HOMO POLÍTICUS/ El país donde nunca pasa nada

“La indiferencia del mexicano ante la muerte, se nutre de su indiferencia ante la vida”. Octavio Paz

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

El presidente dijo, no mentiré, no traicionaré y no robaré; mintió, robó, traicionó y no pasó nada, a pesar de que periodistas críticos alzaron la voz para denunciar sus desviaciones.

Prometió no meterse con las decisiones del Poder Judicial y 5 años después, confesó públicamente que corrompió a Zaldivar para manipular las sentencias y conseguirlas a modo; desde entonces, ha hecho todo para dominar a ese poder, que sufre los embates furiosos de esa maldad, mientras la sociedad, viendo pa´otro lado; simplemente, no pasa nada.

Lo exhibieron como narcopresidente, encubridor de los productores de fentanilo y tampoco pasó nada que perturbe a las masas.

Soltó a Ovidio Guzmán, y tampoco pasó nada más allá de unos días de chisme y morbo.

Violó descaradamente las reglas del proceso electoral, lo hizo inequitativo hasta la ignominia con toda la nación por testigo y la autoridad electoral mirando y no pasó nada, no lo sancionaron, ¡Hasta le calificaron de legal la elección!.

Dispuso arbitrariamente de ahorros privados, dinero ajeno de fideicomisos y fondos públicos y tampoco pasó nada, toda la sociedad sólo viendo.

Corrompió todo el sistema de compras y obras del gobierno otorgando más del 90% de contratos de manera directa, lo ha hecho durante 6 años y extendió esa corrupta práctica a estados y municipios y no ha pasado nada a pesar de que es dinero nuestro, de desfalcos enormes y que fluye para obras inexistentes, inútiles o simuladas.

Peculó en todas las dependencias de la administración federal y tampoco pasó nada.

Endeudó al país exponencialmente y a pesar de que nuestros descendientes vivirán endeudados y juró no endeudar al país y tampoco pasó nada.

Cogobierna con cárteles que imponen impuestos por derecho de pisos o protección, en muchas zonas del país y tampoco ha pasado nada, no es tema para la sociedad que sólo mira como percibiendo que es problema de otros.

Se han descubierto 9,000 fosas clandestinas con muertos y no pasa nada, ya ni siquiera es noticia.

En este sexenio se murieron más de un, millón de mexicanos por desatención médica, unos por combatir el COVID, otros por la cancelación de asistencia a pacientes con diabetes e hipertensión y tampoco paso nada, se trata de difuntos invisibilizados inclusive para sus familiares, ¡¿Qué extraño no le parece?!.

Aquí se han asesinado a casi 200,000 mexicanos durante el sexenio y no pasa nada, ya no es nota que diario maten a decenas de personas.

Casi todas las fiscalías responsables de perseguir el delito tienen entre 90% y 98% de ineficacia por incapacidad y corrupción que materialmente encubre a la delincuencia y tampoco pasa nada.

Los partidos oficialistas son premiados con sobre representación para ocupar los congresos y eso pasa a costa de las minorías que quedan en la subrepresentación, en tanto, la sociedad mirando, como si no tuviera consecuencias.

Repentinamente aprueban reformas a la ley para establecer la prisión preventiva oficiosa para el delito de evasión fiscal con la que podrán meter a sus críticos a la cárcel sin posibilidad de defensa real, sólo bastará que la autoridad fiscal estime que su declaración no es clara aunque sea por un peso… y, claro, tampoco pasó nada, es un tema que pasa de noche con indiferencia ante la sociedad.

De un día para otro nos extinguen organismos autónomos que ha constado lustros y aportan a la sociedad y todos mirando no’ más.

¿Qué le parece esta narrativa?, ¿pesimista, realista o ambas?

En mi país se administran hospitales sin medicinas, se inaugura varias veces la misma obra, inacabada e inservible, se sustituye la vida institucional por la egolatría de un caudillo que tiene un efecto corruptor ilimitado, que abandonó a millones de mexicanos en Acapulco, Chiapas, Durango, Michoacán, Chihuahua, a los inundados en Chalco y es extrañamente aplaudido.

No solo no pasa nada, asómbrese, ese gobierno que tiene aceptación de las mayorías y es defendido por sujetos que antaño fueron críticos libre pensantes y luchadores sociales que ahora, rindieron su inteligencia y dignidad con tal de identificarse con el modelo disruptivo en oposición al corrupto que le precedió tolerando en el nuevo los vicios que odiaron del anterior.

 

Supongo que se ha preguntado ¿Por qué esta indiferencia arraigada?, ¿Qué está pasando con la sociedad?, ¿Por qué su indolencia y sumisión?

Nuestro pueblo transita por una especie de hipnosis colectiva, una auto ceguera deliberada, una renuncia a la inteligencia y a la dignidad que es difícil explicable sin ofender sensibilidades.

Esta realidad política y social, parece surrealista, ¡Es increíble!, pero se impone tan cruel como usted la puede constatar con sólo abrir los ojos.

Prueba la supremacía del márketing y de la subjetividad emocional sobre la objetividad racional pero también, y en esto hay una gran tristeza, acredita la mediocridad de la cultura social y cívica de nuestra sociedad, nuestra indiferencia y conformismo.

Esta forma de ser social niega todas las reglas de comprensión de lo político y evidencia la existencia de enormes sectores sociales que deliberadamente optan por dejarse engañar y peor aún, sorpréndase, deifican al tirano con fenómenos de adoración.

¿Usted podría creer que en el reality Show «La casa de los famosos» producida por Televisa en el 2023, votaron millones de mexicanos para que ganara Wendy Guevara?.  y  ¿Sabe que ese programa acaparó la atención de esa multitud que se pronunció activamente por ese resultado?

Así como lo leyó, millones de mexicanos actuaron para votar por que ella se quedara en la casa de los famosos hasta el final, ese asunto les movió a participar activamente.

Los espectáculos televisivos son divertidos, permiten la convivencia familiar, está padre, empero este show muestra los temas que acaparan a atención de nuestra sociedad y permiten intuir el estándar de mediocridad cívica y política de nuestra gente.

¿Será que así somos?, ¿Será que tenemos el gobierno que merecemos?, ¿Será un problema de educación y de civismo?, ¿No cree que debemos hacer algo?, yo creo que sí.

Mientras no hagamos algo útil, es innegable que una sociedad indolente continuará teniendo el gobierno con el que se identifique y nos arrastrará hasta umbrales de degradación y terrorismo de estado.

La historia nos enseña que nuestro pueblo ha sobrevivido dominios brutales como las encomiendas de las leyes de Indias, la inquisición, la esclavitud en la colonia, las haciendas y a la dominación hegemónica de caudillos como Santa Ana, Juárez, Porfirio Díaz o el periodo hegemónico del PRI hasta el siglo pasado.

El punto es que, en casi todos esos episodios hubo tolerancia e indiferencia de un pueblo indolente hasta que un día se hartó y se sacudió el abuso de gobiernos patanes.

Es una lástima ver la degradación de la vida política, en estos últimos tiempos, si las cosas continúan como van, habremos de pagar un brutal costo de sufrimiento y dolor por nuestra indolencia hasta que llegue la hora del hartazgo explosivo o la autodestrucción de los que gobiernan.

¿Qué tendría que pasar para que reaccionemos como sociedad?

Váyale pensando porque, sí, es problema suyo y mío, aquí seguiremos viviendo y aquí vivirán nuestros hijos y nietos; nos toca resolver esta miserable situación.

Duele que en México nunca pase nada ………., hasta que pasa y es cuando los tiranos caen para andar sobre ruinas y empezar de nuevo.

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