HOMO POLÍTICUS/ Nuestro modelo de violencia, único en el mundo

“Ante las atrocidades, tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”. Elie Wiesel

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

Único en letalidad, involucramiento gubernamental e indiferencia social, son 3 indicadores que lo hacen extraordinario y vergonzante.

Observé estos datos de locura.

1.-          En el 2024 se registraron más de 500 ataques armados a figuras políticas, muchos de ellos letales, este río de sangre evidencia la obsesión de cárteles de penetrar al estado para ocupar posiciones clave, obvio que, son incuantificables las acciones de corrupción clandestina pactadas con dinero que permanecen ocultas.

Para los cárteles es notoria la rentabilidad de cogobernar y la inexistencia de un gobierno capaz de confrontarlos.

2.-          En 14 de 32 entidades federativas, existen ahora enfrentamientos armados constantes entre carteles que han culminado en masacres grotescas por el control de zonas bajo su influencia, estas batallas evidencian una disputa por dominar las plazas o rutas de traslado.

En las otras 18, las disputas entre cárteles son incipientes, pero ya hay datos de que están operando y obedecen el mismo patrón de las 14; si no cambian las cosas, es inminente que sufrirán su misma suerte.

3.-          Durante el 2024, acontecieron en México más de 30,000 homicidios dolosos, está recurrente práctica homicida, por su propia gravedad, evidencia que nuestra sociedad abrazó la violencia como método para resolver disputas sin intervención judicial.

La inutilidad del estado para resolver conflictos es vergonzante y alcanza cinismos sin comparación en el mundo con fiscalías en 98% de ineficiencia y discursos efusivos de simulación que pregonan que tienen avances en la solución de estos temas.

Por el hecho en sí mismo y por invisibilizarlos, es evidente que nuestra sociedad se ha insertado en la comodidad de la contemplación indiferente ante el fenómeno y convalida el homicidio como opción para resolver conflictos y esta mala práctica evidencia una muy grave degradación de valores generalizada.

4.-          En México, A. C. Consultores afirma que existen 175 cárteles en operación, entendiendo por ellos a grupos criminales que funcionan a gran escala con un sistema de jerarquías establecidas orgánicamente.

Este dato implica la existencia de miles de células y grupos delictivos de menor escala operando en el 100% del territorio nacional, cuando menos 4 de nuestros cárteles, tienen actividades internacionales y ya son pesadillas en otros países.

Está explosión de grupos criminales evidencia temas muy delicados, el primero, la inexistencia de gobierno eficaz que los confronte, el segundo la muy alta rentabilidad económica de esos negocios ilícitos y la tercera, un cambio de giro en las expectativas de desarrollo personal y preferencias laborales de los mexicanos.

El asunto es de espanto, los jóvenes claramente saben que el delito es económicamente rentable y casi impune en ese 98% de ineficacia gubernamental para perseguirlo y que es un modo de emplearse fácil, que ofrece poder personal, sentido de pertenencia y sin pago de impuestos.

Un estudio de del Compliexity Sciencie Hub de Viena, sostiene que el crimen organizado, es el quinto mayor empleador de México con entre 160 y 180 mil agentes activos, este indicador es especialmente vergonzante.

5.-          En México, están identificadas, más de 9,000 fosas clandestinas; sí, leyó bien, con restos humanos y la difusión de ese dato y de los anteriores, no impresionó a nadie, ya nos volvimos ciegos y sordos a esta fúnebre realidad, ¡Hay más fosas clandestinas que panteones!

Dejamos de ver y escuchar el clamor de las madres buscadores, de las viudas y de los huérfanos y optamos por sumirnos en una indiferencia incompatible con la dignidad y la solidaridad.

6.-          El mercado México norteamericano, es el mayor del mundo en tráfico de drogas como fentanilo, cocaína, mariguana, migrantes y armas, las montañas de dinero que ahí mueven son superiores a las economías de muchos países.

Las posiciones clave que permiten el apogeo de ese mercado son aeropuertos, aduanas, aeronaves, puertos, carreteras, los mares, que ahora administra el ejército mexicano y ese mercado fluye principalmente por los estados fronterizos y por el corredor del pacífico, todas esas vías son dominados institucional, municipal y estatalmente por el gobierno morenista.

7.-          Voces del periodismo de investigación de los Estados Unidos, afirmaron que en México hay un narco gobierno.

