ÍNDICE POLÍTICO/ Zoé Robledo no tiene llenadera

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Licitaciones con muchas irregularidades, como la del servicio integral de hemodinamia… pacientes que se despiertan o fallecen a mitad de una cirugía por la mala calidad o insuficiencia de los anestésicos que no llegan a los hospitales… descontento cada vez mayor de la representación obrera en el Consejo Técnico del IMSS son, entre muchos otros, parte de la herencia que esta primera etapa de la llamada Cuarta Transformación dejará a su supuesto “segundo piso” aún en construcción.

Y detrás de todo ello Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS que, mínimo, quiere repetir en el cargo si no obtiene la titularidad de la Secretaría de Gobernación como es el anhelo familiar.

Su más reciente “bisnes” es otro gran atraco a las cuotas que pagan trabajadores, empleadores y a veces el gobierno.

Un servicio integral de hemodinamia fue licitado en 1 mil 500 millones de pesos para 16 meses de servicio. Lo cancelaron. Y acaban de reponer la licitación para que el servicio se preste de julio a diciembre, esto es, por sólo seis meses ¡en 1 mil 587 millones de pesos!

¡Una transa monumental más de quienes, como Robledo, no tienen llenadera!

Quizá sea por eso por lo que, hace unos días, el mismísimo Robledo, acompañado de su alfil en los negocios Humberto Pedrero, quien cobra como asesor, y Guillermina Rivera Rendón, titular de la Coordinación de Atención a Órganos Fiscalizadores del IMSS, visitaron al mandamás de la Auditoria Superior de la Federación, David Colmenares Páramo, en busca de “flexibilidad o encubrimiento”.

Oficialmente, la visita fue para supuestamente ver los avances de la fiscalización de los recursos públicos federales ejercidos por el IMSS en la Cuenta Pública 2023.

Sin embrago, el verdadero motivo de la reunión fue para pedir al auditor superior que diera instrucciones a sus subalternos para que éstos fueran más “flexibles” con la solicitud de la información sobre la auditoria forense 194 que realizan al servicio general de anestesia del IMSS y, de esta manera, poder solventarla con el mínimo de observaciones.

Colaboradores de esta Institución refieren que otra de las peticiones de “flexibilidad” realizadas a Colmenares fue que les acepte la documentación presentada y que dé por solventadas el total de auditorías forenses (financieras) de las cuentas públicas del 2019 al 2022, en las que el IMSS no ha podido justificar el uso de los recursos que en su conjunto suman un monto de 2 mil 225 millones de pesos.

En este sentido, destaca la auditoria 1395-DS de la Cuenta Pública 2019 “Programa de Atención a la salud y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social”, referente a recursos federales destinados al IMSS Bienestar y de los que el IMSS no ha podido justificar su destino por la cantidad de 1 mil 342 millones de pesos.

En el ocaso de la primera administración de la 4T y ante la próxima designación de otras secretarías del gabinete de Claudia Sheinbaum –en la que algunos funcionarios quieren repetir en el cargo– tratan de convencer al auditor superior de que los ayude a entregar sus “libros en blanco”.

En el IMSS no se ha podido justificar el uso de recursos que suman 2 mil 225 millones de pesos y tampoco se conoce el destino de 1 mil 342 millones de pesos del IMSS Bienestar.

¿Dónde quedó la bolita?

¿Cuánto le dejará el servicio de hemodinamia?

Anatematizados por Andrés Manuel López Obrador, los llamados servicios médicos integrales más que una excepción fueron la regla durante todo este sexenio. Lo mismo en el IMSS que en el ISSSTE.

Y es en ellos donde se detectaron más irregularidades en el Seguro Social.

Como le decía líneas arriba, esto ya prendió las alarmas en los integrantes del Consejo Técnico del IMSS.

En un oficio con fecha 11 de junio 2024 dirigido al Secretario General del IMSS Marcos Bucio Mujica, los representantes del sector obrero han solicitado información “detallada” respecto del proceso de licitación número LA-50-GYR-050GYR988-T-16-2023 del servicio de hemodinamia, que fue cancelada el año pasado y en específico de las partidas 8, 9, 10, 20 y 21.

El motivo de la cancelación de esta licitación, cuyo objetivo es atender a los pacientes que sufran de un infarto al corazón en las unidades médicas de todo el país, se dio supuestamente para “salvaguardar los intereses del Instituto (…) pues repercutía directamente en la calidad y eficiencia de la atención médica brindada por el IMSS”. Incomprensible justificación, ¿no cree usted?

Pero, sospechosamente, estas cinco partidas canceladas fueron solo para las de las Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) y las que representaban el mayor costo. Un monto de poco más 1 mil 500 millones de pesos; mientras que en el resto de las Unidades médicas sí se adjudicó el servicio a las empresas participantes.

