FRANCISCO RODRÍGUEZ
La actitud que ha asumido la pandilla cuatrotera de Andrés Manuel López Obrador para ejercer y aferrarse al poder es similar en todos los renglones, decisiones y objetivos a la estrategia que recién aplicaron en el Estado de México para dividir, comprar encuestas, desalentar la participación ciudadana e imponerse a costa de lo que fuera.
A López Obrador, quien ya mandó “al diablo a las instituciones” y ahora las está desmantelando, no le importa la legitimidad, ni el reconocimiento del apego a la ley, ni el desprecio de la gente, tampoco la mofa internacional, el abuso de funciones, los modos de la depredación, la patria, la soberanía, el ridículo generacional, los excesos pueriles y macabros que comete. Para él, para sus hijos, para su parentela y allegados todo es y debe seguir siendo Jauja.
No conoce otra ruta más que la del cash, el chantaje y la extorsión, porque es producto de ella. Repartir nuestros recursos de una manera esquizofrénica, inodar a todos los “empresarios” de cartón –tipo Carlos Slim— en el enjuague, convencer a través de la manipulación de sus matinés palaciegas, asociarse y proteger a criminales, empoderar a dinastías melifluas como los Batres, buenas para nada.
Como actúa sin mínimo decoro no se da cuenta de que la inmensa mayoría de la población, igual que en la aventura por imponer a Claudia Sheinbaum en La Silla, no se traga la miserable campaña de denostación, injuria y mentira hacia los opositores –particularmente a Xóchitl Gálvez–, que a costos inimaginables despliegan en “las benditas redes sociales”.
Ignorancia, prepotencia, ineptitud, voracidad y ostentación son las divisas de esa claque cuatrotera que sigue al “caudillo” como si este fuera el profeta que de verdad le hubiese cumplido al país. Además, su desmedida inconsciencia, atizada por el odio y el miedo de perder sus cargos, es incontrolable, todo porque así llegaron y así quieren quedarse.
Transmiten la seguridad de que el país les fue servido en bandeja de oro, sin medida ni consecuencias legales.
Sólo de los mexicanos depende dar la vuelta de tuerca que exigen ésta y cualquier generación futura, pues nacieron y nacerán en una patria que merece respeto, honestidad y esfuerzo para alcanzar las metas que se propusieron nuestros ancestros. Lo que no hagamos por nosotros, nadie lo hará, decía con razón Benito Juárez.
Ya son lo más despreciable
Como es más que evidente, AMLO y los morenistas llegaron al poder por el hartazgo popular de un sexenio de corrupción, ignorancia y entreguismo de los atracomulcas encabezados –en ese orden—por Luis Videgaray, Miguel Osorio y Enrique Peña. Hoy López Obrador y su hijo Andy López Beltrán son un reflejo de los mismos a quienes sucedieron: concesionarios de las proveedurías de los principales compradores del gobiernito, coyotes de cuello blanco y sucio, blanqueadores de lo mal obtenido…
… arreglos en lo oscurito con los “empresarios de cartón” que están siempre hambrientos de protección política a su ambición, y todo lo que usted guste añadir, gracias a la ignorancia, ineptitud, voracidad y ostentación que acostumbran a desplegar frente a todas las narices.
Con el lema de “primero los pobres” llegó un grupito que fue confeccionado para los negocios, producto del financiamiento del narcotráfico, que ha sido aceptado y comprobado en diferentes formas, y abanderados de un entreguismo sin paralelo en nuestra historia independiente. Representan ya lo peor que se nos pudo ocurrir, lo más despreciable de nosotros mismos.
Y como así llegaron, así se quieren quedar. Torpes para cualquier manifestación de administración y de gobierno, automáticos en el fraude, el peculado y el asalto a mano armada, naturales en la depredación del Estado y del país, ñoños inauditos. Sólo tienen conforme a un mínimo porcentaje de la población que, merced a las dádivas, vive en un sueño guajiro de sólo el día por día.
La ignorancia de esta claque de corruptos gobernantes ha sido el tema a destacar en el entorno mundial de los medios de comunicación comprometidos con la veracidad informativa. No en balde fue nominado como “El Tirano de 2023”.
