>> Pide a la CARICOM solidaridad con la lucha por la libertad de Bonaire
>> Reino de los Países Bajos mantiene vigentes esquemas de dominación colonial parecidos a los del siglo XVI, denuncia Alejandro Moreno
Ciudad de México, 08 de julio (entresemana.mx). El senador Alejandro Moreno, presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), organización que agrupa a 75 partidos de 30 países, alertó a los jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) reunidos en Montego Bay, Jamaica, sobre la recolonización que el Reino de los Países Bajos (Holanda) lleva a cabo de manera permanente en las antiguas Antillas Neerlandesas, al tiempo que pidió apoyando la lucha que, a riesgo de su vida, encabezan líderes como James Finies y Davika Bissessar, quienes con convicción y compromiso desarrollan de manera permanente acciones a nivel regional y global para destruir el vergonzoso colonialismo, depredador, que el Reino de los Países Bajos mantiene en el Caribe, principalmente en Bonaire, donde realiza un genocidio cultural, además de un saqueo de las riquezas, en clara violación a los derechos humanos de esta nación.
Luego de reunirse con James Finies, presidente de Nos Kier Boneiru Bek y con Davika Bissessar, presidenta de la Organización de Derechos Humanos Bonaire, a quienes manifestaron todo el apoyo de los partidos políticos que hacen vida en la COPPPAL, Alejandro Moreno expresó su condena a las diversas violaciones a los derechos fundamentales y humanos por parte del Reino de los Países Bajos al pueblo de Bonaire, acciones violatorias del derecho internacional que han arrebatado a esa nación, la libertad, tierras, costumbres, tradiciones, riquezas naturales, por medio de un brutal colonialismo de 400 años, una vergüenza para la humanidad en pleno siglo XXI.
Indicó que la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, ha reafirmado de manera permanente el derecho inalienable, irrenunciable del pueblo de Bonaire a su libre autodeterminación e independencia total, la cual les ha sido negada durante siglos.
El líder de la COPPPAL, pidió a Carla N. Barnett, Secretaria General de la CARICOM, trasmitir a los 15 Estados miembros de la Comunidad del Caribe, la preocupación de la COPPPAL ante los cambios legales realizados a los territorios del Caribe con el único fin de convertir al Reino de los Países Bajos en un territorio transcontinental, con una mayor influencia en América y mayor dominio sobre Bonaire, Aruba, Curazao, Saba, San Eustaquio y San Martín, naciones que fueron convertidas. en SUBDIVISIONES ADMINISTRATIVAS o simples vecindarios holandeses, en clara violación al derecho internacional ya la Carta de Naciones Unidas.
“Nos preocupa enormemente la situación que viven estas naciones y, de manera particular Bonaire, por lo que solicitamos la solidaridad de las naciones que forman la CARICOM con el pueblo de Bonaire y con la lucha que llevan a cabo con valor y patriotismo los compañeros James Finies y Davika Bissessar, para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) devuelva el estatus que esta nación tenía antes del 10/10/10”, indicó.
Recordó que, durante la última década, la COPPPAL ha venido denunciando ante la Comunidad Internacional, las terribles violaciones a sus derechos que sufre la población de Bonaire, nación que ha sido anexionada, reducida a un ente público, menos que un municipio del Reino de los Países Bajos, en clara violación a la Carta de las Naciones Unidas.
Dijo que “resulta contradictorio que mientras en la Unión Europea, el Reino de los Países Bajos exige respeto a los derechos humanos ya los principios democráticos de las naciones, en el Caribe atenta contra los derechos fundamentales de las personas y violentamente el derecho internacional”.
Moreno Cárdenas refirió que el derecho internacional sobre el colonialismo, que emana del artículo 73 de la Carta de la ONU y, sobre todo, de la Resolución 1514 (XV) de 1960, establece claramente que el colonialismo es irreconciliable con la dignidad humana, con la libertad plena y con la garantía de los derechos humanos fundamentales, sin embargo, poco o ningún caso le hacen las potencias coloniales. Lo manipulan o, peor aún, lo ignoran. El caso más revelador lo hemos visto recientemente en las antiguas Antillas Neerlandesas en perjuicio del derecho de estas naciones a su autodeterminación e independencia.