sobre las comisiones que se pagan por la asignación de intermediarios financieros. ¿A cuanto ascenderá la comisión si la base de inversión es de más de 150 mil millones de pesos? ¿Quiénes son los beneficiados? ¿Ya lo sabrá Martí Batres?
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Vaya hoy una atenta sugerencia a don Ricardo Monreal, pastor de la borregada de los guindas en la Cámara Baja.
Si usted quiere evitarse problemas como el que le provocó su cuate Pedro Haces, lo mejor es que mande desinstalar el tablero electrónico en el que se registran asistencias y votaciones de quienes sólo berrean en la que los clásicos llamaban “la más alta tribuna del país”.
La verdad es que, luego de que el Poder Constituido reformara la Carta Magna para que las innovaciones y legislaciones que aprueben en los recintos del Congreso de la Unión no puedan ser puestos ni siquiera en duda por la Suprema Corte, ya lo pueden hacer como lo han venido haciendo hasta ahora: sin que haya quórum y hasta a mano alzada.
Con ello también se evitarán problemas con la empresa que les suministra el servicio de internet y que, de acuerdo con el chistosísimo presidente de la mesa directiva, “El Ch(u)eco” Gutiérrez Luna, fue el causante de una “intermitencia” la que provocó que, erróneamente, se registrara el voto del dirigente obrero por excelencia de la 4T.
Ya tiene usted muchos problemas al no saber a quien hacerle caso. Si a AMLO o a Sheinbaum. Quítese uno de encima. Desinstale el tablero electrónico que, al fin y al cabo, eso de la transparencia no va con la Cuarta Transformación.
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Groucho Marx, a quien en México conocimos como uno de “Los Tres Chiflados”, es célebre por sus frases irónicas y a veces hasta cínicas.
Una más de las más citadas es la que reza “estos son mis principios, pero si no les gustan aquí tengo otros”.
Sucede igual con muchos de los politicastros a la mexicana que primero ostentan un antimorenismo casi rabioso, y luego caen en sus brazos sólo para llenarlo de dulces elogios.
Son muchos los casos, pero hoy exhibiré uno reciente y otro de data añeja.
El primero es el de Cinthya López Castro quien subió a la tribuna senatorial para lanzar todo tipo de diatribas condenando la, para esos momentos, inminente aprobación de la llamada supremacía constitucional y “tres Doritos” después abandonó el salón de sesiones para que la 4T consiguiera su avieso propósito y, luego de decir que no se sumaría a Morena, ahora aparece fotografiada al lado de la dirigente formal Luisa Alcalde dándole la bienvenida a las filas guindas. Tenía principios, los cambió por otros.
El segundo es el de Javier Corral quien durante un par de décadas participó y promovió la creación de un organismo constitucional de transparencia, lo que hasta hoy todavía es el INAI, y ahora ya como miembro de la tribu cuatrotera seguramente votará por su desaparición. También tenía principios. Ya los transó por otros.
@AndySKBrown1