“Somos seres inconstantes y estúpidos, con mala memoria y un don para la autodestrucción”. Suzanne Collins
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO
México está empeñado en su autodestrucción política, continúa sumido en sus absurdos y en la simulación insultante de la dignidad nacional que se sostiene en el abuso de las necesidades básicas, ingenuidad y buena fe de los seguidores de Morena.
Le explicaré lo que perdimos con la farsa de la elección judicial.
1.- Rompimos la división de poderes, que sustenta la fortaleza de la República y era una decisión fundacional; ahora la sustituimos por un modelo que los subordina a la partidocracia rapaz dominada por Morena y sus dirigentes.
2.- Renunciamos al pudor político, ya nos adaptamos a la deshonra, retrocedimos más menos 35 años para reinsertar a México en un modelo sin límites al poder de un partido, que roba la posibilidad real de defendernos de sus excesos que podrán trascender en pérdida de libertades, expropiaciones o caprichos y pérdida de garantías.
3.- Perdimos posibilidades de justicia debida, democracia, seguridad jurídica en nuestro presente, confiabilidad en políticos y la viabilidad cívica para el futuro.
4.- Renunciamos a la esperanza de que el gobierno ayude a los pobres esforzándose por sacarlos de su marginación, entre más hambrientos, más ignorantes y fieles a Morena a cambio de dádivas los comprometen a mantenerse como clientelismo electoral.
Le cuento sobre la magnitud de farsa de la elección electoral.
El gobierno afirmó que la reforma judicial era demanda popular; mintió, si lo hubiera sido el pueblo habría acudido a votar.
La realidad lo desmiente, ninguna inteligencia por precaria que sea puede compartir la afirmación de que votó el 13% del padrón electoral y que el proceso fue exitoso como presumió el gobierno y su vocera.
Ese porcentaje ¡es falso!, porque incluye datos de las elecciones de regidores en Veracruz y Durango; es más falso aún porque pretende desconocer la enorme montaña de votos nulos que exhiben que millones fueron a repudiar activamente el proceso y pretende ocultar la vergonzosa movilización de acarreados por el propio gobierno y por corporativismos serviles que portaban acordeones para sus manipulados.
Hay más razones, Usted y todo México vimos casillas vacías; en absolutamente todas las redes circularon imágenes de casillas sin electores y urnas vacías, hubo varios que a las 4:00 no habían recibido no más de 3 votos.
Le cuento otra razón que, si no es suficiente para convencer a pesar de ser un ejercicio de elemental aritmética, explica la patética situación cognitiva que domina la comprensión de un chairo, verá.
El 13% del padrón de cien millones de electores, equivale en números gruesos a 13 millones que, divididos entre las 80,000 casillas, implica que en promedio cada casilla recibió el voto de 162 electores. ¡Aberrante no le parece!, más cuando Usted vio casillas vacías durante todo el día.
Voy a más, si cada uno de esos 13 millones se vio en la necesidad de usar cuando menos 20 minutos de su tiempo en llenar las muchas y complicadas boletas, implicaría que la suma de esos 162 electores consumió en cada casilla 54 horas cuando la casilla sólo abrió 12 horas.
¡¿ Que tal el absurdo ?!
Claro que reconozco que hubo casillas contiguas y que simultáneamente pueden sufragar digamos hasta 5 electores en cada casilla, aún si así hubiera sido, habríamos ocupado esas casillas completas durante todo el día y eso, por mucho que la científica nos alegue que fue un éxito ¡no pasó! y esa certeza nos consta a millones de mexicanos.
Y que tal el descaro de los acordeones que son delito y una clara inducción al voto deleznable abusando del la manipulación de corporativismos que todo México repudio especialmente durante los 20 años que construimos una incipiente democracia.
La realidad inocultable es que la ciudadanía no acudió a votar, hubo más del 90% del padrón que no se prestó a la farsa.
El éxito presumido por el gobierno, sólo se puede entender desde criterios de mezquindad como su magnitud destructiva y la incorporación de jueces improvisados y de consigna que operarán al servicio de Morena.
Politizar la justicia para exponerla al mejor postor, es un daño muy grave que millones de mexicanos resentiremos.
La experiencia del 1 de junio fue de una vergonzante ignominia, Morena acarreando electores abusando de marginados cautivos de programas sociales del gobierno.
Empero también debe decirse a voz en cuello que la catástrofe se salva en alguna medida muy relevante por los candidatos ejemplares que surgieron del servicio de carrera judicial quienes luego de años de esfuerzo, preparación y una trayectoria limpia se expusieron a participar en campañas incompatibles con su función de alta especialización, superando obstáculos y tómbolas y aspirando legítimamente a desarrollarse; para ellos en todo el país mi consideración, respeto y anhelo de que ganen y asuman los merecidos cargos de juzgadores a que aspiraron; ellos en su mayoría, si son ejemplo de dignidad.
CONCLUSIÓN
1.- México, es un país gobernado por una clase política impunemente corrupta que no ha tenido escrúpulo en degradar la función pública y que ya perdió el sentido de la vergüenza; es capaz de cantar que fue un éxito su farsa electoral con datos extraordinariamente espurios y con la certeza unánime del todo el mundo sobre el fracaso de esa experiencia, lo pregonan sin sentir ningún pudor, ninguna pena; ese cinismo institucional evidencia una patología que los distancia de la realidad y si no es enfermedad, entonces es un insulto grotesco a la inteligencia del pueblo y un cinismo exacerbado.
2.- Más del 90% de la sociedad repudió la reforma judicial, unos con su indiferencia y otros con su decisión de no prestarse a una farsa.
3.- Se consumó la ruptura de la división de poderes para someterlos al cogobierno con cárteles como el de Morena y otros violentos.
4.- Los tribunales, colapsan a partir del 31 de mayo, porque prácticamente quedaron decapitados; más de mil juzgadores de carrera en el país dejaron sus cargos.
5.- Hay un insulto a la sociedad con la destrucción de las instituciones, grandes segmentos de la sociedad civil se ven pasmados padeciendo una depresión cívica y frustración frente a la arrogancia y obsesión de poder del obradorato.
Aprovecho para decir que estos males no son eternos, la historia enseña que hay un México bronco, dormido que tarde o temprano se hartará y reaccionará destruyendo a sus depredadores, esa es una esperanza viva.
6.– El fracaso de la movilización del gobierno exhibió su vocación a la corrupción, fracturas e inconsistencias; es inminente que se matarán entre ellos, después de todo, en el matrimonio con cárteles no hay divorcios, hay viudos, tal y como aconteció con el PRI soberbio de finales del siglo pasado o con los científicos de Díaz a principios de ese mismo siglo, ahora hay señales visibles de que repetiremos la historia que nos negamos a entender.
José Carlos González Blanco.
2 de junio del 2025