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YANETH TAMAYO ÁVALOS
SemMéxico, Querétaro, Querétaro. En días recientes el gobierno federal dio a conocer la eliminación de 34 Normas Oficiales Mexicanas en materia de salud, denominadas NOM, ante dicha decisión, varias organizaciones de la sociedad civil, legisladoras y legisladores se pronunciaron en contra de tal determinación.
Acción que fue recriminada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que no había razón para hablar del tema, ya que dichas normas no son importantes porque favorecen a los intereses de las farmacéuticas, justificándose en la ignorancia de la ciudadanía.
«Acerca de las normas, te aseguro que la gente ni sabe, eso es un asunto de una cúpula, de gente que está metida en el comercio de los medicamentos y que no quieren que haya regulación o que haya mucha regulación, de acuerdo con lo que les conviene», declaró en su conferencia mañanera en Palacio Nacional. *
Tal situación ha generado preocupación, ya que dicha decisión deja en incertidumbre a las personas usuarias del sistema de salud, tanto privado como público, en especial a mujeres e infantes.
Pero además, el hecho de que la figura presidencial distorsione la información y califique de ignorante a la ciudadanía, resulta indignante, mezquino y egoísta.
Si bien, existe un determinado sector de la población que desconoce la existencia o la importancia de las NOM en materia de salud, esto no es justificación para que desaparezcan, ya que cada norma está diseñada para garantizar la seguridad y calidad en el servicio médico; sin estas, los riesgos por negligencia serían más altos y no habría parámetros para determinar responsabilidades.
Desinformación presidencial
Es importante desmentir el hecho de que las normas oficiales mexicanas, en materia de salud, favorecen intereses privados de empresas farmacéuticas.
Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) son regulaciones de observancia obligatoria expedidas por las dependencias competentes, que tienen como finalidad establecer las características que deben reunir los procesos o servicios cuando estos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana. **
Este conjunto de normas obliga a todo el personal de salud de las unidades médicas del sector público, social y privado, tanto a nivel nacional como local, a realizar acciones específicas y especializadas en materia de prevención, atención y calidad de los servicios, a fin de asegurar el acceso a la salud.
Pero también, constituyen lineamientos que de no seguirse generan responsabilidad médica, por acciones u omisiones que dañen o pongan en peligro la integridad y la vida de las personas que acuden a los servicios de salud, los cuales son de suma importancia para garantizar los derechos de los afectados por alguna mala praxis.
Estas normas oficiales abarcan una amplia gama de servicios de prevención, atención y control en temas de epidemiología, enfermedades crónicas degenerativas, salud mental, natalidad, entre otras.
De modo que, estas normas vinculan única y exclusivamente al personal de salud de las unidades médicas. Y no así, a las empresas farmacéuticas, como trata de hacer creer López Obrador.
De ahí que, sus argumentos revistan, por un lado, el engaño a la ciudadanía al desinformar con base en mentiras y, por otro, la irresponsabilidad al tratar de eliminar las obligaciones y exigencias que le son atribuidas internacionalmente al sector salud y al Estado.
A quienes afecta la eliminación de las NOM
Es necesario mencionar que las normas que se pretende eliminar, están dirigidas a sectores poblacionales con mayor vulnerabilidad, entre los que predominan las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
Entre las normas que se pretende cancelar se encuentran las relacionadas con cáncer de mama y cervicouterino; atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido/a; prevención y control de enfermedades en la perimenopausia y postmenopausia; prevención, tratamiento y control de las enfermedades por deficiencia de yodo; violencia familiar, sexual y contra las mujeres, así como la planificación familiar.
Entre las que afectan a la infancia, se encuentran las relacionadas con la atención a la salud del niño y de la niña, promoción de la salud escolar, la lactancia materna, la prevención y control de los defectos al nacimiento y la atención a la salud del Grupo etario de 10 a 19 años de edad.
En un país donde las principales causas de muerte en mujeres son el cáncer de mama y cervicouterino, resulta osado eliminar las normas que previenen la muerte y aseguran el acceso al derecho a la salud de quienes las padecen.
Cada año se diagnostican alrededor de 15,000 nuevos casos de cáncer de mama y ocho mil muertes de mujeres, nueve mil 400 nuevos diagnósticos anuales de cáncer cérvicouterino y alrededor de cuatro mil muertes de mujeres por esta causa, pero el problema es más grave, ya que solo se diagnosticaron un 20 por ciento de lo que ocurre y en el 70 por ciento de los casos la enfermedad ya estaba en etapa avanzada. ***
Tan solo en lo que va de esta administración –4T–, el desabasto de la vacuna para prevenir el virus del papiloma humano, dejó sin prevención a millones de niñas y adolescentes. El no contar con la vacuna eleva su riesgo de contraer varios tipos de cáncer, entre ellos el cervicouterino.
Además, la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), informó que en este sexenio, el desabasto de medicamentos oncológicos para niñas y niños ha ocasionado la muerte de más de dos mil 300 infantes al año y dos mil 190 decesos, causados por la detección tardía de la enfermedad, la falta de acceso oportuno a los tratamientos médicos y las complicaciones propias de la enfermedad.
De seguir con este tipo de propuestas ideológicas y de austeridad, ocasionarán que el acceso a la salud sea cada vez más restringido y quienes resentirán los daños serán los que menos tienen.
En consecuencia
Eliminar las normas producirá un efecto expansivo en la calidad del servicio de salud de toda la ciudadanía, que va desde el acceso a los recursos presupuestales para atender las enfermedades, al riesgo de la seguridad de pacientes, hasta las obligaciones legales y de responsabilidad médica.
El resultado de no contar con requerimientos y estándares mínimos, sobre prácticas médicas, protocolos de atención, seguridad del paciente, manejo de enfermedades y uso de medicamentos, ocasionará un mayor número de malas praxis médicas, que se traducirán en riesgos para las y los pacientes.
Si bien es cierto, durante años el servicio de salud ha afrontado complicaciones en términos de organización y presupuesto, es importante recordar que a partir de la desaparición del seguro popular y de la fallida implementación del INSABI, el acceso a la salud y la calidad de los servicios médicos ha mermado.
Eliminar las normas que establecen los mínimos indispensables en materia de salud terminará por sepultar lo que queda del sistema de salud.
* https://www.youtube.com/watch?v=dRgbLfH3CII
** https://www.gob.mx/salud/en/documentos/normas-oficiales-mexicanas-9705
