HOMO POLÍTICUS/ México perdió la elección

“Perdiiiiimos compadre …… «

Dicho popular de quién nos hizo creer que ganaríamos

JOSE CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

México perdió la oportunidad de renovarse, de oxigenar su administración decadente y mediocre, de ofrecerse a sí mismo otras opciones de modernidad.

Prevaleció la cultura del odio, de la mentira, de la arrogancia prepotente que engaña a las masas con falsas promesas de ayuda que jamás llega real, sólo dádivas insuficientes que amarran la clientela electoral.

Los candidatos que liderearon la resistencia se rindieron la misma noche triste, lo hicieron sin revisar los números, sin darle la cara a sus electores que sí votamos y luchamos por ellos, sin más, sólo se rindieron.

Quienes percibimos el resultado como una derrota, la cruda realidad y la experiencia nos imponen el deber de la introspección para entender lo que no hemos querido o sabido interpretar, debemos hacer el esfuerzo por conocer ese otro México, aquel que dejamos de ver o que no hemos percibido o querido sentir.

Hay un México que debemos redescubrir para nuestros adentros, para opinar, para ser parte vivida de él.

Hemos tenido ese México enfrente y al parecer no hemos entendimos sus sufrimientos ni sus agravios ni sus esperanzas ni su idiosincrasia en su auténtica magnitud.

Ese México, nos dio una bofetada de realidad y nos dijo, aquí estoy, resentido por estar sumido en la incultura, en la pobreza, en la marginación ominosa, ignorado por los partidos, por los líderes políticos de ocasión, por las clases medias y altas, tal y como pasaba antes de la revolución.

Millones de mexicanos nos optaron por el partido que los engaña cínicamente aún a sabiendas que les mienten y los usan con líderes abiertamente corruptos, los prefieren igual que la multitud prefirió a Barrabás, igual que los alemanes hipnotizados por Hitler, o Franco o Gadafi, los siguieron, igual como cuando se cantan apologías de narcos en corridos populares.

A que se debe esta decadencia, los eligieron porque ese partido está ahí con ellos, habla su lenguaje de odios y resentimientos y nosotros no estamos ahí.

Los eligieron porque significan su esperanza que aunque nunca llegue, les mantiene intensos, les identifica, porque en esos sectores no hay más visión del mundo que su entorno, a ellos no les preocupa el precio del dólar, ni el costo de la deuda externa, ni lo que pase en las zonas de más violencia, viven exactamente igual de pobres de todas formas.

Esos millones de mexicanos nos mostraron que están cómodos con un partido de estado que roba dinero del presupuesto para pagar campañas engañosas para postular farsantes a quien idolatra, nos mostró que no le importa vivir sin servicios médicos ni medicinas ni con cárteles gobernando, ni sumidos en la violencia, ¿Por qué?

Es hora de investigarlo, de la introspección, de entender que hay resabios arraigados, que hay heridas que no sanan y que se puede vivir en la misera odiando, pero teniendo quién les interprete.

Es hora de entender ¿Qué pasó de la elección del 2021 a esta de 2024?, en aquella ya había un hartazgo contra el morenismo decadente que hoy está más enardecido y se reflejó en expresiones populares y en las urnas que todos vimos abarrotadas pero cuyo cómputo resultó extrañamente insuficiente, algo no cuadra en los números oficiales del PREP.

No cuadra que los partidos de la alianza opositora y sus candidatos, se durmieran en su soberbia y no pusieran representantes en casi la mitad de las casillas sabiendo que de ellos dependía su elección.

¿Qué pasó?, ¿Por qué no lo hicieron?, ¿fue por negligencia? o ¿Porque no tuvieron personas interesadas en representarlos o porque no quisieron?, hoy 3 de junio no tienen ni siquiera las copias de las actas que les permitirían hacer una simple suma aritmética de las 169,668 casillas que sí se instalaron.

