MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
¿A usted, en 2018 lo engatusaron con una oferta que compró sin posibilidad de reclamo?
Hay, dicen, quienes de entre 30 millones de ciudadanos mexicanos piano piano se desencantan del artículo que compraron y nada valió para devolverlo, porque el objeto de marras se aferró Al Palacio.
Lo conocen como Demagogia y, no se ría de la obviedad, usted lo sabe, solo se lo recuerdo, al poseedor y practicante de éste le llaman Demagogo de apellido Populista.
Usted dirá…
El sábado 1 de diciembre de 2018 en el salón de plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro se escuchó un mensaje que llevaba el compás de la flauta de un encantador de serpientes.
“Pero al contrario de lo que pudiera suponerse, esta nueva etapa la vamos a iniciar sin perseguir a nadie porque no apostamos al circo ni a la simulación”, dijo este encantador que finalmente había recibido la banda presidencial de manos de Porfirio Muñoz Ledo, a la sazón presidente del Congreso de la Unión.
¿Y?
Con la banda cruzada al pecho, hablaba a la nación, como dicen los clásicos, el licenciado Andrés Manuel López Obrador una vez que había jurado respetar y hacer respetar a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanan, y tomó posesión del cargo de Presidente de la República.
Bueno, bueno, bueno…
¿La mañanera es una suerte de circo en el que se practica la simulación?
No es nuevo ni sorprende. Lamentablemente con la lección dictada desde el púlpito instalado en el Salón de la Tesorería en Palacio Nacional, los aprendices de brujo se burlan del sentido común del ciudadano. Tiempo de elecciones, tiempo de casualidades.
Por eso, por eso…
Importan los pesos y contrapesos cuando desde el poder se busca perpetuarse en éste mediante mecanismos básicos, pueriles incluso por la obviedad del proceder.
El licenciado presidente urgía –y sus corifeos le hacían eco—a que la oposición diera color, que se materializara con su candidato.
Y cuando resultó candidata, consecuencia de haberle cerrado la puerta negándole el derecho de réplica, que él demanda y se apropia en abuso del poder que detenta, entonces Andrés Manuel I, listo como es, recurrió al plan emergente cuando desprestigiar le resultó en prestigiar a la ingeniera Xóchitl Gálvez.
Congruencia, señoras y señores, jóvenes y jóvenas en edad de votar, es lo que presume Su Alteza Serenísima en ese arte de engañar con la verdad y dizque no guardarse nada porque su pecho no es bodega, aunque la mentira sea la divisa permanente aderezo del monólogo que le aplaude la barra mercenaria.
Quizá no recuerde usted el mensaje del licenciado López Obrador leído desde la máxima tribuna política del país en la Cámara de Diputados, el sábado 1 de diciembre de 2018.
Lea usted lo que, en ese plano de aparente congruencia ofreció a los mexicanos, incluso a quienes no votaron por él:
“Gobernaré con entrega total a la causa pública, dedicaré todo mi tiempo, mi imaginación, mi esfuerzo a recoger los sentimientos y a cumplir con las demandas de la gente. Actuaré sin odios, no le haré mal a nadie, respetaré las libertades, apostaré siempre a la reconciliación y buscaré que entre todos y por el camino de la concordia, logremos la cuarta transformación de la vida pública de México”.
¡Sopas!
¿Y qué ha ocurrido?
Bueno, ahí tiene usted a Xóchitl Gálvez y a Alejandro Moreno Cárdenas, por citar a los casos emblemáticos de esta cacería emprendida en su contra para debilitar al bloque opositor y que, la senadora no logre la nominación del Frente Amplio por México.
Burda y pueril embestida a la que se han sumado legisladores y hasta el ex delegado y ex primer alcalde en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra, por esas cosas raras de la vida salió del trance y recuperó la memoria.
Ver para creer.
Cinco años después de que Xóchitl Gálvez concluyó su gestión como jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Romo de Vivar, quien tiene fama de transa y pese a haberla relevado en el cargo, hasta hoy casualmente cayó en la cuenta de que tenía pruebas de que su antecesora había incurrido en la comisión de presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, corrupción, tráfico de influencias y conflicto de interés.
¡Recáspita Batman!
Y junto con el abogado Gustavo García Arias, un vecino de la alcaldía Miguel Hidalgo que se asume ofendido por lo supuestamente cometido por la senadora Gálvez, Romo de Vivar Guerra presentó denuncia contra la legisladora ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Y todo para descarrilarla de la sucesión presidencial. Xóchitl se alza como puntera y con suficiente preferencia del voto que puede derrotar a la doctora Claudia Sheinbaum a quien se considera segura candidata de Morena a la Presidencia de la República.
Es la cruzada para frenar al continuismo de eso que se llama 4T. Y López Obrador, en la abierta incongruencia, la mentira sin rubor.
Sí, es una obviedad, verdad de Perogrullo esto de operar como en los viejos tiempos del partidazo hegemónico.
Pero ningún presidente había logrado dividir a los ciudadanos mintiéndoles grotescamente todos los días.
¿Desbarrancar a Alejandro Moreno? No, la idea es que la opinión pública, el ciudadano que vota, tenga la convicción de que algo anda mal en Vamos por México y que, en la nominación de la candidata del Frente Amplio por México, la dirigencia y la nominada son corruptas.
¿Se vale?
Jugar a la ilegalidad es el deporte favorito del licenciado López Obrador; muestras hay varias registradas en la mañanera, pero un mensaje en el Zócalo de la Ciudad de México, en la campaña de 2006 a la Presidencia, cuando se quejaba de ser perseguido por el entonces presidente Fox lo dibuja sin claroscuros.
Lea usted y evalúe:
“El presidente de México debe actuar como hombre de Estado, como estadista. No debe comportarse como jefe de partido, de facción, o de grupo. El presidente no puede usar a las instituciones de manera facciosa, ni para ayudar a sus amigos, ni para destruir a sus adversarios”.
Sí, opera el experto jefe de campaña.
Santiago Creel es otro sus clientes pero no ha tocado a Enrique de la Madrid. La obsesión, su obsesión es Xóchitl a quien de tanto descalificar le construyó la plataforma de lanzamiento.
¡Ah! ¿Quién sigue después de Alito? ¿Marko? ¿Zambrano? Quien sea, al fin y al cabo el licenciado presidente no está solo, sus discípulos saben operar y repartir lodo.
¿Xóchitl corrupta y deshonesta? ¿Alito corrupto? ¡Vaya casualidad! Hasta hoy se dieron cuenta, ¿no que moralmente los opositores están derrotados? ¡Recórcholis, Drakko! Digo.
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