“Muerto el Rey, ¡Viva el Rey!”
Máxima universal de la política de todos los tiempos
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO
Concluyen 6 años de aberraciones, engaños, torpezas, corrupción, fanatismo, manipulación, de ocurrencias y odios de un sujeto que endrogó a México, que destruyó del modelo político, lo polo limpio que podían ser las contiendas electorales, la confianza en instituciones electorales, que extinguió la independencia judicial, que prostituyó el honor militar, que incorporó al narco al estado y rompió la conciencia cívica de un pueblo bueno.
Ha sido una borrachera de vergonzante de degradación, corrupción y mala entraña; Claudia fue parte de esa locura y ahora, con relación al futuro político de México, debe decidir continuar siendo parte del problema o pasarse del lado de la solución.
Afortunadamente, nada es para siempre, tampoco lo será el obradorato, como no lo fue el callismo, el cardenismo, el exchevirrismo, el foxismo, el salinismo o el peñismo ni lo será el Claudismo.
Hoy inicia el tiempo de Claudia y debe reinventarse, asumir decisiones inteligentes y quitarse lo malo de la pestilente marca del gran corruptor y quedarse con lo bueno que pueda rescatar de ese periodo, como su identificación con las clases sociales deprimidas.
La inteligencia de Claudia le obliga a entender que no existe manera de mantener una relación respetuosa con el Peje en la que ella mande y él se aparte, de sobra sabe que él no respeta nada, a nadie, vive en “Pejelandia”, traiciona, es rencoroso, vengativo y sádico.
Claramente sabe que continuar con la insensatez de las ocurrencias de aquel lunático es un suicidio político y la colapsará, más pronto que tarde.
Una cosa es darle el avión como hizo todo morena cuando él ejercía el presupuesto, el mando militar y la operación con cárteles y otra ser presidente de México y seguir servil a sus pies.
Claudia no es tonta ni es un paciente psiquiátrico como aquel y en cambio tiene la oportunidad histórica de hacer un papel digno reivindicador de México y de la mujer a los ojos del todo el mundo, tiene la irrepetible oportunidad de corregir el atascadero que dejó el otro con relación a México en el concierto mundial.
Para ella, es impostergable reorientar el rumbo desde su inicio y tiene varias razones, la más importante es garantizar su sobrevivencia y ello la obliga a entender que nuestra manera de hacer política, no admite maximatos, los últimos intentos en la post revolución culminaron en magnicidios o destierros forzosos.
En nuestra cultura política nadie cree en fantasmas sin dientes, por ello, es razonable que ni siquiera los pejezombis morenistas seguirán alineados al pasado, todos están impuestos al presidencialismo, así se formaron en el PRI y eso pervive, aunque ahora se vistan de guinda y esto incluye a todos.
¿Qué viuda vive dependiendo de lo que diga el marido muerto?, ¿Qué divorciada de su expareja misógeno?, en la política, nadie vive de recuerdos menos por el realismo vibrante que obligan a poner los pies sobre la tierra y la cabeza sobre los hombros.
Se extinguirá el obradorato, porque a partir de hoy 1 de octubre, al Peje se le acabarán los amigos, los aliados, la paciencia de los gringos, la amistad de los cárteles, la de los militares, los reflectores, la salud, la suerte y la humillante subordinación de su ex corcholata sólo por estar investida de presidente.
A Claudia, en cambio, le surgirán amigos adoradores des-pejados y muchas razones para des-pejarse, muchas que por su propia entidad se imponen, tiene la chequera, la Contraloría Federal, el gran dedo, la Secretaría de Hacienda y la Fiscalía General de la República; estas reglas, son históricas del México político y se entienden en el realismo práctico.
Le daré otro dato que suma a este pronóstico.
