GREGORIO ORTEGA MOLINA
*Aquí, como en todo país libre, se niegan a aprender que la economía no es una ciencia política, sino el rasgo más distintivo del comportamiento humano, porque, aunque la realidad y el deseo de hacerlo bien como gobierno, los hechos les indican lo que sí y lo que no puede hacerse, de acuerdo a los ingresos, pero todos se empeñan en ser los rostros visibles de un mesianismo social actualizado: te ayudo porque no puedes solo, cuando lo cierto es que el que ayuda lo hace para construir su historia pequeña y personal; el proyecto económico de esta 4T tiene idéntico destino a Dos Bocas, Tren Maya, AIFA, prefigurado en la destrucción del aeropuerto ICM, en Texcoco
Al presidente de México, Manuel Andrés López Obrador, le gusta nadar a contracorriente. Supongo que es un gran admirador de Pedro Aspe, pues como el ex secretario de Hacienda de Carlos Salinas dijera de la pobreza, podemos sostener -con firmeza- que la 4T es un mito genial.
Nada la resultó o, precisamente, hace lo que se le encomendó: empobrecer a los mexicanos moral y económicamente, para que sin chistar se plieguen a los deseos de esos poderes fácticos que se inventan el mito del súper peso y de la supuesta fortaleza económica de fin de sexenio, cuando el gasto del gobierno crece en un déficit exponencial, acelera la inflación y los adeudos de Pemex (148 mil millones de pesos a abril), y para 2024 “las necesidades de financiamiento de la Deuda Documentada de CFE ascienden a 12.8 miles de millones de pesos (mmdp), como resultado de un déficit financiero de cero y del pago de amortizaciones por 12.8 mmdp”.
Y por otro lado nos indican del récord en IED, pues México alcanzó un nuevo máximo histórico de 20 mil 313 millones de dólares en el primer trimestre de 2024.
Las cifras son elocuentes, pero colocan a Claudia Sheinbaum en situación precaria, porque la narrativa política del sexenio que agoniza no puede prolongarse por seis años más, debido a la exigencia de recursos fiscales que se requieren para, de una buena vez, hacer de la pobreza un mito genial. Obvio, la crisis no detonará sino hasta que el relevo de posaderas en la silla del águila se haya efectuado, pues no se trata de quitarle los alfileres antes de tiempo, como ocurrió a Jaime Serra Puche, para desagrado de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Aquí, como en todo país libre. Se niegan a aprender que la economía no es una ciencia política, sino el rasgo más distintivo del comportamiento humano, porque, aunque la realidad y el deseo de hacerlo bien como gobierno indican lo que sí y lo que no puede hacerse, de acuerdo a los ingresos, todos se empeñan en ser los rostros visibles de un mesianismo social actualizado: te ayudo porque no puedes solo, cuando lo cierto es que el que ayuda lo hace para construir su historia pequeña y personal.
Además, el lunes último La Bolsa Mexicana de Valores «sufrió un desplome significativo tras los resultados de las elecciones; se registró una pédida de 6%, reflejando la preocupación entre los inversionistas.
“El comportamiento del mercado de valores obedece al nerviosismo que generó entre los inversionistas el triunfo de Morena y, sobre todo, el hecho de que hayan obtenido la mayoría calificada en el Congreso. Esta situación ha incrementado la incertidumbre sobre el futuro económico y político del país”.
El proyecto económico de esta 4T tiene idéntico destino a Dos Bocas, Tren Maya, AIFA, prefigurado en la destrucción del aeropuerto ICM, en Texcoco.
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