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RICARDO SANHER
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) lo vuelven a hacer.
Es muy cierto lo que desde un principio se ha esforzado en aclarar y remarcar el tabasqueño con respecto a sus “adversarios”, en el sentido de “no somos iguales”, no, por supuesto que no. Esto ha escandalizado incluso a quienes pensamos que el PRI ya había usado las artimañas más sucias que existían en la política mexicana, pero resulta que Morena tenía reservado algo aún más grotesco para “burlarse” del electorado mexicano.
Aparte de que sus “corcholatas” ya tienen su tiempo que iniciaron campaña con miras a la elección presidencial del 2024, se sacaron “la jalada”, por decirlo de una manera decente, de cambiarle el nombre a los precandidatos de su partido y de sus campañas, pero lo único que consiguieron con esto es que a la ciudadanía le quede más claro que aquello del “Rey del Cash” como se le conoce a AMLO, tome más fuerza, porque sólo así se entiende que se utilicen esas pantallas para ensombrecer el camino de la transparencia de recursos que se destinan para dichas campañas.
Veamos, pues, que ahora las “corcholatas” de Morena se pasearán por la República Mexicana para pelearse el lugar de “Coordinador Nacional” en lugar de ser candidato presidencial, esto lo harán en lo que llamaron “asambleas informativas” y no actos de precampaña, lo que les dará 4 meses de ventaja contra el candidato de la oposición, que dicho sea de paso, tal pareciera que ésta se le está poniendo “de a pechito” a Morena por la tibieza con la que están afrontando este reto tan importante para el futuro del país.
También se estableció entre las reglas que regirán el proceso, que ningún aspirante podrá recibir el respaldo público del Presidente, gobernador y otros funcionarios de primer nivel, lo cual se ve casi imposible porque el tabasqueño seguramente saldría con su ya conocida cantaleta de “mi pecho no es bodega”, lo que marcaría el derrotero por el cual transitaría cualquiera que apoye a alguna de las “corcholatas”.
Y para no dejar cabos sueltos, Morena ya está pensando en cómo cubrir la procedencia y ruta de los dineros que serán destinados para las “asambleas”, porque, según lo establecido en las reglas del Instituto Nacional Electoral, las precampañas deben tener tope de gastos a fin de evitar que alguien pueda llevar ventaja, ya que si no se cumple con este requisito pueden perder su registro. Lo cual se ve difícil por las nuevas adquisiciones del INE que muestran una clara inclinación al partido en el poder.
Total que si no le resultaron bien sus chapuzas al tabasqueño para hacerse del control de las elecciones del 2024, está apostando y recurriendo a las más sucias maniobras que hasta ahora se han visto con tal de que el próximo Presidente sea de su partido y con ello cubra toda lo podredumbre en que está hundiendo al país, porque si alguien en su sano juicio aún le cree que es para darle continuidad a su 4 Transformación, entonces sí nos mereceremos todos los males que trajo este movimiento.
En el 2024 se tiene una cita con la historia y el porvenir de la juventud mexicana, porque haga lo que haga el Presidente y Morena, nunca se podrá igualar con la fuerza y determinación de los más de 80 millones de mexicanos que desean un mejor país para sus familias. Si no se sale a votar por un cambio, después no se podrá quejar de lo que se eligió.