En el México de hoy, ninguna mujer tolera la bota de un imbécil sobre su cuello para lamerle las suelas, menos de un patán, la vindicación de la mujer como entidad respetable y autónoma impone la emancipación completa y esta regla necesariamente trascenderá al ejercicio del poder político, de hecho ya acontece, chéque que hoy operan mujeres independientes como titulares de muchas de las principales posiciones políticas en México y en la libre empresa; ya ninguna tolera machos que las dominen y menos si son menos preparados.
Se acabará el obradorato porque no debe haber nada que le de vida en detrimento del claudismo y a partir de ahora, paradógicamente, parafraseando al Peje, “el que esté con el Peje, estará contra Claudia”.
Claudia deberá sacudirse el cerco y abatir el riesgo de que los pejezombis le operen la revocación de mandato, por eso, debe sacudirse el pejismo pronto.
Salinas, en sus primeros días, aplastó a la “Quina”, y a Jongitud y lo hizo con toda publicidad, fue una señal para mostrarle al mundo quién mandaba, el 1 de octubre, es el primero de los últimos días de Claudia, tiene su tiempo contado, son sólo 6 años cuando mucho, no más, cada día cuenta y sólo tiene esos para construir su paso por la historia como figura estelar.
Así las cosas, a partir de hoy, veremos el nacimiento del claudismo en sustitución del obradorato.
Claro que no significa que sea mejor, depende de sus intenciones, la calidad de sus cálculos, decisiones y de las empatías y enemistades que decida heredar o cultive en todo México, no la tiene fácil.
Pero en todo este tema, hay un ingrediente muy sensible que vale la pena destacar y consiste en que Claudia, no está en deuda con el Peje, ella ya pagó por adelantado.
Terminó de pagar la última noche de septiembre, callada, sumisa, agachada, humillada, dándole su espacio hasta el último segundo, ella ya pagó, ella apechugó toda una vida pública de escarnio al lado del político más tramposo y corrupto de los últimos años, ya no le debe nada al gran corruptor.
De hecho, es él quien le debe disculpas por la ofensa de haberla tenido siempre agachada, por insertarle la mitad de su gabinete y quedarse con el partido, con los coordinadores del congreso, con gobernadores y por heredarle un atascadero y muchos etcéteras más.
Se las debe por dejarle un desastre nacional, narcos co gobernando, las relaciones con el mundo en vilo, Acapulco y Chalco ahogándose, Culiacán y Chiapas masacrados por los cárteles, los aguacateros y limoneros explotando, todo el sector empresarial extorsionado por cobros de piso, el déficit presupuestal más negativo de todos los tiempos y una deuda asfixiante y una lista nefasta.
La única oportunidad que tiene Claudia de hacer un gobierno digno, es des-pejándose, ojalá lo haga y nos sorprenda con el nacimiento de una estadista.
Ojalá, pero en estos temas, nadie debe pecar de ingenuo, la mala noticia es que todo apunta para que nos defraude confirmando que continuará siendo una corcholata orgullosa de serlo y eso no lo ha creído ni el Peje, por eso el cerco tan asfixiante que le impuso.
Precisamente por eso es que debe reaccionar y sacudirse ese rol de orgullo pejista para entenderlo ahora como de minusvalía, como hacen las mujeres luego de verse al espejo y darse cuenta de que valen por sí mismas luego de vivir cegadas bajo el sadismo de un macho arrogante; llegó su hora de hacerlo.
Algo me dice que el mundo se ve distinto como corcholata que como presidente de la doceava economía del mundo y de un país de 130 millones de seres humanos expectantes de su naturaleza como mujer de su tiempo.
Ojalá reaccione la vimos respingar con el pecho inflamado en la UNAM luchando por causas nobles creyendo en los valores de solidaridad social y repelentes a la corrupción del gobierno, supimos que se formó en la lucha y que no es tona, intuimos que tiene todo para reaccionar.
Ojalá reaccione y le vaya bien a México con ella.
La política de México, otra vez en vilo, casi como siempre, ¿Cuándo nos quitaremos esa canija costumbre de vivir puras emociones fuertes?