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Elvira Gomezturja
Ciudad de México, 20 de noviembre (entresemana.mx). Por ley de vida, los hijos enterramos a nuestros padres; sin embargo a veces esta ley se altera por circunstancias ajenas a nosotros.
El jueves 10 de noviembre explotaron las redes sociales al informar la muerte de Alejandro Iriarte Woodside de 55 años de edad, primogénito de la periodista Maxine Woodside, que durante 33 años se ha colocado como un referente de los espectáculos, gracias a su programa Todo para la mujer, que se transmite diariamente de 11 a 13 horas por Radio Fórmula.
Horas antes de reportarse su deceso, Alejandro compartió en su muro de Facebook, un mensaje en el que se despedía de sus contactos y anunciaba el cierre de sus cuentas en redes sociales. Un presagio quizá, de lo que sucedería después.
Así se despidió: “A todos durante tantos años, les agradezco muchísimo las muestras de cariño. Por causas de fuerza mayor voy a cerrar todas mis redes sociales. A sido una aventura increíble, pero todo tiene un fin y hoy me corresponde a mí decirles adiós. Gracias, mil gracias!!”, se lee en su muro poco después de las 13 horas del jueves.
Maxine es una voz cordial, afable. Su punto de partida es la información, después el chisme rosa, porque no es hiriente ni busca amarrar navajas. Por desgracia, le tocó en esta ocasión, ser la protagonista de la noticia. Su compañera y colega Ana María Alvarado informó en su canal de YouTube que “Nano como era conocido por sus cercanos, falleció por un ataque cardíaco fulminante y que no se especulara”. Presupongo que este fue un acuerdo entre ambas. Maxine es amiga de Anita, pero antes que nada es su jefa. Juntas, trataron de detener el impacto mediático, pero no fue así.
Luego, el periodista de la fuente policíaca Carlos Jiménez dio a conocer que la Fiscalía de la Ciudad de México investigaba la muerte de Alejandro Iriarte Woodside, porque encontraron su cuerpo en su domicilio ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón; en su departamento, en su cama, junto a ésta una pistola de calibre pequeño, un cartucho percutido y él tenía una perforación en la cabeza. Nadie, hasta hoy, ha aclarado si fue suicidio u homicidio.
Lo importante es que este hombre perdió la vida.
La pérdida de un hijo debe ser un acontecimiento devastador, incomprensible, dolorosísimo, impensable. Un trance difícil de superar.
Los cercanos a La Reina de la Radio dicen que Nano era su adoración. Ignoro qué pasó a ciencia cierta, qué le ocurría, para tomar esa decisión.
Lo cierto es que el trabajo siempre es un paliativo que nos hace olvidar nuestras penas por un tiempo. Ahí están Talina Fernández que perdió a su hija Mariana, Shanik Berman que vio partir a su hijo, Virgina Sendel que padeció la muerte de su hija Michelle y su nieto Mauricio, Norma Lazareno, Silvia Pinal, Marcela Rubiales y muchas otras. Para la gran mayoría la salida, el escape, ha sido el trabajo; para otras encontrar fortaleza en Dios.
Ojalá Maxine regresé a la radio cuando se sienta con fuerzas y ánimo suficientes para continuar.
El jueves Maxine subió un post a sus redes agradeciendo a su público, amigos, familia, colegas tantas muestras de amor. Se escuchaba entera, pero sin fuerzas, débil. ¿Quién no lo estaría al vivir una situación así?…
Le doy mi pésame a Maxine por la pérdida tan terrible. Dios conforte su alma, su corazón herido y pueda salir adelante.
Maxine pertenece a una generación de mujeres revolucionarias, que empezó a trabajar, a exigir sus derechos de no tan solo lavar trastes y tender camas, que solas sacaron adelante a sus hijos, con el apoyo de su familia.
El servicio funerario se realizó de manera totalmente privada con una despedida familiar.
Ana María Alvarado dio a conocer que Maxine no regresará a la cabina de Todo para la mujer hasta que se encuentre en condiciones para retomar sus labores y cualquier muestra de solidaridad que se desee hacer llegar a la periodista, será recibido en las oficinas de Grupo Fórmula.
De esas cosas incomprensibles del destino, coincidió que el día que Maxine regresó a la cabina de radio después de dos años de transmitir desde su casa por la pandemia del covid 19, su hijo se despidió de la vida.
Descanse en paz Alejandro Iriarte y que Max recobre la tranquilidad, la serenidad y el ánimo por vivir.
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