RICARDO SANHER. Una vez más queda constancia que todo en el discurso de la 4 Transformación es una trampa, tal como lo hace todas las mañanas el oriundo de Tabasco durante su show. Ese tipo de discurso permea desde la cúpula hasta entre los operadores que aspiran a tener un cargo de relevancia, aunque no cuenten con la capacidad para desarrollarlo, como es el caso de muchos que iniciaron en las ayudantías de Palacio y ahora ostentan cargos directivos, total el requisito más indispensable es 10 por ciento de experiencia, 90 de honestidad.
Para muestra hay varios botones, pero sólo mencionaremos un par de ellos que marcaron el rumbo sin retorno de esta administración, que al no percibir oposición que tan siquiera protestara, tomó vuelo y se lanzó con todo y contra todo aquel que le pudiera pedir rendición de cuentas o transparencia en su accionar.
La famosa consulta ciudadana del 2018, cuando el 70 por ciento votó por la cancelación del aeropuerto de Texcoco para reacondicionar el AICM y la base de Santa Lucía. Ese 70 por ciento tan cacaraqueado por el Presidente se transforma en poco más de un millón de votos, en comparación con los poco más de 126 millones de mexicanos, ¿de verdad esto fue suficiente para echar a la basura tantos millones de pesos ya invertidos en este proyecto aeroportuario y cambiarlo por la “central aérea” Felipe Ángeles?
El antiecológico Tren Maya, que según el Presidente ya tenían todos los permisos tanto de impacto ambiental como de ruta, pero que a la postre ni uno ni otro existían, por ello dotó a este proyecto de permisos especiales para que, según el tabasqueño, nadie lo pudiera detener y cambiar, pero el trazado ya cambió en varias ocasiones sin importar el daño que se ha ocasionado a ese pulmón del planeta y dañar enormemente el ecosistema que le llevó a la naturaleza miles de años construir.
Y ni qué decir de la Refinería de Dos Bocas, que ya rebasó los 9 mil millones de dólares presupuestados y según un informe del mes de febrero de la Secretaría de Hacienda sólo lleva un 0.39 por ciento de avance. Mucho se especula que para la fecha anunciada de la entrega sólo estarán listas las oficinas, pero en éstas no se refina el petróleo, pero algo se tendría que inaugurar. A ver si no sacan una “ideota” como la simulación del tren virtual en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles para ocultar que no está lista la refinería.
Es por lo anterior que el discurso de Mario Delgado como presidente de Morena suena muy hueco, en referencia al triunfo logrado por sus candidatos en Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, y que anuncia victorioso que con esos porcentajes les alcanzará para ganar la elección del 2024.
Si bien es cierto que en porcentajes la diferencia fue grande, veámoslo en números: Oaxaca cuenta con una lista nominal de 2 millones 995 mil 658; la participación ciudadana fue de 1.129,511 y los votos con los que ganó el candidato de Morena fue 679,866.
Mismo caso de Quintana Roo: lista nominal de 1 millón 228 mil 606; participación ciudadana 497,022 y los votos del ganador 280,357.
Hidalgo: lista nominal de 2 millones 229 mil 536; participación ciudadana de 1.069,990 y los votos del ganador 653,121.
Tamaulipas: lista nominal de 2 millones 667 mil 402; participación ciudadana 1.422,038 y los votos del ganador 710,471.
Visto de esta manera suena aún más hueco ese discurso triunfalista del presidente de Morena, que aún y que usó todo el aparato de gobierno permitido y no, apenas alcanzó las cantidades de votos arriba señalados, quedando en claro que para nada fue un triunfo aplastante, que más bien eso se lo llevó el abstencionismo.
Lo realmente preocupante es la poca empatía de los candidatos de la oposición que muy poco pudieron hacer y que sus dirigencias partidista en lugar de trabajar en estos aspectos están más ocupados en no perder sus pequeños cotos de poder y que a la postre podrían dejar en la indefensión a los mexicanos que con trabajo sobreviviremos a esos más de dos años que aún le faltan a este régimen. Ojalá lleguemos completos.