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JOSÉ MARÍA MÉXICO
Para volver a ganar la presidencia, desarrolló una campaña anticipada, sin límites en el gasto, financiada por el estado y con intervención ilícita del presidente, gobernadores y alcaldes, corrompió al INE insertando una camarilla a su servicio y dominó al Tribunal Electoral que le validó el cochinero.
Para violar al poder judicial, corrompió a su presidente Zaldívar que se convirtió en una vergüenza nacional, traficaron diputados de un partido a otro sin ningún pudor y aprovecharon que dominaban el INE y al tribunal electoral para conseguir una sobre representación espuria.
Para conseguir los votos que le faltaban en el senado, corrompió a los Yunes con el amago de impulsarle 5 carpetas penales en el más vil de los chantajes sin importarles el pueblo veracruzano agraviado con delitos de los Yunes.
Claro, esa familia tienen el rabo sucio y se vendieron.
Igual como se vendieron Erubiel Ávila, Carlos Ramírez Marín, Alejandro Murat, Nuvia Mayorga y Adrián Ruvalcaba entre muchos otros que también tienen las manos sucias.
Para sumar votos compraron a otros abusando de sus bajos escrúpulos e ingenuidad, bastó tratarlos como a un perro al que se le ofrece un hueso en su futuro, al fin que prometer, no empobrece, ese fue el caso de Araceli Saucedo y Sabino Herrera, recién senadores electos postulados por el PRD y así ha sido con muchos otros advenedizos a Morena.
La forma como Morena compró conciencias es como la prostitución promiscua, lo hacen como mercenarios sin ética y sin respeto a nada; no hay ni principios ni valores.
Esas prácticas son descaradas y es la normalidad de su forma de ser gubernamental, plagada de ruindades; operan como un cártel.
Así cursa México su septiembre negro viendo agonizar el periodo oficial del gran corruptor, delirante y decidido a humillar y destruir hasta el final.
Mientras, su sucesora, opaca, invisible, sumisa, silente, obediente, esperando su hora para mostrar dientes, garras y qué está hecha del mismo ADN que su dueño.
Este caos carroñero de fin de sexenio debe parar y si no han podido los opositores, ni los hombres poderosos de México, probablemente pararlo esté en manos de los propios agentes del obradorato que están cerca, igual, silentes, opacos, callados, traicioneros, que fueron humillados, exhibidos y sin dignidad pero que se mantienen cerca, cerca del Peje tiene enemigos de todo tipo dentro y fuera de esa casa.
Ni modo que no, si en cada uno de sus actos hay perversión y agravios que continúan lacerando a quienes sólo están calculando sus tiempos para revertirse.
La historia enseña que el poder se destruye desde el poder, que la traición es consubstancial al que se forma con traiciones y ese será el destino inevitable de López Obrador, sólo porque es el final que se merece él y sus cercanos.
Si no es así, será la naturaleza o un aislamiento como paciente psiquiátrico, pero ya se acaba.
Cultivó muchos enemigos, en México y en los Estados Unidos, donde hay miles de madres que vieron morir a sus hijos por consumo de fentanilo que se produjo en México bajo la protección del presidente
En tanto, México echando por la borda lo bueno que había logrado su incipiente democracia, degradándose a la vista de una mayoría social ignorante que no leé, no se informa y no comprenden la realidad política, sólo balan y repiten, lo que vociferan otros.
Contra la Corte, no han leído una sola sentencia dictada por ella y ni si quiera son capaces de explicar un solo caso de una mala decisión, pero bufan y festinan la reforma judicial cuyos alcances desconocen.
Como lo oye, no pueden describir objetivamente un solo caso de resolución indebida que jamás han leído de la fuente directa.
La destrucción del sistema de derecho evidencia una dictadura que se tornará feroz contra lo que se les resista.
La transformación de la propiedad privada en concesión del estado, la imposición de la prisión preventiva oficiosa por temas fiscales, la destrucción del INAI y la del Poder Judicial son demoliciones para alcanzar el poder absoluto e imponer las condiciones para dar la apariencia de legalidad cuando se trate de aplastar la crítica opositora.
Todo ha sido un, delirio de López quién no es eterno y formalmente caduca en unos días.
Nada es para siempre, ni lo será esta mala racha nacional ni el.
Ya es justo que México supere la peor maldición política de sus últimos años.
Lo que nace mal, acaba mal, el morenismo nació de la traición, se robusteció de dinero sucio, se alió con cárteles, corrompió todo a su paso y encumbró a un tirano.
Falta el final de esa película con la caída y la sustitución de altos mandos, vienen las consecuencias propias de esos ajustes; así son esas historias que incluyen de todo.
Así han sido siempre.
Muy pronto veremos cómo cobra vigencia la realidad que siempre sorprende.
El futuro político de México y el patrimonio de los mexicanos está en grave peligro.
