Para Julio Rivero
I
ROCÍO FIALLEGA (SemMéxico, Ciudad de México).
Mis manos recrean la imagen
de tu rostro
lo acarician entre la tierra y el aire
porque mi cuerpo es mar y fuego.
La ventana me otorgó paisajes,
con estos ojos estrenados
ansío el encuentro
con vírgenes lienzos
pero mis trazos tímidos
prefieren la pluma y el papel,
estas palabras y tu piel.
La naturaleza me regaló
siembra y cosecha,
los muros ancestrales
me contaron sus secretos,
las calles me anduvieron
los templos me protegieron
todo esto para mi regreso.
Inicio el retorno
con pasos nuevos
todo mi cuerpo danza
sobre el camino de sueños
de realidades cotidianas
para culminar en la dulzura de tus ojos
y seguir caminando
amando
construyendo.
II
Inundadas de viento están mis manos,
intento rebelar la tierra para hacerla barro,
recrear con la magia del aliento
los mitos y las historias,
retornar al momento sin tiempo.
Mis palabras se escriben en mi piel,
palimpsestos de sangre y momentos,
vuelta a la rueda del tiempo
cada momento se reescribe
en cada elemento.
Siento cómo danza la lluvia
incesantemente abraza lo que toca
vida convertida en río, mar y nube.
El fuego ilumina mis sueños
otorga sus llamas de colores
para abrazar lo nuevo.
El aire revoluciona el sentido de cada fragancia,
comparte cuentos, escucha gritos y silencios.
La tierra canta mientras habla,
fertilidad que se estremece
con la voz de todos los tiempos.
Para crear este mundo con mis manos
cada elemento me dará la fuerza y el instante,
reescribiré historias y mitos
con mirada y aliento
esperando tu llegada en el viento.