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“El mayor homenaje a los muertos, no es el dolor, sino la gratitud”. Thornon Wilder
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO
¡Vaya aberración!, pero así funciona en México, vergonzosamente, la realidad lo confirma, la cara de Carlos Manzo, será expuesta en bronce, su nombre usado para escuelas y calles, será estadística y recordado unos días como mártir, pero continuará tan muerto e inofensivo al régimen y cárteles, como Colosio o Kennedy y su asesinato por acción y omisión, tan impune como el de estos.
El, rebelde alcalde morenista en Uruapan, tuvo que ser asesinado a balazos en público, videograbado y que se levantaran protestas para que el gobierno federal autorizara, en beneficio de su estado, los pomposos y demagógicos plan Michoacán y Paricutín que incluyen entre otras:
1.- 100 acciones de gobierno para apoyar la crisis en Michoacán
2.- Enviar 57 mil millones de pesos para apoyar programas de educación, empleo y bienestar, de los cuales 37,000 millones serán para apoyar los programas estatales que opera el gobernador Ramírez Bedolla repudiado por los michoacanos por apoyar cárteles locales y ahora “premiado” con el manejo de esos recursos.
3.- La asignación de 10,000 efectivos militares para combatir la extorsión y destruir laboratorios clandestinos
¡Vaya lo que logró Carlos Manzo al morirse!.
Empero, mire esta aberración.
Se trata de acciones de gobierno que se iniciaron antes y abandonaron, que debieron realizarse con autenticidad desde hace muchos años, antes que surgieran los problemas.
No pasó, fue necesario un homicidio que avergonzara al gobierno federal porque fue asesinado bajo su protección luego de 6 avisos a la presidente Claudia que lo iban a matar.
Su homicidio indignó a muchos mexicanos que organizaron marchas pidiendo la renuncia de la Presidente.
¡Sólo así reclamando la renuncia de la presidente reaccionó el gobierno federal!
Otros políticos asesinados, no tuvieron la misma suerte, sus muertes no conmocionaron y pasaron al olvido invisibilizados.
La experiencia nos obliga a entender que para que el gobierno federal se decida gobernar, al menos simule que lo hará, no basta que existan tragedias graves, parece que el requisito indispensable, es que estos homicidios causen protestas de grave indignación social reclamando la renuncia de la presidente.
Le contaré experiencias recientes que sustentan esta afirmación:
Reaccionó contra los laboratorios de fentanilo hasta que presidente de los Estados Unidos dijo abiertamente que México los protegía, que tenían una intolerable relación con cárteles terroristas y nos amagó con aranceles, eso le puso el reflector, protestas y sólo así surgió esa reacción.
Reaccionó contra el cartel de Sinaloa cuando se vio amenazado por inminentes venganzas por no evitar la captura del Mayo Zambada a manos de la inteligencia norteamericana y por traicionar al Chapo y sus chapitos, fue un tema de supervivencia y lo exhibió ante los ojos del mundo.
México reaccionó contra el Huachicol Fiscal, sólo cuando fue tema público de investigación por corrupción institucional al más alto nivel del gobierno mexicano en los organismos norteamericanos.
A pesar de esas reacciones forzadas, prevalecen perversiones oscuras que exigen respuestas.
¿Por qué no reaccionaron antes en Michoacán o en Sinaloa, o en Guerrero, o en Tabasco?, ¿Será que tiene razón Trump cuando afirma que el gobierno de México tiene una intolerable relación con Cárteles o que son socios porque éstos pagan sus campañas a cambio de protección y tolerancia?
¿Por qué no atrapan al “Mencho” líder del CJNG, o a otros líderes de cárteles criminales en Guerrero, Veracruz, Zacatecas, Tabasco, Morelos, o Estado de México?
¿Apoco no alcanza toda la inteligencia y recursos institucionales de los dos países para atraparlos?
¿Por qué no le ha pasado nada a Adán Augusto, padrino y líder del cartel de la Barredora?, ¿Porque nada a Monreal, a Salgado Macedonio, a Américo Villareal, a Rocha Moya, a Andrés Manuel López o a Rocío Nahle?
¿Quién más tiene que morir y motivar protestas sociales para que el gobierno reaccione?
Por cierto.
¿Qué opinión le merece el grito de la presidente anunciando otra vez que ¡NO HABRÁ IMPUNIDAD! ?, cuando hay cientos de miles de asesinatos impunes en México y en USA por fentanilo, cientos de desaparecidos y cadáveres en fosas clandestinas.
¿Qué no es una desfachatez hincharse de prócer justiciera ofreciendo impunidad, otra vez?, como cuando los muertos de Clara Brugada, como cuando Colosio, igual con otros alcaldes o candidatos asesinados o con los homicidios de Ayotzinapa, Acteal o Tlatelolco.
¿Qué no les da pena?, ¡Obvio que no!, pero debería.
Lástima por México y Carlos Manzo, él era un buen hombre y un político valiente, como los que necesitamos.
