ENTRESEMANA/ De mañanera a mañanera…

En memoria de mi amigo y jefe Manuel Fuentes Bove

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

Con la novedad de que la ingeniera Xóchitl Gálvez zarandeó al comandante López Obrador y con una encuesta le amargó el desayuno a la doctora Shein.

Mire usted.

Frente al crecimiento de Xóchitl Gálvez en la preferencia del voto, el licenciado presidente debe recordar la máxima del refrán: no por mucho madrugar amanece más temprano.

O, como le dijo la colega Reyna Ramírez en diciembre del año pasado ¿de qué les sirve a los ciudadanos que ustedes se reúnan todos los días si vemos casos como el de Texcaltitlán, si vemos lo de Guerrero, si vemos lo que está pasando en Sonora?

Y de mañanera a mañanera…

Por ahí del mediodía de ayer lunes, ausentes mercenarios y aplaudidores que se hacen asumen periodistas, la precandidata de la coalición Fuerza y Corazón por México ofreció su primera conferencia de prensa mañanera, aunque ésta sólo será tres veces por semana durante el periodo de Intercampaña.

Y bueno, hay que recordar lo que hace unos días respondió la doctora Shein cuando Xóchitl la retó a debatir antes de concluir el periodo de precampaña.

“No por mucho provocar se crece en las encuestas”, dijo la consentida del profesor y mire usted que ayer lunes, ni duda cabe, el desayuno le supo a trapo cuando se enteró de la encuesta en la que El Financiero le refiere que perdió seis puntos frente a la ingeniera Xóchitl Gálvez.

¡Recáspita, Roy!

Y, ¡caray!, con esas ganas de joder con las que todos, pero todos, los días se despierta el licenciado López Obrador, cuando se enteró que la ingeniera anunció que ofrecería sus mañaneras, con esa gracia que le es característica el viernes de la semana pasada declaró:

“Una candidata del bloque conservador va a tener mañanera, me da mucho gusto, a las 10, no le hace, es que los fifís no crean que se levantan temprano, pero está bien, eso es parte de la libertad”.

Pero…

Cuando ayer poco antes de que se le volviera a aparecer Santa Xóchitl con la tilma llena de verdades, se curó en salud y, en la mañanera, dijo:

“Sin embargo, lo que esperamos en estos cuatro meses es todavía más bombardeo de noticias falsas, de insultos, de calumnias”.

En serio, no se ría.

Él, el licenciado presidente que miente como respira y cotidianamente insulta, estigmatiza y descalifica a quienes no piensan como él ni se someten a la máxima del siseñorpresidente, se asume víctima de todo.

Como le decía, puede ser hasta la muñequita del pastel de la quinceañera porque la fiesta se hizo por él y para él.

Bueno, ayer Xóchitl lo zarandeó; sus malquerientes dirán que a quien debe enfrentar es a la doctora Shein, porque ella es la candidata de la coalición “sigamos haciendo historia”.

Pues, sí, pero el comandante en jefe de campaña y real candidato que no aparecerá en la boleta electoral pero apuesta al poder transexenal, es el licenciado López Obrador. Y no nos hagamos que la virgen nos habla.

Por eso la referencia de Xóchitl cuando ayer dio la bienvenida a periodistas, PERIODISTAS, sin moñito ni güeritas kenianas, “todas, todos a este ejercicio de comunicación para defender la verdad”.

Y le dio el primer agarrón de pescuezo a Su Alteza Serenísima, cuando refirió que “durante todas las mañanas de los últimos cinco años el presidente López Obrador ha envenenado la conversación pública con falsedades, otros datos y mentiras cínicas”.

Y para los fanáticos y de piel delgada que se niegan a aceptar la realidad del desgobierno del licenciado Andrés Manuel, la precandidata informó:

“De acuerdo a una rigurosa investigación de la consultora Spin, desde diciembre de 2018, el presidente ha dicho más de 130 mil afirmaciones falsas, engañosas o que no se pueden comprobar. En promedio son 103 mentiras diarias”.

¡Recórcholis, Martí!

Más todavía, Xóchitl le dijo al Duce:

“No podemos resolver los grandes problemas nacionales y la terrible crisis de inseguridad si nos quieren engañar todos los días.

“La mentira más grande de Andrés Manuel López Obrador, la mentira histórica de este sexenio es que ellos no mienten.

“Sin ningún pudor, sin ningún recato, sin ningún respeto por la inteligencia de los mexicanos nos recetan una dieta diaria de mentiras. Es decir, le dan a México “atole con el dedo”.

“La segunda mentira más grande de nuestro tiempo es que: México está mejor que nunca”.

Sí, señoras y señores, tal y como pregona la doctora Shein de que el país está a toda madre, mejor que nunca.

No se ría, porfis, porfis.

Y luego, amén de mentiroso, llamó traidor al licenciado presidente porque “traicionó a los mexicanos que confiaron en él.

“López Obrador traicionó a las madres buscadoras de Sonora que dejó sin apoyo ni solidaridad para buscar a sus hijos (…) traicionó a los productores de limón y aguate en Michoacán (..) traicionó a las niñas y niños de Guerrero que tienen que aprender a usar armas de fuego para defenderse del poder del crimen organizado.

“López Obrador traicionó a las familias que tienen que pagar tributo, tiene que pagar derecho de piso simplemente por vivir en sus comunidades.

“López Obrador traicionó a los periodistas que son asesinados y sus crímenes permanecen en la absoluta impunidad”.

En ese tenor, Xóchitl ofreció que, en estos ejercicios de comunicación siempre dará un dato verificado que refleje el verdadero México y “así desmentir la cortina de embustes y calumnias que nos receta el inquilino de Palacio Nacional y su corcholata (la doctora Shein)”.

Xóchitl respondió a una batería de nueve preguntas, sin darle vuelta al tema ni salpicar con citas de historia patria y dejó sobre la mesa lo que usted, ustedes que me leen y critican o de plano me insultan, saben de sobra:

“El dato de hoy es que este es el sexenio más violento de nuestra historia”.

Luego le platico más de lo declarado por Xóchitl Gálvez en esta primera mañanera y la segunda que ofrece este martes en su casa de campaña en la colonia Anzures de la Ciudad de México.

Pero, ya sabe usted que, lo dijo la ingeniera, el licenciado presidente es el único hombre que se levanta temprano “pero, para fregar a los mexicanos”. ¡Zaz, Drakko! Digo.

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