MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN. Es posible que se escandalicen las buenas conciencias y las mentes oficiosas porque, ¡caray!, Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I podrá molestarse, incomodarse, pero… ¿encabronarse?
¡No!, imposible que el hijo pródigo de Macuspana llegue a ese extremo. Pero… ¿será por la calor?
Resulta que, antes de que entre en vigor esa barbaridad propuesta por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá y aprobada en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de distinguir al aire las noticias de las opiniones o juicios de valor, la colega Rocío Jardinez provocó el encabronamiento del licenciado presidente por el tema de los periodistas asesinados, la alusión a su cuaderno Jaime Bonilla y el rechazo al aspirante a diplomático Pedro Salmerón.
Rocío es periodista profesional, trabaja para TeleUrban y W Radio, es decir, no pertenece a la barra mercenaria y destaca por su puntual tarea que, por supuesto, no gustó al Duce en la mañanera de media semana.
Rocío recordó al licenciado presidente las cifras relacionadas con los feminicidios y su incremento en lo que va de su gobierno; le refirió a las principales entidades en las que hay feminicidios, el Estado de México en primer lugar, Veracruz, Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México.
¿Usted ha tenido comunicación con los gobernadores sobre este asunto? ¿Y hasta dónde llega la responsabilidad de ellos?, preguntó Jardínez
Su Alteza Serenísima le respondió incómodo y con una vaguedad. “Ayudan todos, autoridades locales, los gobernadores y desde luego el gobierno federal, y la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez”.
¿En serio ayudan todos? ¿Ayuda la consentida Claudia Sheinbaum y el consentido Cuitláhuac García? Los números dicen lo contrario. Por lo menos Alfredo del Mazo tiene rubor y admite la realidad y se compromete a talachear en el caso. ¿Y el nuevoleonés Samuel García Sepúlveda?
Pero, pero. Andrés Manuel blofeó por enésima ocasión y echó el rollo por delante. “Entonces, dijo, vamos nosotros a seguir garantizando la seguridad, la paz, es nuestro trabajo, y hacemos todo. No somos indolentes, tenemos convicciones, tenemos principios, sobre todo somos humanistas y no le damos la espalda a los dolores de los semejantes, del prójimo, a los dolores de la humanidad”.
La colega Rocío Jardínez no se quedó quieta e insistió y le pegó donde le duele. Por supuesto, el Duce se encabronó. Disculpe si abuso de textos literales. Lea usted.
“En este asunto de nuestra compañera Lourdes Maldonado, asesinada, el día de ayer usted nos comentaba que ella no se apegó a esta protección que da la nación, el gobierno federal. ¿Esta fue una decisión de ella?, primera pregunta.
“Y también, se anunció ya por la noche, se envió un grupo especial de investigación para esclarecer el caso tanto de Lourdes como también del compañero Margarito allá en Baja California. ¿Se ha puesto la posibilidad de llamar al exgobernador Jaime Bonilla? Él ha dicho que está deslindado de este asunto, está disponible, pero ¿qué consideran ustedes?, ¿sí sería necesario hablar con él?
“Y también pues saber de parte de usted si aún existe esta posibilidad de que él se una a su gobierno, como usted lo había dicho en el mes de diciembre, que no se descartaba esta posibilidad y que nada más quedaba la opinión de él, que se estaba dando sus tiempos”, preguntó Rocío. ¡Sopas!
—Sí, miren –respondió Andrés Manuel–, vamos a cumplir con el compromiso de hacer una investigación a fondo, ya inició esta investigación y les vamos a ir informando periódicamente, siempre y cuando no nos afecte en el avance del conocimiento sobre las posibles causas, los móviles, los responsables, los autores intelectuales, materiales, todo esto, pero ya estamos trabajando.
Y sobre lo otro, yo quisiera decir que no hay impunidad, pero que al mismo tiempo no hagamos politiquería en un asunto tan serio.
¿Politiquería? El mismo pretexto para deslindarse. Pero la colega Jardínez le recordó que la misma Lourdes Maldonado señalaba a Jaime Bonilla
—Sí, pero todos van a ser investigados, los que considere la autoridad, no hay impunidad—dijo Su Alteza Serenísima con abierta incomodidad e incluso pidió “Y no adelantarnos, o sea, no hacer juicios sumarios, tener confianza en que no se protege a nadie, ya no es el tiempo de antes. Ayer lo dije, no somos iguales, lo voy a repetir, ahora la secretaria de Seguridad es Rosa Icela Rodríguez, no es García Luna. Y esto lo digo así y hasta ofrezco disculpas porque los conservadores se aprovechan de estas circunstancias y andan zopiloteando”.
¡Ah, caray! Otra vez los conservadores que andan zopiloteando. ¿Protestar y demandar justicia y seguridad para el ejercicio del periodismo y respeto a la libertad de expresión es zopilotear?
