ARTURO MORENO BAÑOS (Hidalgo). Llegado el momento de elegir quien será el abanderado del 2024 para continuar con los proyectos del saliente presidente de la república se supondría que en un escrupuloso análisis se buscará al idóneo sucesor.
No cualquiera puede lograr convertirse en el elegido (a) al menos en el siglo pasado el partido político hegemónico, así como el saliente representante del ejecutivo elegían al sucesor; no por nada Vargas Llosa citó que en México se vivía “una dictadura perfecta” donde la ciudadanía solo participaba en una pantomima absurda e hilarante.
Los tiempos han cambiado ahora vivimos un nuevo siglo, el XXI, y las añejas prácticas antidemocráticas no son más que lecciones de lo que no debe llevarse a cabo en una verdadera democracia. El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionado sobre un evento que realizó el partido MORENA en Toluca, donde presumieron a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López como posibles candidatos a la Presidencia en 2024, aseguró que no habrá “dedazo” en la elección y que por su parte sí una actitud de respeto para todos los aspirantes.
“El destapador de las corcholatas” analogía que se refiere al presidente López Obrador, como representante del ejecutivo, al elegir a su libre albedrio la mejor opción para la continuación del programa de gobierno de la 4T asegura que en definitiva mediante una encuesta se elegirá al más idóneo candidato (a) a la sucesión y no será como en los tiempos del neoliberalismo con el llamado “tapado” ¿a qué se refiere con esto? analicemos…
Dicha palabra fue utilizada por mucho tiempo en la política mexicana. Hoy a mi juicio ya no existen, los precandidatos a la Presidencia de la República y gubernaturas de todos los partidos políticos, pues están más destapados que nunca. Pero el «tapado» se utilizó a partir de la selección del candidato para suceder al presidente Adolfo Ruiz Cortines en aquellos años 50´s.
Fue un término que se utilizó para describir con discreción, la selección del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional. La presentación del «tapado”, se dio a partir del personaje creado por el caricaturista Abel Quezada en 1956.
Era un hombre de traje y con la cabeza cubierta con un trapo blanco. Su primera aparición fue el 02 de diciembre de ese año en la Revista de Revistas y con el tiempo acabó por caricaturizar la democracia mexicana. Los aspirantes hacían apariciones públicas antes de que el presidente en turno seleccionara al que sería el candidato. Después, algún funcionario de confianza anunciaría al o los destapados. Y después, el partido apoyaría a sólo uno; esa era la democracia en aquellos días.
A mi juicio, el primer «tapado” surgió con Plutarco Elías Calles, que logró imponer a Pascual Ortiz Rubio, cuando se comentaban otros nombres. En 1957 el «tapado” se consolidó.
La selección de Adolfo López Mateos representó la ocasión donde surgió el primer “tapado» oficial, nunca fue el favorito de los periódicos de aquel tiempo, pero si del presidente que lo cuidó muy bien. En ese tiempo, Abel Quezada realizó una caricatura donde decía que «el tapado” fumaba cigarros “elegantes”, sólo le falló la marca, pues López Mateos, fumaba “delicados”.
Hoy en día no cabe duda el presidente no elegirá ni intervendrá en la elección de su sucesor ¿o sí?, ¿tú lo crees?… yo también.