HOMO POLÍTICUS/ ¿Cuánto valen 400,000 jóvenes envenenados con fentanilo?

“La muerte de un hombre es solo una muerte, la muerte de dos millones es una estadística.” Refrán

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

El cúmulo de jóvenes muertos por consumo de fentanilo es enorme, para el gobierno norteamericano, son, hasta ahora sólo estadística y ¡¡Asómbrese!!, premiaron a uno de los envenenadores; me refiero a Ovidio Guzmán.

Observe:

1.-           Lo exculparon de 5 cargos.

2.-           Acogieron 17 miembros de su familia para protegerlos y hacerlos residentes.

3.-           Lo convirtieron en testigo protegido.

4.-           Le dejaron conservar su fortuna, sólo le multaron con $80 millones de dólares.

5.-           Lo trasladaron a donde su reclusión, será cómoda.

¿Apoco, la vida de casi medio millón de jóvenes norteamericanos envenenados con fentanilo justifica ese trato?, además de ser notoriamente injusto, es casi imposible creer que en ese país de soberbios y rencorosos, se coman los agravios, sus ganas de vengarse y queden como tontos ante su pueblo; algo no cuadra.

Su sistema penal admite negociar con criminales para dos propósitos:

1.-           Conseguir información confiable sobre el modo de operar criminal para impedir sus fechorías y destruir la banda.

2.-           Identificar a los socios para perseguirlos, atraparlos y condenarlos.

Estados Unidos tiene bajo su custodia a los capos que con un apretón de cuello le dan información delicada y no solo es Ovidio, tienen al Chapo, al Mayo, a sus respectivos hijos, a 29 narcotraficantes que México les regaló, a García Luna, a muchos otros, más los infiltrados en cárteles más lo que les aporta su espionaje tecnológico.

Empero, pudiendo dar un manotazo, decidieron doblar a México poco a poco, dosificando información que México tiene pero siempre se hizo tonto simulando no conocer, para obligarlo a clausurar laboratorios de fentanilo vacíos e instalaciones de tráfico de Huachicol de tal magnitud que hace imposible ocultar que es un negocio de políticos corruptos y que los servicios de lavado de dinero están en el sistema bancario y bursátil bajo protección gubernamental, entre ellas el Banco del Bienestar que recibe remesas para pagar drogas y Vector operada por el asesor personal empresarial del ex Presidente.

El flujo de esa información permite a Estados Unidos encomendar metas específicas a México y confirmar que no hace lo suficiente para frenar el flujo de Fentanilo que mata a sus jóvenes ni ataca cárteles terroristas ni persigue a cientos de políticos que operan para esa red criminal.

Esos juegos han puesto en vilo las relaciones de vecindad más delicadas para ambos países, en esa relación de amores perros, que se tensan cada vez más y anuncian consecuencias funestas para ambos países.

En aquel país se enerva la crispación política y social por el inusitado premio a Ovidio y la tolerancia al gobierno mexicano que encubre cárteles declarados terroristas que siguen inundando de drogas a norte america; el ambiente tiene a republicanos y a padres de familia bramando por sangre de políticos mexicanos que continúan agazapados apostándole a la permisividad del sistema.

Obviamente, no es un asunto de justicia, es de odios, agravios, burlas, rencores, revanchas y poder político.

Trump, escaló su agresividad con amenazas arancelarias, pero sabe que depende del voto de mexicanos en las elecciones intermedias y esa es su debilidad.

Mientras, Claudia se debate en una crisis de sobrevivencia bajo tres fuegos.

1.-           La inminente paliza económica, política y penal que le espera del gobierno norteamericana.

2.-           La que le espera con Andrés Manuel ante las elecciones de medio sexenio, la revocación de mandato y

3.-           La que le espera con la sociedad civil crítica que le reprocha a voz en cuello sus inocultables vínculos con cárteles.

Esas son sus debilidades.

Mientras jóvenes siguen muriendo, ambos políticos juegan y especulan.

Esa olla de presión necesitará válvulas de liberación de energía o explotará sin control, o ruedan cabezas de políticos mexicanos socios de cárteles y protectores de terroristas o Trump perderá credibilidad.

Claudia debe decidir si continúa con los cárteles o si la juega con el pueblo de México, en cualquier caso, sus riesgos son muy altos.

Ambas sociedades están hartas de la simulación y cada día están más cerca los tiempos electorales en donde los pueblos darán un manazo en la mesa.

Mientras Trump y Claudia juegan vencidas, compartamos un sentimiento de tristeza por esas vidas truncas de jóvenes norteamericanos que tuvieron ilusiones de vivir se convirtieron en estadísticas fugaces sin nombre y en un foco de discordia entre dos naciones.

Tengan todo nuestro respeto esas madres y padres muertos en vida por la pérdida de sus hijos a manos de la corrupción gubernamental que sólo especula.

José Carlos González Blanco.

14 de julio del 2025

carblanc@yahoo.com

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