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JORGE MANRIQUE*. Existe la sensación de que las generaciones más jóvenes se sienten leales a sí mismas y a su carrera sobre sus empresas, exacerbada por su experiencia con los despidos durante la pandemia. Así, ir a la oficina podría ayudar a los millennials y a la Generación Z a aliviar sus sentimientos de frustración por estar menos conectados con sus colegas en un clima remoto.
El sentido de compromiso con una organización donde no se conoce a la gente en persona y no existe cercanía, es menor respecto a las personas que pasan tiempo juntos como antes.
De hecho, la Generación Z se ganó la reputación de ser huidiza durante la Gran Resignación, como se le llama a esta fase de pandemia, ya que “saltan” de un trabajo a otro en busca de mejores condiciones salariales y laborales.
El 59.6% de quienes cambiaron de trabajo durante el primer trimestre del año correspondieron a la generación Millenialls y el 34.8% al cohorte de los Z.
Existe la sensación de que las generaciones más jóvenes se sienten leales a sí mismas y a su carrera sobre las empresas en las que trabajan. Tal tendencia se exacerba por su experiencia con los despidos durante la pandemia. El trabajo remoto genera que sea aún más difícil para algunos trabajadores sentirse parte de una empresa.
El alejamiento físico, por otra parte, incide en que las generaciones más jóvenes asuman que “no son parte” de algo trascendental o significativo en sus vidas. Así, su compromiso disminuye como también lo hace la propensión natural a innovar y volver más eficientes y las tareas en las que se desempeñan los trabajadores de las generaciones más jóvenes.
Los trabajadores Millenialls y Z realmente buscan un sentido de pertenencia en el proceso de incorporación, especialmente con tantos roles híbridos o totalmente remotos. Así, todo lo que las empresas puedan hacer para apoyar realmente a las nuevas contrataciones y ayudarlas a establecer conexiones es particularmente importante.
Dado que la incorporación remota toma tiempo para adaptarse con los demás trabajadores y lograr establecer vínculos personales, los empleados más jóvenes pueden trabajar en genera vínculos más sólidos, incluso personales con las personas de su organización.
A pesar de que muchos trabajadores ignoran los mandatos en la oficina, algunos profesionales de carrera temprana están ansiosos por regresar a la oficina después de darse cuenta de lo difícil que puede ser establecer contactos y formar relaciones en un clima virtual. Incluso, 73% de los Gen Z informan que prefieren la capacitación en persona.
Incluso los trabajadores híbridos de distintas edades informan sentirse más conectados con sus colegas que aquellos que sólo operan en teletrabajo.
Por otra parte, se detecta que las generaciones más jóvenes buscan tutoría. Así, regresar a la oficina puede ayudar a impulsar sus carreras y aprovechar la experiencia de directivos que asuman roles de couching.
En suma, para algunos profesionales jóvenes frustrados que buscan sentirse conectados con mentores, podría ser el momento de cerrar zoom y entrar en la oficina.
*Rector del Colegio Jurista y Director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.