La crítica devastadora y humillante a la que nos ha expuesto ante la opinión pública mundial como una sociedad indefensa, burlada y explotada, sin las herramientas de supervisión y castigo inmediato para los atrevidos, que succiona las energías y dineros de millones de contribuyentes cautivos y amenazados hasta la injuria sólo para satisfacer sus caprichos de obras inconclusas, mal hechas, eternamente subsidiadas.
4T: Sus estrategias son de buitres
A diario vemos cómo AMLO toma decisiones, posiciones y actitudes donde se mezclan simultáneamente la ignorancia y la rapiña, las peores cualidades de un gobernante sin atributos, concentradas en una banda de badulaques que ya son parte del asombro local y planetario por sus indefensiones cerebrales y atropellos al sentido común.
Su corrupción es desenfrenada y descocada. Casi todos los estándares mundiales de patrimonialismo y entreguismo han sido rebasados por los morenistas que, más que un estilo de gobernar, evidencian un catastrófico y contaminante modo de ser, un tracto sucesivo de creer que “trabajan” para un corporativo en bonanza, como herederos y dueños de nuestra riqueza soberana.
Abusan, roban, matan en concordancia con sus socios criminales y dispendian en obras que tendremos que subsidiar prácticamente per secula seculorum en el marco de la petulancia que anida en sus almas muertas, sin brújula ni puerto posible. Flotan encaramados en un barco naufragado, azotado por vientos de fronda, pues pensamos que sus destrozos aún tienen remedio.
En las matinés y en redes sociales se dedican a deturpar y enlodar a todos los demás con argumentos pueriles y desgastados que ya han sido rebasados por la opinión pública actuante.
El costo no interesa. Al fin y al cabo, recae sobre nuestros impuestos. Es sólo una estrategia de buitres a quienes la patria jamás ha importado.
La decisión de su final tendrá que ser, gracias al empuje de la oposición sensata hasta después del resultado electoral de junio. Si se politiza, mejor para todos. Los daños son políticos, eminentemente políticos, nada tiene por qué detenernos para ejecutar las medidas del resarcimiento a México.
¿No cree usted?
Indicios
Faltan solo algunos días para que las precampañas de Claudia Sheinbaum y de Xóchitl Gálvez lleguen a su fin para que cesen las sosas notas periodísticas que sobre ellas leemos, así como los repetitivos y nada ingeniosos spots de ambas en el espacio radioeléctrico dejen de perforar nuestros oídos. Entrarán en obligada pausa durante febrero y reiniciarán, ya como candidatas, en marzo para hacer campaña hasta los últimos días de mayo. Ojalá que esa pausa sirva para que ambas o, aunque sea solo una de ellas, nos muestre quienes son en realidad. Hasta ahora no conocemos a la real Sheinbaum, pues se ha mimetizado en AMLO. Y de Gálvez sólo nos enteramos de sus respuestas cotidianas a las barbaridades, muchas veces ya ni la chispa que le caracterizaba. En política, como en el tenis, hay que sacar y no sólo responder a las bolas. * * * El crimen sí deja. Luego de haber sido bateada por las oposiciones en el Congreso de CDMX, la ex fiscal ya tiene garantizado el premio a su sumisión: podrá ser senadora, por aquello del necesario fuero, o hasta miembro del gabinete donde hasta el momento no hay vacantes. * * * AMLO sorprendió hasta a sus más allegados cuando confesó que él besaba hombres, en el marco de su torpe disculpa por haber llamado “hombre vestido de mujer” a la diputada transgénero Salma Luévano. Esta vez ella no denunció la transgresión, como sí lo hizo cuando Gabriel Quadri le llamó “señor”. * * * ¡Albricias! La nueva Mexicana de Aviación ya tuvo un solo pasajero. A ese paso los contribuyentes al erario seguiremos, seguirán, subsidiándola hasta el próximo siglo, cuando ya sea financieramente autosuficiente. ¡Otro éxito más de la 4T! * * * Y por hoy es todo. Gracias por la lectura de estas líneas. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!