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Ricardo Burgos Orozco
Ciudad de México, 05 de diciembre (entresemana.mx). Fui a encontrarme con una persona en un pequeño restaurante a dos calles de la estación Colegio Militar de la Línea 2 del Metro. Llegué unos minutos antes; venía de Zapata, luego Hidalgo y transbordé a mi lugar de destino.
Mientras llegaba la hora de mi cita me acerqué a observar las instalaciones donde ahora se ubican el Colegio de Defensa Nacional, la Dirección General de Educación Militar, la Rectoría de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea, la Escuela Militar de Ingenieros y el Museo de la Caballería. El Colegio Militar se mudó hace años a una enorme instalación en San Pedro Mártir de la Alcaldía Tlalpan.
El complejo que está cerca del Metro es muy espacioso. Cuenta con un campo de futbol de pasto sintético en donde supongo tienen actividades los cadetes los fines de semana. El edificio es muy bonito y está muy bien cuidado.
Recordé que el Colegio Militar se fundó en 1822. Su primer edificio estaba en la esquina que forman actualmente las calles de Brasil y Venezuela, en el centro histórico. En 1920 se reinauguró en el viejo barrio de San Jacinto, en Popotla.
Llegó un momento que el crecimiento de la ciudad invadió los alrededores del plantel e hizo casi imposible llevar a cabo las actividades de los cadetes. Por ello, en 1976 se cambiaron a las nuevas instalaciones en San Pedro Mártir. Po cierto, el creador de esas instalaciones fue el arquitecto Agustín Hernández Navarro, quien acaba de fallecer a los 98 años de edad.
El Colegio Militar de Popotla fue originalmente una escuela normal construida por instrucciones de Porfirio Díaz. La obra tardó sólo dos años, de 1908 a 1910. Cuentan que los obreros estuvieron trabajando noche y día. Se inauguró en 1910 como Escuela Normal Primaria para Maestros. Contaba hasta con su propia estación de tren.
En 1918 no tenían dinero para seguir operando como escuela normal. Los tiempos habían cambiado, ya no estaba Porfirio Díaz; había renunciado el 25 de mayo de 2011 y se dirigía a su exilio en Francia. El centro tuvo que ser entregado a la Secretaría de Guerra y Marina y se transformó en la nueva sede del Colegio Militar.
La estación del Metro se inauguró el 14 de septiembre de 1970; recorre un tramo de 710 metros en dirección a Cuatro Caminos, la terminal norte, y 560 hacia Taxqueña, en el sur de la Ciudad de México.
Me estaba animando a entrar para admirar más de cerca la belleza de las instalaciones del antiguo Colegio Militar, pero ya iba a ser hora de mi cita. Algún otro día visitaré con más tiempo este edificio lleno de historia y de recuerdos del México que nunca volverá.