Los líderes de partidos han perdido casi todo en lo que compiten y siguen ahí, adueñados de los institutos de lucha política, ¿Por qué? Si se han peleado con casi todos.
En realidad y por crudo que sea, no merece gobernar una fuerza política que desde siempre supo que hoy necesitaría las actas y que fue incapaz de prever la manera de tenerlas, nunca supo cómo resolver un problema tan simple; ¿Cómo aspirarían a gobernar y a resolver los grandes problemas de México?

¿Cómo fue que se dejaron manosear la elección?, nos deben una explicación y nos deben dar la cara, sobre todo a los que luchamos por ayudarlos a las clases trabajadoras, aspiracionistas, a la resistencia.

No cambio de tema, pero le contaré una anécdota que viví hoy porque es muy gráfica de nuestra realidad y me dice claramente lo que viviremos en el futuro cercano.

Vivo en una colonia normal, limpia, agradable, hoy salí de casa para ir a mi trabajo y al pasar por la primaria sede de mi casilla, me detuve a leer con cuidado el cartel con los resultados electorales, justo estaba parado sobre el andador comunitario frente a la puerta.

Junto a mí, se instaló una señora, obesa, despeinada y fodonga, paseaba 4 perros que parecían callejeros, se acercó al cartel y a mí, hizo como si examinara el cartel y en voz atípicamente alta, dijo en actitud de burla, “En esta pinche colonia son puros panistas, pero nos los chingamos”; emitió una simulada risa repitiendo la misma idea y mientras satisfacía su provocación, uno de sus perros defecaba frente a la escuela donde en un rato saldrán los niños, aguardó a que su perro se satisficiera y cuando ella y su perro lo hicieron se fue cantando en voz alta, asegurándose de que yo la escuchara ….. “estoy feliz como una lombriz”.

El evento me dijo mucho más de lo que aquella mujer imaginó, en efecto, en mi colonia los votos fueron mayoritariamente para el PAN, ella notoriamente no reside en esa colonia, vino de otra donde su forma de vivir es juntar perros para pasearlos en la colonia donde ella no vive y vivimos las personas que ella desprecia, ella paseaba perros que vienen a ensuciar y no limpió, ella se sintió feliz eligiendo identificarse con un animal reptante sólo por que perdió el PAN, creyó que se burlaba de mí y lo hizo en voz alta, sin conocerme, ella, sin dar la cara ni su nombre, pudo venir a vomitar su odio contra mi persona y vino a ensuciar el sitio donde ella no vive pero viene a disfrutarlo por limpio y ordenado y si viene, me hace suponer que le gusta y en sus soterrados deseos, desearía vivir aquí.

Amigo lector, le cuento esta historia porque me inoculó la duda, ¿Qué sigue?, ¿Qué seguirá luego de la andanada de burlas y desinhibiciones de odios anquilosados en esas mayorías que hoy se bufan?

Sobre esa señora y sus millones de similares, me dejó pensando, ¿Qué estaría dispuesta a hacer en sus odios de clase, contra personas como yo que no conoce?, personas como ella serían felices con la extinción de la propiedad privada que no tienen y su reparto a ellos por razones de justicia.
Ese odio es entre otras razones, alimenta su oferta de cambiar la constitución y destruir la Suprema Corte, al INE y todos los contrapesos que evitan que sus prometedores de falacias les cumplan con el reparto de la riqueza.

Si lograron mayorías en los congresos, y dominan los presupuestos, preparémonos para una noche larga, obscura y triste.

Preparémonos, para seguir dando la pelea con lo que podamos, en la resistencia crítica, cívica, ética, derrotados por el realismo electoral, pero vivos aún por el tiempo que nos dejen disfrutar de la libertad de expresión y de la forma como hemos decidido vivir.

Hoy debemos aprender una lección de realidad y debemos respondernos, ¿Qué sigue?.

3 de junio del 2024

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