AMLO, como Robespierre * Ahora, ¿guillotina para “Alito”? * Oaxaca, a ritmo de tango
FRANCISCO RODRÍGUEZ. Andrés Manuel López Obrador sintió cus-cus y no llevó a la cárcel a ninguno de los expresidentes que, en campaña, dijo que sometería a la justicia.
Ahí sí que sintió como estaba (lleno) el Zócalo…
… y no medio vacío como el domingo anterior, por la incapacidad de convocatoria de “la favorita” de Palacio, Claudia Sheinbaum.
Bien sabe el tabasqueño que Vicente Fox, Felipe Calderón y, sobre todo, Enrique Peña –y colaboradores, como Luis Videgaray— tienen en su poder suficientes elementos como para, entre otras cosas, hacer añicos su pretendida “honestidad valiente”.
Por eso llamó a una faramalla de consulta popular y dejó la decisión en manos “del pueblo bueno y sabio” que, como bien calculó, ni siquiera hicieron caso a su llamado.
Es tan cobarde el bien llamado “Rey del Cash” que no se mete “con los de su tamaño”.
¡Puro jarabe de pico!, que es su especialidad…
… la misma dosis que receta a diario en sus matinés de Palacio Nacional.
¡Ah, pero qué tal con aquellos a quienes equivocadamente ve para abajo desde el tabique del poder prestado y que, gracias a Dios, ya se le va a acabar!
Fallidamente, como resulta prácticamente todo lo que emprende, ha intentado someter judicialmente a los panistas Ricardo Anaya, quien fuera su contrincante en la elección presidencial, y al ex gobernador tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, con la complicidad abierta y desvergonzada de Alejandro Gertz, su “fiscal carnal”.
Igual lo ha sufrido el perredista Mauricio Toledo, ex delegado de CDMX en Coyoacán, él sí desaforado, pero sin posibilidad de ser enjuiciado dado de que también goza de nacionalidad chilena.
El trío, empero, se encuentra en el extranjero gozando de cabal salud, y sólo a la espera de que termine este sexenio que es padre y madre de la desgracia nacional.
Inició la época del terror
El propio AMLO nos lo advirtió en una de sus matinés no tan lejanas:
“Lo bueno de esto es lo peor que se va a poner”, dijo, en palabras que por primera vez le escuché a otro tabasqueño –éste sí, estudioso, inteligente, brillante— Arturo Núñez Jiménez, quien no ha mucho gobernara la entidad del sureste.
Como Maximilien Robespierre, el oriundo de Tepetitán, adopta la política del terror en contra de sus adversarios políticos a los que su mente estrecha identifica como “enemigos”.
Si es que de verdad pasó por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM –si no, en por puro instinto del aristotélico zoon politikon–, López Obrador sabe, y pone en práctica, que el terror ha sido siempre uno de los aliados más fieles del poder, sobre todo cuando este es fallido, como es el caso…
… intuye que la creación artificial de atmósferas de miedo obliga a los adversarios, y aún a todos los gobernados, a blindarse frente a las acechanzas y amenazas…
… que el miedo que anida en el cerebro quebranta la resistencia, genera pánico y paraliza la disidencia.
Y eso es lo que ha echado a andar ahora, otra vez, en contra de Alejandro Alito Moreno, diputado y dirigente nacional del PRI, quien esta vez no se doblegó ante las presiones que en su nombre ejercieron esbirros de la calaña de Layda Sansores, en mala hora gobernadora de Campeche y, en peor momento Adán (Augusto) López, su pariente secretario de Gobernación.
Pero no solo en contra del dirigente tricolor. Ahora mismo las presiones de todo tipo, incluidas las de índole familiar, son ejercidas en contra de la mayoría de los miembros de la bancada del PRI en San Lázaro.
Ya se presencialmente, vía telefónica o a través de conminatorios correos electrónicos las amenazas de auditorías, de órdenes de aprehensión, chantajes… todo el menú de intimidaciones que suelen usar los cuatroteros cuando no les asiste la razón y se colocan al margen de la ley, todo para imponer los caprichos de López Obrador.
Pero ni así…
Alito frustró las reformas electorales
Alito superó el temor a la guillotina a la que AMLO, también infructuosamente, ha pretendido llevarlo, como hiciera Robespierre en su momento a Georges-Jaques Danton su antiguo aliado, opositor al terrorismo desatado por el revolucionario francés.
