RICARDO SANHER
El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene miedo de perder las próximas elecciones del 2024, en las cuales estarán en disputa las presidenciales y por el control del gobierno de la Ciudad de México.
¿Por qué se piensa que Morena tiene miedo? Pues sencillamente porque nunca, ni en los tiempos más poderosos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se había visto tal despliegue de recursos, tanto humanos como económicos en respaldo de candidatos que por sí mismos no son capaces de influir en el ánimo de la gente, porque presuntamente traen una carga muy pesada de corrupción y ligas con el crimen organizado.
A Claudia Sheinbaum Pardo se le liga muy directamente al llamado cártel inmobiliario, tanto cuando fue alcaldesa de Coyoacán como mandamás de la Ciudad de México, sin olvidar la gran responsabilidad que tiene en los accidentes mortales de la Línea 12 y la caída del Colegio Rébsamen, casos que pasaron a dormir el sueño de los justos ya que la consentida del Presidente no puede “distraerse en esa nimiedades” porque, según el tlatoani tropical, tiene una misión más importante, ganar las elecciones presidenciales para “tapar” las estupideces con las que gobernó López Obrador y de las cuales obtuvo gran cantidad de recursos que, por supuesto, no serán aclarados.
Y veamos si no, la “flamante” secretaria de Energía, Rocío Nahle García, renunció al cargo para irse a contender por la gubernatura de Veracruz sin dejar nada claro de uno de los proyectos más importantes de esta administración, la construcción de la refinería de Dos Bocas, la cual en un inicio se proyectó costaría 8 mil millones de dólares y terminará rebasando los 16 o 17 mmdd. Y hasta el momento no se tienen datos que haya entregado un informe actualizado de los avances de dicho proyecto. Pero eso sí ya se fue a competir por la gubernatura jarocha, aunque ella sea de Zacatecas.
Otro que también le entró a este “baile” es el ex secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, quien no cuenta con ninguna experiencia en las lides políticas y que al final de cuentas terminarán por pasarle la factura, pues su turbio pasado lo persigue haya tenido participación o no en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, por el simple hecho de ostentar en ese momento el cargo de Coordinador Estatal de la Policía Federal en Guerrero, en el que apoyó el diseño y despliegue de la División de Gendarmería.
Finalmente a Clara Brugada le persigue su pasado nada claro, como su nombre, pues en varias ocasiones se le ha señalado que esclarezca la procedencia de los recursos con los que impulsa sus candidatura, pero tiene la escuela obradorista de gastar en efectivo para no transparentar los recursos que gasta, que de paso se debe mencionar que son inagotables.
Total que se están gastando los dineros de todos los mexicanos en unas campañas que se pueden vislumbrar muy difíciles, porque la ciudadanía ya le tomó aversión a todo lo que huela a transformación y con estos candidatos pues sólo confirman lo anterior.
Ah, por cierto, de Hugo López-Gattel Ramírez, mejor conocido como “El Doctor Muerte”, sólo se puede decir que su falta de empatía, su ineptitud y los más de 800 mil mexicanos que por su estupidez fallecieron en esta pandemia de Covid-19, lo perseguirán por siempre.