“No te preguntes ¿Qué puede hacer tu país por ti?, respóndete, ¿Qué puedes hacer tú por tu país?
John F. Kennedy
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO
El futuro de nuestro México y la forma como vivimos se pronostica sombrío, la desmesurada corrupción gubernamental, su co gobierno con cárteles, la mediocridad del morenismo y de todos los partidos, la corrosión del obradorato metastásico en la conciencia de millones de mexicanos, la violencia creciente y el apachurramiento de las resistencias sociales, hacen evidente la progresiva degradación y decadencia de valores en nuestra sociedad, es lo que hay y debemos vivir con eso.
Por si fuera poco, los grupos de oposición sucumben en la orfandad, sin ideas ni liderazgos auténticos que tengan las manos limpias o talento siquiera, viven cooptados por camarillas que se disputan sus cupulas en lugar de avergonzarse de sus fracasos.
La sociedad que piensa diferente al oficialismo sigue pasmada, por la derrota electoral y la decepción de sus líderes, viendo en silencio cómo la corrupción lo carcome todo y se desmorona el mundo que ha construido.
El liderazgo perdido que más duele es el de Xóchitl, nos quedó a deber y cayó de la gracia de millones de esperanzados cuando la noche del día difícil se retiró de la lucha, justo cuando millones aún luchábamos por defender la causa que ella encabezó asumiendo hasta el límite el compromiso al que ella convocó pidiendo que no la dejáramos sola.
Al final, millones nos quedamos solos, ella nos dejó.
El domingo 11, ante el plantón frente al INE, notoriamente sensible, por primera vez desde aquel día ante la parte residual de la marea rosa, explicó lo que ya había dicho en medios, adujo que ella es demócrata y los números no le daban.
Tiene toda la razón por supuesto, eso explica con frialdad su decisión, pero no justifica que haya roto el corazón de millones de mexicanos que dimos todo nuestro esfuerzo por la causa que ella encabezó, duele que no haya entendido que su liderazgo era emocional y que su explicación es muy parecida a la del marido violento que luego de lastimar a su mujer le dice sus motivos en lugar de disculparse y tratar de recuperar la confianza de la ofendida; la realidad es que ella ya abandonó las causas sociales por las que juró luchar y nos pidió que lucháramos con ella.
Desearíamos verla organizando cruzadas nacionales por los indígenas, por las madres buscadoras, por las mujeres lastimadas, por empoderar a los pobres a quién prometió sacarlos de la pobreza, haciendo lo que dijo que haría si fuera presidenta, moviendo a la sociedad, pero no, por ahora, no la vemos en eso, tristemente nos sigue quedando a deber y no le podemos exigir que lo haga.
Taboada, no ha tenido interés de darle la cara a los miles que lucharon con él, no obstante que hicieron lo más que pudieron para ayudarlo y que prometió que lucharía por las mejores causas de los capitalinos, si no lo hace en la derrota donde muchos necesitan sólo su solidaridad, agradecimiento y un abrazo de compañeros, hay razones para suponer que tampoco lo habría hecho en el éxito y ese desdén duele; de los demás candidatos que perdieron tampoco se sabe casi nada; ni modo, es lo que hay.
El PRI, se ha convertido en toda una vergüenza y decepción pública por el abandono a sus bases sociales, pero ahora peor, por su patética realidad de consolidar su captura a manos de su último depredador quien con todo cinismo alza las manos en señal de triunfo festinando su reelección diciendo que ese partido es social y que no se volverá a equivocar, cuando ése mismo dirigente es exactamente su más aberrante equivocación; a partir de ese acto Alejandro Moreno aprovechando su dominio del partido, tendrá prisa por depredar el patrimonio inmobiliario del PRI, que vale fortunas; ni modo y pena por lo que queda del antaño partido hegemónico, ahora, es lo que hay.
Del PAN, igual, da pena ajena por el abandono a sus bases que no consiguió convocar para hacerse representar el día de la elección; ahora se encuentra en proceso de renovación de su dirigencia, ojalá le vaya mejor y los nuevos reencuentren al partido con la sociedad que vive a ras de piso.
¿Qué fue de la marea rosa?, apenas un grupo residual de aquellos que hace meses inundamos el zócalo nos apostamos el domingo 11 en las puertas del INE reagrupándonos, abatidos y tristes, pero sabedores que es lo más esperanzador que existe visible como organización social, somos lo que queda de la lucha social activa pero con corazones rotos que aún palpitan desde la resistencia, el movimiento ahora es modesto pero aún vibra; ¡Es lo que hay!
Como anticipé, el ambiente político se percibe sombrío, sórdido y todo indica que se pondrá peor, ante la obsesión del oficialismo por destruir al Poder Judicial Federal y alcanzar la sobre representación en el congreso federal.
Ante este futuro incierto es hora de preguntarnos ¿Qué hacer?
Mientras surgen mejores liderazgos, nos toca fomentar la actitud crítica y conciencia de la realidad en todo nuestro entorno, integremos grupos de autodefensa y solidaridad social, mantengámonos incorruptibles y con apego a los mejores valores de convivencia, exigiendo ética gubernamental y oponiéndonos a las malas prácticas de agentes gubernamentales.
No es una utopía o sueño romántico, debe retumbar en nuestro pecho la frase de Kennedy que ya cité y el ejemplo de tantos luchadores sociales que se levantaron de condiciones más adversas para crear los movimientos sociales en todo el mundo y en todas las épocas.
Nos resuenan historias como la de Martín Luther King contando su sueño o Gandhi sosteniendo que “Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”.
Por difícil que parezca, el cambio político y la resistencia cívica comienzan por uno mismo.
En la arena política contienden personas, se necesitan líderes en los que se pueda depositar confianza, por quien luchar, sólo surgirán si mantenemos la fe, la esperanza, la actitud de desear un México mejor.
Todos los movimientos sociales de reivindicación se gestan con actos de dignidad, con brotes de inconformidad, fruto del pensamiento libre y crítico, cada lucha social exige conductas honorables comprometidas con las causas justas; piénselo, no soslaye que el futuro depende de lo que hagamos hoy, específicamente de lo que hagamos usted en su espacio y yo en el mío.
Nadie sabemos cómo evolucionarán las cosas, sólo que ¡Nada es para siempre! Y que la oscuridad de la noche termina al día siguiente y eso no ha cambiado en todos los tiempos, por eso, nuestro deber es sobrevivir con esperanza, con fe, haciendo lo que sabemos que es trabajar, luchar con apego a los valores, no conformarnos con la corrupción, haciendo lo correcto.
Es hora de respondernos, ¿Qué puedo hacer por mi país?, hoy por hoy, es lo único que hay, sólo Usted mismo.
13 de agosto del 2024