Las evidencias, son abrumadoras por el nulo combate a cárteles, por las declaraciones incriminatorias de testigos, por el encubrimiento a grupos criminales, por las visitas del Peje a Badiraguato sin agenda oficial, por su compadrazgo y compromisos con Salgado Macedonio, por implementar una política cínica de acusarlos con sus abuelitas y por el abierto apoyo electoral a Morena de varios cárteles, especialmente el de Sinaloa.

También por la inutilidad evidente del gobierno de combatirlos y el cinismo de decir que lo hacen cuando ese discurso se desmiente por la inexistencia de resultados palpables.

Es tan enorme el poder e impunidad de los cárteles que ya también le cobran piso e impuestos a varios gobiernos municipales, ¿Usted puede imaginarse a un gobierno pagando para que lo dejen gobernar?, esto sólo es posible si el municipio se encuentra sin poder, en la orfandad política del gobierno estatal y federal.

8.-          El gobierno mismo asumió el homicidio como política pública, desde el 2018 abandonó sus obligaciones institucionales de dar servicios de salud a la mitad de la población, el saldo fue, más de un millón de muertos que padecían enfermedades crónico degenerativas y cáncer que quedaron privados de recibir servicios médicos e impedidos para recibir ayuda con el pretexto de la pandemia, además son incuantificables los muertos por combatir el COVID con escapularios como aconsejó el Peje. Aconteció esta mortandad y no pasó nada, absolutamente nada, ya nos acostumbramos.

Asómbrese, la extinción del seguro popular y de servicios a la mitad de la población, no le importó a la sociedad insensible, cuyas que hicieron mayorías, prefirieron recibir dádivas aunque se gastan en medicinas.

9.-          En México hay más defunciones violentas civiles per cápita, que en cualquier otra parte del mundo incluyendo a países en guerra como Palestina, Siria, Ucrania según el informe de «Armed Conflicto Location & Evento Data (Organización Internacional denominada “Lugar del conflicto armado y fecha del evento”) dedicada a medir los conflictos armados en el mundo.

Probablemente esos países han tenido más muertos, pero si ponderamos sus números comparativamente con el porcentaje de población, los superamos enormemente.

En México hay registro de 110,000 personas desaparecidas y sobre este tema hay un enorme velo de juego de engaños entre versiones oficiales y estudios de organizaciones no gubernamentales, empero de este enorme volumen es incierto cuántos son los que fueron a parar a las 9,000 fosas clandestinas o cuántos a otras no localizadas.

Hasta aquí los datos duros, que podrían llenar páginas de espanto.

Mientras está catástrofe explota, el obradorato se voltea para otro lado, simula, se obsesiona por perpetuarse en el poder, destruye al poder Judicial, a los organismos autónomos, se roba los fondos y fideicomisos, impone la prisión preventiva y desnaturaliza la Constitución federal.

Amigo lector, hemos alcanzado umbrales de locura y parece que aún no tocamos fondo, ni siquiera las fibras emocionales que hagan reaccionar a las mayorías.

La hiper violencia y el narcoestado están mal, pero está peor que todo pase ante la indiferencia de las mayorías que lo consienten y callan silentes, permaneciendo imperturbables ante el baño de sangre de otros mexicanos sin considerar que su silencio es complicidad y sin entender que el cambio real comienza alzando la voz y exigiendo ética a los gobernantes.

¿Hasta dónde hemos caído? O quizá la pregunta deba ser, ¿Hasta dónde consentiremos caer? O ¿Que necesita pasar para que reaccionemos?, mientras toleremos la degradación política estamos condenados a sufrirla.

Cómo es evidente, por ahora México no tiene ningún interés en corregir sus vicios, somos como un país ebrio, pudriéndonos por dentro, pero feliz de seguir en esta progresiva degradación.

El gobierno norteamericano probablemente si tenga interés en que corrijamos, pero claro que no por nuestro bien, sino para detener la masacre silenciosa de más de medio millón de jóvenes muertos en ese país intoxicados con fentanilo mexicano, ya cantaron el tiro y Claudia desenfadadamente ya anunció que, contra las amenazas de los americanos de defender a sus jóvenes, tenemos nuestro himno, otra señal de necedad y cinismo.

En realidad, existe la esperanza de que los norteamericanos, tengan interés en no compartir una frontera enorme con un país cuyo gobierno camina socialismo y coquetea con Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua entre otros zurdos.

En tanto, todos seguiremos en esta precipitación indolente al vacío, víctimas de nuestra indiferencia de criminales y políticos miserables, es así, como, inmersos en esta demencia iniciamos este 2025 de difícil pronóstico.

Así las cosas, en estos tiempos difíciles.

José Carlos González Blanco.

5 de enero del 2025

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