HOMO POLÍTICUS/ Fanatismos políticos que renuncian al pensamiento crítico

“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.” Winston Churchill

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

¿Qué hace que otro sapiens, se fanatice y renuncie razonar?

Los fanatismos, son sectarios, intolerantes, incompatibles con la libertad de pensamiento y expresión, tienden a extinguir lo que se les oponga, son invasivos, renuncian a la razón crítica a la inteligencia analítica, “cualquiera con fanatismo, poder e impunidad se convierte en una bestia” afirmaba Isabel Allende y tenía razón.

La historia registra experiencias brutales de sociedades adoctrinadas por sistemas extremistas que ejercen manipulaciones sofisticadas, ya religiosas o populismos totalitarios como antaño los dominios tribales, el islam, el cristianismo medieval, el fascismo, nazismo, comunismo o imperialismos en todas las épocas o sustentados en ideas, racistas o clasistas.

En México, tuvimos antecedentes de procesos análogos que causaron mucho dolor y acabaron mal, recuerde a los aztecas con modos imperiales y rituales antropófagos o el oscurantismo religioso durante la colonia o el sempiterno dominio machista desde todos los tiempos que es una modalidad de fanatismo invisibilizado.

El común denominador es que, en todos esos casos, los líderes impusieron su voluntad y dominaron la de inteligencias modestas que vivían con valores elementales de convivencia social quienes, a pesar de las aberraciones, se adecuaron al modelo impositivo.

¿Porque puede pasar esto y alcanzar niveles de autodegradación y depredación grave de unos en perjuicio de otros?

Cuando pasa, no solo hay una renuncia a la inteligencia crítica, también a valores de solidaridad, compasión y respeto por los demás que se desvanecen en la insensibilidad subordinada a intereses de mantenimiento de otros en el poder.

El tema cobra actualidad y nos obliga a la reflexión por la fuerte presencia de fanáticos filo morenistas y las contraproducentes discusiones que sostienen con quienes pensamos diferente.

¿QUE EXPLICA EL FANATISMO?

 

El fanatismo político se explica por el adoctrinamiento que encuentra fertilidad en personas que, de manera consciente o inconsciente tienen necesidades emocionales vitales y debilidades de personalidad, como las que paso a describir.

 

1.-          Necesidad vital de creer en alguien o proyectarse en él; se trata de personalidades mermadas en su autoestima, que sólo se encuentran consigo mismos proyectándose, inconscientemente, en un líder con quién construyen una identidad subjetiva, pueden ser caudillos o figuras que convierten en emblemáticas; sin esas referencias, su vida es prácticamente vacía.

 

2.-          Necesidad de identificarse y ser aceptado en grupos sociales, disentir los convertiría en apestados que no encajarían en esos grupos; pueden ser micro círculos de convivencia como la familia, laborales, gremiales, vecinales etc. y, desde luego, es más trascendente cuando intentan acceder a grupos con otras cualidades en los que difícilmente serían acogidos o podrían integrarse.

 

3.-          Necesidad de canalizar resentimientos ocultos de minusvalía o incapacidades de superar su estatus; hay personas que van guardando rencores por no lograr escalar económica, social, intelectual o estéticamente ni siquiera por mejoría de méritos personales; la frustración por mediocridad crea resentimientos animadversos contra grupos exitosos.

 

Si esos resentimientos creados por el dolor de la mediocridad, pobreza o minusvalía no encuentran oportunidades revanchistas, les carcomen y lastiman; oponerse abiertamente a grupos privilegiados, ofrece espejismos de lastimar a esos grupos odiados.

 

4.-          Necesidad de identificarse con líneas de pensamiento que les aporten la idea de sentirse tener razón, es como irle al América o a las Chivas por asimilación, o al Toluca sólo por vivir en el Edomex, no por tener alguna idea de lo que sean.

Desde luego que hay otras razones, pero he mencionado los principales aspectos emocionales que explican los fanatismos.

Desde luego y también debe decirse, que no todo aquel que piense de manera diferente a los filo morenistas, es necesariamente asertivo en su ideas, lo uno, no implica lo otro, por supuesto que en todo modelo y convicciones hay vicios y perversiones.

En el fanatismo, la característica fundamental es la negación a considerar la realidad, el error propio o el argumento discordante; el problema es que esa negación sistémica, conduce a la necedad práctica y la cerrazón.

¿COMO SE CORRIGE?

Las ideas, solo se superan con ideas nuevas que sustituyen unas por otras; pasa mediante dos métodos.

1.-          Golpes de realidad, que suelen ser devastadores, enseñan lastimando por pérdidas dolorosas, rompen el esquema del fanático por ser abrumadoramente insostenible y catastrófico

 

2.-          La imposición de ideas renovadoras que se imponen con la magia del marketing que también aprovecha necesidades emocionales de mentes dúctiles y las persuade de acoger nuevas opciones o populismos esperanzadores.

 

Esta vía, exige liderazgos frescos, un discurso esperanzador en oposición al preexistente y ser apoyado por una campaña persuasiva inteligente.

 

LA CRISIS DE NUESTRO TIEMPO

México transita por profundos colapsos ideológicos, confusiones, contrastes económicos, culturales, sociales, etc. ¡Somos un mosaico policromático de formas de ser y entender!

Coexistimos entre resentimientos profundos por los contrastes económico, sociales y educativos en un ambiente ácido por hartazgos de corrupción, narco gobierno, violencia y mediocridad de políticos oportunistas, por sistemas descompuestos operados por indolentes.

Morena, es insostenible porque tiene todos esos defectos, es producto de malas prácticas y el lado oscuro de la política; se nutre de mentes adoctrinadas y resentidos, funciona con mentiras e intereses; como todo cártel, inexorablemente, sus líderes se matarán entre ellos.

La esencia de México es otra, somos un pueblo alegre, enjundioso, bragado en tempestades, no somos dejados, asumimos orgullo de nuestra historia, tradiciones, valores, esperanza e ilusiones, sentimos la patria, nos inflama el nacionalismo, somo buenas personas, nobles, tanto como la mayoría de los ahora fanáticos morenistas confundidos que en esencia son personas buenas a pesar de sus sentimientos y filias políticas de temporada.

Hoy no se ven, pero siempre han emergido nuevos liderazgos, como pasó en Argentina, Salvador, Venezuela o Chile, habrá también quién pague el marketing que compita y confronte al del gobierno morenista.

Las cosas se irán alineando, tarde o temprano, los vacíos de credibilidad y esperanza se tendrán que sustituir por opciones frescas y esperanzadoras.

Así ha sido siempre, el asunto es resistir y sobrevivir.

José Carlos González Blanco

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