ENTRESEMANA/ La peor evaluada

“Usted es mi esperanza, mi única esperanza, comprenda de una vez…” José Antonio Zorrilla/Gabriel Ruiz

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

No sorprende. Pregunta técnica a la Princesa Caramelo y a la maestra Piedra:

¿Quién descalificó e incluso arrumbó al último sitio en saberes a la hoy reelecta presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos?

¿En serio, en serio, fuimos los canijos periodistas y opinadores?

Doctora presidenta, porfis, no escurran el bulto. Ser figura pública no es cualquier cosa; su actitud, sus respuestas tienen alto significado cuando son muy suyas. Y lo sabe bien, sobre todo, usted, doctora.

Sí.

Tanto que luego del público desencuentro entre senadores de Morena que dividieron opinión respecto de Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, y la señora María del Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, aspirante a la reelección.

¿Quién apoyaba a quién?

Fue y es público su respaldo, doctora Shein, hacia Nashieli. Fue y es publico el respaldo del licenciado Andrés Manuel López Obrador, quien impuso a la señora María del Rosario hace cinco años.

Nadie, incluso los senadores y senadoras que votaron por ella, se creyeron la patraña de mayoría calificada.

Bueno, la semana pasada se operó en ese espacio de imponer nuevamente a la señora Piedra, contra quienes entendieron la encomienda presidencial de impulsar a Nashieli.

Y, mire usted, no era difícil ni hubiese llamado a sospecha elegir a Nashieli. Fue la mejor evaluada, diría que sobresaliente; su tarjeta curricular es impecable. Pero pesó más el poder de Su Alteza Serenísima. Y no me vengan con que está retirado y descansando la timba en La Chingada.

Por favor, doctora, seamos serios. Porque, dígame, ¿a qué obedeció esa reunión mañanera de miércoles en su Palacio con desvelados senadores y desmañanados diputados federales del Corporativo Morena y Asociados?

–Gracias. En otro tema, Presidenta, en la reunión que sostuvo ayer con los legisladores, ¿qué habló con ellos? —le preguntaron, doctora presidenta.

—Hablamos de… (titubeó) Fue un aplauso, un reconocimiento—respondió usted, ¿lo recuerda, el jueves de la semana pasada?

Y luego se salió por la tangente y aludió a las reformas constitucionales. Rete fácil, doctora, como si su audiencia fuera de párvulos, aunque buena parte de los presentes, sobre todos los de la bancada mercenaria que se asumen periodistas y no replican.

“Fue un aplauso al trabajo que han venido haciendo y a seguir trabajando conjuntamente por el bien de nuestro pueblo y de la nación”. O sea, aplaudió a quienes desoyeron su recomendación y se doblaron y votaron por la señora Piedra.

¡Ah!, eso fue el miércoles, el jueves quiso ir más allá y ponerse a salvo. Lea usted:

“Quiero comentarles algo, porque me llama la atención —y, además, la verdad es increíble— esta interpretación que se hace, como campaña, de la nueva presidenta o que repite la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

“Ayer estaba leyendo algunos temas en redes de la comentocracia, y ahora resulta que, desde Palenque, López Obrador está dictándole a los senadores y senadoras: quién va a ser la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Ya se retiró de la vida pública, está escribiendo su libro, está en otras tareas de la Transformación.

“¿Ustedes creen de veras que le interese, desde Palenque, estar pensando quién va a ser la presidenta de la CNDH?”

¡Recáspita, Santo Niño Fidencio!

Vaya, vaya, vaya con la Princesa Caramelo; doctora, no se deje asesorar por Chucho Ramírez mucho menos por Jenaro Villamil.

La comentocracia tiene su fuente de alimento entre los dueños del poder. Y usted, doctora, es la nueva dueña, la oligarca con residencia en Palacio, su Palacio. Pregúntese por qué diablos todo el mundo sabía de su apoyo hacia Nashieli.

Y pregunta “¿por qué no criticaban a los anteriores presidentes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, estas organizaciones o estos defensores de los derechos humanos? El anterior presidente de la Comisión de Derechos Humanos fue subprocurador en el caso Colosio, pero no era criticable”.

Por favor, no se ría de esta profunda reflexión de la Princesa Caramelo. Recuerde que los anteriores eran los malos.

Luego entra en escena la señora María del Rosario Piedra Ibarra y con el caso de la licenciada Berman generaliza. El de la escritora ex amiga de Ricardo Salinas compete a ella, tanto que ya respondió.

Pero, que quede claro, fueron las y los senadores quienes, en comisiones, determinaron como la peor evaluada, hasta el último sitio, a la señora Piedra Ibarra y que, por tanto, sólo el milagro de la negociación, la presiones, chantajes y otros etcéteras lograron que fuera, primero, incluida en segundo lugar y luego relegida.

Ayer, mediante comunicado, la CNDH se asumió “objeto, una vez más, de la burda campaña mediático-partidista que ha enfrentado desde que inició la gestión de Rosario Piedra Ibarra”.

¿Peor evaluada? Sí, por los senadores y las senadoras, la mayoría oficialista.

¿Desdeñada? Sí, por la señora presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Ahí está el video, su reacción de disgusto, su respuesta de 8 segundos. OCHO SEGUNDOS le importó la reelección de usted, señora Piedra. ¿A poco no, Drakko? Digo.

NOS ENTERAMOS. En próximos días la Casa de Bolsa Vector, liderada por Edgardo Cantú, realizará la conferencia “Inteligencia Artificial, Innovación, Finanzas y el Futuro”.

Ello ocurrirá como parte del 50 Aniversario de Casa de Bolsa Vector; ni más ni menos, medio siglo. La conferencia estará encabezada por Mónica Martínez Montes, directora de Data, Innovación y Negocios de Vector Casa de Bolsa, en conjunto con Foros Milenio y la periodista Regina Reyes Heroles.

En el Foro, me refieren, también participarán directivos de la talla de Felipe Vallejo, quien dirige Fintech México; Fabio Zapata, director Ejecutivo de Page Group Latam; y René Orellana, representante en México de CAF. De lo que ocurra, sin duda con éxito, en esta conferencia, le platicaré en su momento. Conste.

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