Amlo, el presidente más tramposo que ha tenido México
RICARDO SANHER. El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho del discurso tramposo su mejor arma y con éste envuelve a sus miles de adeptos, exacerbando su odio contra todo lo que huela a “fifí” y por lo mismo la polarización entre los mexicanos, arma ruin que por si él no lo sabe es un bumerang, es decir que cuando a él le toque dejar el cargo y su movimiento de regeneración no se haga del poder, sentirá en carne propia todo lo que ahora está utilizando a su favor.
Trataremos de explicar el porqué de su discurso tramposo: durante su precampaña prometió muchas reformas que de antemano sabía que no podría cumplir, como cárcel a los ex presidentes corruptos, no hay ninguno preso; bajar el precio de la gasolina, no sólo no ha bajado se ha incrementado; un aeropuerto de primer mundo, por ello canceló la obra de Texcoco y presentó el AIFA con sólo 8 operaciones diarias; regresar al Ejército a sus cuarteles, lo cual no ha sucedido, al contrario le dio más poder al desintegrar la Policía Federal y crear la Guardia Nacional con un mando claramente castrense, cuando éste debería ser civil.
Acabar con la corrupción, lo que no ha pasado y muy al contrario ésta va creciendo desmedidamente; su estrategia fallida para bajar los índices de violencia de “abrazos y no balazos”; la rifa que no fue rifa del avión presidencial, que de antemano sabía que no lo podía vender porque no le pertenece, es patrimonio de la nación; su arenga de “primero los pobres”, pero no aclaró primero para qué, será para que estén más pobres, todo lo contrario de sus familiares y círculo más cercano, será por eso su animadversión a instituciones creadas para tutelar la democracia y la no corrupción de los servidores públicos, llamados Instituto Nacional Electoral (INE) e Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).
Esto es un atisbo de lo que dejaría a su paso por la presidencia y muy probablemente por ello se le ocurrió atacar despiadadamente a estos dos entes que tantos años le costó a la sociedad civil instaurar para garantizar democracia y transparencia, algo de lo que siempre adoleció el país. Y sólo así se entendería ésta que parece ser la puñalada final que el tabasqueño le quiere dar a la democracia para entronizar a su movimiento, algo que tuvo en mente desde el principio.
El próximo 10 de abril más que votaciones para una consulta ciudadana sin ningún respaldo jurídico, parece una celada para “asesinar” la democracia, porque no importa el resultado de esta pantomima, de cualquier manera el único perdedor será el INE y por consiguiente todos los mexicanos. Haga memoria y se dará cuenta que el oriundo de Macuspana nunca ha reconocido una derrota, ¿qué nos garantiza que en esta ocasión sí lo hará en caso de que esto ocurra?
Pero más allá de esto, lo de menos es si gana o pierde, lo que le interesa son los votos, a favor o en contra, que son los elementos que necesita para poder atacar al INE. Ahora bien, ¿dónde está la trampa en esta consulta? Es muy sencillo, para llamarse “revocación de mandato” ésta la debió pedir la oposición al poder, de otra manera sería juez y parte. Pero cierra la pinza de la trampa al llevar implícitas dos preguntas en las boletas, ¿por qué dos preguntas? Si de “revocación” se trata sólo debería preguntarse a la ciudadanía si “por pérdida de la confianza se le debería revocar el mandato” y para que el ciudadano exponga su opinión sólo un simple “Sí”. Así de fácil, así de sencillo, lo demás es una trampa tropical.
Pero el Instituto Nacional Electoral más allá de dejarse avasallar por Morena, sigue haciendo su trabajo, que es transparentar todo lo referente a democracia, por ello dio a conocer que el gasto invertido en todo tipo de anuncios en la vía pública en todo el país y en las redes sociales para promocionar la consulta ciudadana en los cuales se exalta la figura del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ronda los 5.4 millones de pesos.
Además considera, como muchos mexicanos que padecen la austeridad de este gobierno, que es materialmente imposible que todo este aparato publicitario que rodea este “ejercicio democrático” lo haya pagado el pueblo, por lo que tiene la mira puesta en la organización Que siga la Democracia, A.C., para que Hacienda investigue quiénes están detrás de esta agencia publicitaria que gastó tantos millones de pesos en la promoción de esta consulta. Para eso fue creado el INE, ¿o no? Aunque se enoje el Presidente.