DULCE MARÍA SAURI RIANCHO*
SemMéxico, Mérida. Yucatán. Parte del ritual de inicio de año es cumplir con la obligación autoimpuesta de ser optimista. Algunas veces ese sentimiento emana del corazón, pero la mayoría de las ocasiones hay que invocar la razón para no sumirse en el desasosiego.
A fin de cuentas, una dosis adecuada radica en combinar la espera de lo mejor, con la preparación para los tropiezos, los desastres imprevistos que pueden surgir a la vuelta de la esquina, por más esfuerzos que hagamos para evitarlo.
¿Qué nos depara 2025? Con antenas abolladas y bola de cristal opaco, poco podría aportar. Por eso me voy a lo seguro de las fechas y los eventos previsibles en el calendario del primer semestre del naciente año.
Comienzo con este mes de enero que ya agota hoy su primera semana. Recién nacido, el día 2, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el Acuerdo del Consejo General del INE para la creación de nuevos partidos políticos nacionales.
El extenso y minucioso documento incluye los requisitos para que la ciudadanía y las organizaciones que pretendan conformarse como tales, comiencen a trabajar para manifestar su intención, preparar sus propuestas —Declaración de Principios, Programa de Acción, Estatutos— y empezar su etapa de afiliación, misma que concluirá hasta febrero de 2026.
El 1 de julio del próximo año se conocerá a quienes obtengan el registro para las elecciones de 2027. Habrá ocasión más adelante para abordar con detalle las implicaciones de este enmarañado proceso que, por cierto, solo se da una vez cada seis años.
La ascensión al poder de Donald Trump es el acto más esperado y temido por millones de personas en el mundo, muy particularmente entre la población mexicana que vive en Estados Unidos.
El 20 de enero caerá la guadaña sobre inocentes, que han buscado en la Virgen de Guadalupe la protección que sus gobiernos no han podido otorgarles. Se anuncian grandes cambios en la relación bilateral en materia de seguridad, migración, comercio. Nada bueno para México, parece.
Febrero traerá consigo el inicio del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión. En las cámaras de Senadores y de Diputados se habrá de tomar determinaciones para profundizar la concentración del poder en la presidencia de la república, desplazando cualquier atisbo de participación ciudadana en la toma de decisiones sobre asuntos de interés colectivo.
El desmantelamiento del esquema tripartito del Infonavit es solo el comienzo para apoderarse de los recursos guardados en millones de cuentas individuales de vivienda.
La reforma político-electoral también será materia del periodo de sesiones que se prolongará hasta el 30 de abril. Si ésta se apega a la iniciativa del expresidente López Obrador, significará la extinción del pluralismo político al eliminar la representación proporcional en la Cámara de Diputados y la lista nacional en el Senado, así como el desmantelamiento del INE.
Si incluye alguna aportación de la presidenta Sheinbaum, acabará con la reelección consecutiva de legislador@s y presidencias municipales —en este punto, coincido— y atemperará la drástica propuesta de desaparición de las minorías. Otra cuestión que ameritará comentarios más detallados en un futuro.
El segundo mes del año marca la entrega al Congreso de la Unión del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030. Oportunidad para la presidenta Sheinbaum de deslindarse “suavemente” de su predecesor, que hizo de esta obligación constitucional una grotesca caricatura, pésimo augurio de lo que vendría. Este es el espacio ideal para que el equipo que responde a la presidenta acredite trabajo serio, profesional y técnicamente relevante que permita perfilar las acciones futuras de la actual administración.
Febrero también retoma el latente problema de quién manda en realidad en el gobierno de la presidenta Sheinbaum.
La actitud de los coordinadores parlamentarios de Morena, sus abiertas disputas y el protagonismo de ambos, hacen añorar el manotazo presidencial de 1977, cuando en un golpe súbito, los liderazgos de ambas cámaras y algún secretario del gabinete fueron enviados de embajadores y sustituidos por gente de confianza del presidente López Portillo.
Marzo traerá consigo el Día Internacional de la Mujer, buen momento para hacer un balance de las medidas de esta administración para restituir derechos cercenados a las mujeres, como la atención a las y los pequeños menores de 4 años. Revivir las estancias infantiles bajo la denominación que tengan a bien elegir es una prueba indispensable de que va en serio el conjunto de políticas para el ejercicio pleno del derecho de las mujeres al trabajo, a la educación, al cuidado, entre los más relevantes.
En marzo también comenzarán las campañas de las y los candidatos a jueces y magistrados del poder Judicial federal. La Semana Santa del 13 al 20 de abril estará marcada por la inminencia de la jornada electoral del 1 de junio, en la que en todo el país habrán de elegirse cientos de juzgadores federales.
Uno de los tres poderes de la Unión será sustituido, desplazado por un ejercicio que, bajo el pretexto de la participación popular, entraña enormes peligros de improvisación, penetración del crimen organizado y, a la postre, concentración del poder en manos todavía no sabemos de quién, pero no de la ciudadanía.
Junio también trae elecciones municipales en Veracruz y Durango, las primeras y únicas después del 2 de junio de 2024. Son 225 ayuntamientos veracruzanos y 39 duranguenses. Su importancia va más allá de lo local, pues es una dura prueba para el PAN y para el PRI, que pueden perder más de lo poco que todavía tienen, continuando su espiral de deterioro, o pueden registrar un repunte que insufle algún aire de esperanza en su futuro inmediato.
En el caso de Veracruz, se verá la magnitud del compromiso de la familia Yunes con Morena, si van a entregarse plácidamente, al estar en disputa su coto político del puerto de Veracruz y su vecino Boca del Río, actualmente en manos del PAN, aunque sea de manera formal.
En Durango, uno de los dos estados gobernados por el PRI, la presión morenista y de sus aliados políticos del PT es de consideración, sobre todo en la Comarca Lagunera. Un tropiezo priista dejaría al partido reducido a su mínima expresión para 2027.
Me quedo en la primera parte de 2025 que, con mucho, definirá el futuro de los meses y años por venir. Mientras, escarbo en la caja de Pandora para volver a encontrar en el fondo, a la Esperanza.
Posdata de aliento. El Diario de Yucatán cumple el 31 de mayo 100 años de vida. Motivo para celebrar en el primer semestre. — Mérida, Yucatán.
*Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán.