
IRMA PILAR ORTIZ
¿Realmente entendemos lo que es una autocracia?
Los expertos afirman que hacia allá nos quieren llevar con la reforma electoral que se avecina y eso nos debe preocupar, porque ya hemos visto cómo el actual régimen cooptó el Poder Legislativo y el Judicial.
La esperanza para lograr modificar ésta situación es o estaba en los procesos electorales, que permitirían cambiar la configuración de las cámaras legislativas y, a través de la construcción de leyes, hacer un contrapeso real ante un Ejecutivo cada vez más voraz, que aplasta todo lo que lo contradiga.
La designación de Pablo Gómez Álvarez al frente de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral es una mala señal, que se agrava al conocer que el resto de los integrantes son funcionarios públicos.
Lo que más llamó la atención, es que mientras el ex director de la Unidad de Inteligencia Financiera afirmó o amenazó, como se quiera entender, que usarán todo el poder que hoy tienen en Morena, que es muchísimo, para aprobar y aplicar su proyecto de reforma electoral, Ricardo Monreal dijo que no será así.
Según el coordinador de los morenistas en San Lázaro, buscarán la participación de los demás partidos políticos para lograr acuerdos y así diseñar un nuevo andamiaje electoral que haga más simple y barata la organización de los procesos electivos.
Ya antes se pronosticó una guerra de egos entre Gómez y Monreal, de la que todos los electores saldrán perdiendo y ya se está perfilando.
Por eso, debemos poner atención a la advertencia que hacen los ex consejeros del IFE e INE, José Woldenberg, Mauricio Merino, Luis Carlos Ugalde y Ciro Murayama cuando afirman que la propuesta del gobierno no es una evolución democrática, como la que hemos vivido en las últimas décadas y que todos esperarían siguiera así.
Para ellos, esta izquierda en el poder, contrario a sus ideales, plantea una anti reforma que pone en riesgo los procesos democráticos, sobre todo si tomamos en cuenta que la intolerancia forma parte de la administración pública actual, lo que pone en peligro los derechos democráticos.
Todo indica que la reforma electoral es una trampa y como no sospecharlo si es la primera en 48 años que no es propuesta por la oposición o la sociedad, sino que sale desde el poder, con lo que se difumina la posibilidad de construir reglas más justas en torno a la participación ciudadana, a la pluralidad.
Rubén Moreira, el coordinador de los diputados del PRI recordó como hace 20 años, con el PAN en la Presidencia de la República, el PRD y el mismo PRI se opusieron a la presencia de Juan Molinar Horcasitas en la comisión redactora de la reforma electoral de 2007 y el gobierno lo retiró en una clara muestra de apertura.
Preocupa que Morena, a pesar del rechazo en las urnas, no quiera dejar el poder al crear un partido único, porque ya estamos viendo como usaron todo tipo de trampas y argucias para reformar al Poder Judicial, sin que haya fuerza que pueda evitarlo.
Ojalá la oposición se mantenga firme y no deje de señalar los artilugios del gobierno para llevarnos a una autocracia, en la que una sola persona decidirá el destino de este país. Peligrosamente, vamos hacia autoritarismo, que tanto hipnotiza al poder en turno.
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