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Feminicidio, otra asignatura pendiente de Amlo
RICARDO SANHER. Para el gobierno en turno debe ser imperativo un golpe de timón en seguridad, no puede ser posible que en 2021 la cifra de feminicidios alcanzara los 1004 casos, sobresaliendo el Estado de México con 145, Jalisco 70, Veracruz 70, la Ciudad de México (gobernada por una mujer) 69 y Nuevo León 66. Y que en este 2022 este delito se haya incrementado un 15 por ciento a nivel nacional.
La manera en cómo se manejó la averiguación del feminicidio de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa y la manera como se encontró su cuerpo en una cisterna en la cual ya había sido buscada nos recuerda, y mucho, al caso de la niña Paulette, que su cuerpo fue hallado varios días después abajo de su cama en la recámara donde incluso se realizó una entrevista.
Feminicidios en México han habido tantos que nos estamos acostumbrando a no espantarnos por las tragedias que viven las familias mexicanas, ya que esto se está volviendo el pan nuestro de cada día y eso es algo que la ciudadanía ya no debe tolerar. Se debe exigir a las autoridades que hagan algo al respecto para que se garantice el seguro tránsito de las y los mexicanos a lo largo y ancho del país
Muchos dirán que esto de lanzar culpas y señalar responsables es un acto de comodidad por parte de la ciudadanía, pero no hay más falsedad que eso, porque el presidente municipal, el gobernador, el Presidente de la República son quienes deben y pueden tomar decisiones para enfrentar la delincuencia, pero ya sea porque no les conviene o porque no quieren hacerlo dejan que todo transcurra como antes y sólo prometen hacer justicia pero hasta ahí, porque como reza el dicho “el prometer no empobrece…”
También es cierto que gran parte de la culpa la tiene la población, que se deja envolver en el juego propagandístico y escoge a sus gobernantes más por su popularidad que por sus capacidades reales de justicia, honestidad y conocimiento de los problemas que aquejan a los estados, porque también es cierto que cada estado tiene sus particularidades y por lo mismo las formas de enfrentarlos debe ser plurales.
Casos hay muchos, empezando por el inquilino de Palacio Nacional, quien aún no comprende que ya ganó la Presidencia, parece mentira pero aún sigue en campaña. A él también se le une el “Cuau”, quien tiene de político lo que México de país de primer mundo y no se queda atrás Samuel García, quien hasta ahorita le está “cayendo el veinte” que no todo es TikTok y que ya quedó muy atrás su “fosfo fosfo” y entonces sentirá en carne propia la rabia de la gente que le reclama su derecho a la seguridad de tránsito y respeto a las mujeres neoleonesas. Que el camino que ya recorrió su antecesor, es muy probable que él lo recorra también, si no se aplica.
De sobra se sabe que las cifras no les gustan a los gobernantes en turno pero es la única manera que tienen los padres de familia, hermanos, tíos, hijos, parejas y amigos en general de unirse y alzar la voz contra un flagelo que está subiendo como la espuma y que lastima al país entero, porque el dolor cada día se siente más cercano y está a punto de reventar, sin que esto al parecer le preocupe demasiado al Presidente Andrés López Obrador.
Los mexicanos no quieren sentir que sus víctimas de feminicidio se queden en una estadística, tienen sed de justicia y el directamente responsable es usted, señor Presidente, porque para eso se le eligió, para gobernar un país con la esperanza de justicia que usted les vendió y la cual no ha cumplido.