Entonces, ¿hay unidades médicas en el IMSS de primera y de segunda?

Y los derechohabientes ¿también los hay de primera y de segunda?

Pero el asunto no para ahí. Ahora resulta que el IMSS, que “dirige” como si fuese gerente general de una rentable empresa Zoé Robledo pretende la contratación de este servicio en esas cinco UMAE y para ello emitió la convocatoria LA-50-GYR-050GYR988- T-11-2024 para lo que resta de este año por un monto de 1 mil 587 millones de pesos, con un sobrecosto del presupuesto original cancelado del 300%, licitación que originalmente era por16 meses, contra esta que será por máximo ¡6 meses!

Ojalá Robledo y cómplices puedan aclarar cómo es que el gasto para 16 meses es igual al de sólo un semestre.

¿Y cuánto dinero se desvía hacia sus bolsillos con ello?

Anestesia + influyentismo = licitación criminal

De igual manera y ante el cúmulo de quejas de los médicos y de la suspensión de cirugías e incluso de algunos casos documentados de fallecimientos por la nula o mala prestación del servicio integral de anestesia, los consejeros obreros y patronales también solicitaron a Bucio Mujica información de la licitación del servicio de anestesia número LA-50-GYR-050GYR988-T-9-2023, pues esto resulta en un grave detrimento de cientos de sus representados que pagan sus cuotas obrero-patronales.

El problema es mayúsculo: el IMSS carece de insumos suficientes para las anestesias de sus pacientes, que debía tener a cambio de un contrato por 3 mil 984 millones de pesos para el servicio médico integral de anestesia a suministrarse entre 2023 y 2025.

Dicho incumplimiento consiste en el retraso de la puesta en marcha de las partidas 12, 13 y 15 pese a que el tiempo límite para hacerlo concluyó el 7 de noviembre de 2023.

El incumplimiento ha causado perjuicios y detrimentos graves al IMSS, de acuerdo con un escrito fechado el 4 de enero pasado, titulado “Justificación y análisis de la situación de atraso en la prestación del servicio médico integral para anestesia 2023-2024”, elaborado por la Coordinación de Planeación de Servicios Médicos de Apoyo del IMSS y, en este se lee:

“Toda vez que no se cuenta con el equipo médico de vanguardia, tampoco se cuenta con máquinas de anestesia y monitores de signos vitales de respaldo, aunado a ello, no está garantizado el abasto al 100% de los bienes de consumo y medicamentos requeridos en la Convocatoria”.

Las dimensiones del desabasto son por el momento una incógnita en una institución que realiza cientos de miles de cirugías cada año.

El documento citado forma parte del expediente INC/132/2023 que inició el Órgano Interno de Control tras recibir un recurso de inconformidad de las empresas Santek Health, SA de CV, y C&M Distribuidora de Medicamentos y Material de Curación, SA de CV, que participaron de manera conjunta en la licitación y fueron descalificadas.

Como resultado de esa impugnación al fallo, el IMSS exploraba la posibilidad de adjudicar nuevamente la partida 10, por lo que los administradores del contrato señalaron que CBH+ no era elegible, debido a sus incumplimientos.

Se sabe que detrás de CBH+ está un personaje que fue importante en el equipo más cercano a AMLO y que ahora busca estar bien posicionado en la siguiente Administración Federal, merced a las aportaciones de decenas de empresarios para la campaña de Sheinbaum en la que actuó como intermediario.

La Auditoria Superior de la Federación a cargo de David Colmenares Páramo está enterada de estas irregularidades.

Tan es así que está realizando la auditoria forense número 194 al servicio de anestesia… y por la cual Robledo le pide que sea “flexible”.

Total, unos miles de millones de pesos más escatimados a quienes pagan cuotas al IMSS es lo de menos, mientras los más altos directivos del Seguro Social sigan enriqueciéndose. ¡No tienen llenadera!

La próxima presidenta Claudia Sheinbaum Pardo deberá poner atención en los funcionarios que pretenden repetir en su gabinete, no vaya a ser que su “segundo piso” de la transformación inicie plagado de corruptos y por el peso de lo robado, colapse… para no variar.

Indicios 

¿Será por el cúmulo de robos a los presupuestos de la SSA, IMSS, IMSS-Bienestar e ISSSTE que el anhelo de AMLO de convertir a los sistemas públicos de salud en “mejores que los de Dinamarca” no ha cuajado? Dichos asaltos al erario se “justificaban” hasta hace poco con la argucia de que “eran para la campaña”. Pero esta ya terminó… y siguen robando. * * * Por hoy es todo. Mi invariable reconocimiento a usted que leyó hasta estas líneas. Y como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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