Bueno, bueno.
No cabe duda de que Andrés Manuel I andaba con la calor elevada y, como cita la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, pos eso le altera el ánimo. Y conste que la porteña fundamentó su dicho.
El punto es que, para apisonar su oferta de que se investigarán los homicidios de periodistas sin venir al caso le dio el enésimo raspón a Claudio X González y al diario Reforma con aquello de que manejaban notas denigrando a los maestros. Pero…
–¿Y ya después verá la posibilidad de Jaime Bonilla en su gabinete?—insistió Rocío.
—Sí, pero eso es otro asunto—pretendió eludir el licenciado Andrés Manuel.
“¿Por qué ahora hablar de eso?”, cuestionó y, adujo francamente molesto, “es como el caso del historiador Pedro Salmerón, que manda una carta, dice la canciller de Panamá, a la cancillería de México. ¿Y ya entonces van a haber tribunales como los de la Inquisición, nada más porque hay denuncias de sectores si no se actúa de conformidad con la ley?”
Quiso llevar el punto hacia sus conocimientos de historia, pero Rocío lo atajó:
–¿Y qué le respondieron a Panamá, presidente?
El licenciado presidente se siguió de corrido en la referencia a un libro del general Omar Torrijos.
—¿Qué pedía Panamá?—insistió Rocío y no cayó en la trampa y obligó a mentir a López Obrador-
“No sé, no sé, pero lo que quiero decir es: si no hay denuncias penales…”
—¿Pero lo rechazaron, a Salmerón?
—No sabemos, o sea, no conozco la carta, pues. Pero no creo yo que por las denuncias que tienen que ver con el ITAM y que tienen que ver también con la postura del conservadurismo, no tengo duda de eso—mintió y volvió a mentir Su Alteza Serenísima.
—Pero no le negaron beneplácito, presidente.
—¿Mande?
—No le negaron el beneplácito a Salmerón.
—Es que no sé qué cosa es lo que plantean. No, ese es un procedimiento, no se ha enviado todavía, o sea, la solicitud. Me llamó la atención de que ya esté respondiendo. ¿Dónde están las…?
—Claro, falta el Senado.
—Claro, primero es el beneplácito y luego pasa al Senado, pero es un procedimiento. Entonces, ¿cómo por adelantado? Es que, pues el conservadurismo es así, no les gusta alguien y a darle fuerte, a darle fuerte. Y los medios, el Reforma, se metió hasta con la familia de Pedro.
—Pero ¿no será necesario reconsiderar, presidente?
—No, porque nosotros consideramos que es una persona capaz (…)–terqueó el licenciado presidente y esgrimió ejemplos simplistas. Por ejemplo, argumentó:
¿Qué, no debe de haber cierto respeto? ¿Qué acaso cuando se presentan cosas de dueños de medios de comunicación, de sus familiares, en lo que corresponde a nosotros, nos metemos? No, no, por ética, por respeto”.
El encabronamiento presidencial fue de tal nivel que, cuando Rocío le refirió que, el comité de expertos de la OMS ya recomendó la semana pasada vacunar a menores de cinco a 11 años con dosis de 10 microgramos de Pfizer para combatir el coronavirus, y le pidió saber si México va a aceptar esta recomendación, si va a participar y si el sector privado se ha manifestado con él interesado para vender vacunas, el licenciado López Obrador dijo que “sí, nada más que tenemos que ver si eso fue lo que recomendó la Organización Mundial de la Salud, porque yo tengo la información de los responsables del sector salud de nuestro país que sostienen incluso lo opuesto”. En serio, no se ría. Ha pasado una semana y el doctor Jorge Alcocer no le ha informado. ¿Y la eminencia López-Gatell?
Hay enojo en Palacio Nacional y éste se contagia. ¿Será por la calor? Y es que hasta el góber favorito, don Cuitláhuac García se ha manifestado como la revelación del sabelotodo y dicta cátedra a los senadores Dante Delgado y Ricardo Monreal. Hasta amaga con demandarlos por haber osado crear una comisión especial para investigar sus barbaridades legaloides.
Y la bachiller Ana Elizabeth García Vilchis también apareció afectada por la calor que dice la alcaldesa porteña Abelina López Rodríguez afecta los estados de ánimo.
Resulta que, de acuerdo con la bachiller García Vilchis, en la ruta del Tren Maya se “trasplantaron” 20 mil árboles, no se talaron. En serio.
Y la revista EmeEquis mintió porque no se regalaron a Cuba 200 ventiladores producidos por el Conacyt. ¡No! “Se donaron 50 ventiladores Gätsi y 150 Ehécatl 4T en agosto de 2021”, fabricados por el Conacyt. Pinchis periodistas mentirosos. He ahí la claridad del licenciado presidente y la bachiller. ¡Tengan para que aprendan! Digo.
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