Antes de amilanarse, el exgobernador campechano se ha engallado, como decimos popularmente.
Primero, el domingo 13, el priísta marchó al lado de centenares de miles en defensa del INE, pero sobre todo en contra de que el caudillo cambie las reglas del juego democrático con el objetivo de perpetuar a su cada vez más desorganizado e internamente enfrentado en “tribus” y, por tal, muy frágil Movimiento.
Luego, en múltiples declaraciones a los medios, Moreno Cárdenas ha asegurado que su partido esté firme en rechazar la iniciativa de reforma electoral del presidente –cuyo dictamen supuestamente se discute mañana en la Cámara Baja– porque, dijo, lastima la autonomía de la autoridad electoral y debilita al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Más aún, ha precisado que el PRI no tiene una contrapropuesta de reforma electoral y afirmó que los diputados priistas –todos– están listos para que se ponga en marcha el proceso legislativo y votar en contra de la reforma del presidente López Obrador.
Y por si fuese poco retó apenas: «Aquí estoy, firme», expresó el dirigente priista, al reiterar que «no me voy a ningún lado»…
… a diferencia de Anaya, García Cabeza de Vaca y Toledo, quienes desde más allá de las fronteras también lo desafían.
Resultado: Otro fracaso de AMLO.
Se cayó la reforma constitucional.
Y peor, todavía, el “Plan B” de modificar sólo algunas leyes electorales carece de viabilidad constitucional.
Por eso la amenaza: Reactivar el proceso de desafuero en contra del dirigente nacional de los tricolores para que, en palabras de otro de los esbirros de Palacio Nacional, Ignacio Mier, a más tardar el 15 de diciembre los integrantes de la Sección Instructora de la Cámara Baja soliciten pasar a la siguiente etapa que es la de los alegatos en pro y en contra.
La guillotina, pues.
Y eso que, dice el propio AMLO, en su “pecho no anida la venganza”.
¿Usted le cree?
Indicios
Mala suerte con los hermanos tiene el Presidente de la República. A Pío y a Martín les desgracia la existencia al ser exhibidos luego de que los manda a grabar su ex consentido verde Manuelito –siempre será Manuelito—Velasco Coello recibiendo sendos sobres de “cash”. Otro de ellos, Pedro Arturo, públicamente ha renegado de él. Ya eran muchos “¡y parió la abuela!”, porque ahora le salen tres “postizos”. En un mitin sabatino su canciller Marcelo Ebrard, también “encorcholatado”, dijo textual, que si de cercanía se tratara la sucesión “el Presidente tiene tres hermanos, una hermana y dos hermanos, de manera que el tema no es de cercanía, es qué propones y que eres capaz de hacer. Entonces se va a poner interesante”. Entonces, corrijo a quien hace ya un rato fuera “el joven maravilla” de la política, ¡va a ser una guerra fratricida! Ya lo es, en los hechos. * * * Rejega y, para no desentonar con las violaciones a la ley, constante de la 4T, la bride-to-be (próxima a vestirse de novia) Claudia Sheinbaum acató la instrucción del INE de deslindarse de las bardas que promueven su imagen y solicitar a simpatizantes que se abstengan de realizar esas conductas… pero protestó la decisión y amagó con apelarla. * * * Olvídese de La Zandunga, esa hermosa canción tradicional de Oaxaca que nació como una sencilla tonadilla compuesta de un son istmeño y un zapateado. Ahora, en el naciente gobierno de Salomón Jara primará La Cumparsita, el tango rioplatense más famoso en el mundo. Y es que ya irrumpió en el cotarro de la Vieja Antequera el argentino René Palacios como el titiritero del primer gobernador no priísta de la entidad a quien se escucha decir al nuevo gabinete: “Tenemos que acostumbrar al orden, nosotros le marcamos el esquema a los secretarios, que no es al revés (…) el primero que hace grilla se va, eso que le quede claro a todos, no importa quién sea (…) estamos en condiciones de decirles a los secretarios que va a haber consecuencias; comunicación social somos nosotros (…) no vamos a hablar siempre con los medios”. Ah que “Garufa, ¡mira sos divertido!”. * * * Y por es todo. Gracias por leer estas líneas. Como siempre, usted sabe, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!