EL TLACUILO/ Datos que no sabías del constituyente de 1917

ARTURO MORENO BAÑOS (Hidalgo). El 02 de febrero de 1916, el primer jefe del Ejército Constitucionalista y del Poder Ejecutivo de la Unión, Venustiano Carranza, expidió un decreto declarando a la Ciudad de Querétaro como capital provisional de la República Mexicana, durando con ese carácter hasta el 12 de marzo de 1917. “Esta histórica ciudad donde tuvo fin una de las luchas más trascendentales de nuestra patria, será ahora el lugar destinado a ser el fin de la Revolución más grande de México”, escribió Carranza en el libro de visitas del Museo Histórico de Querétaro en 1916.

La convocatoria para el Congreso Constituyente fue firmada el 19 de septiembre de 1916 y la elección de los diputados tuvo lugar el domingo 22 de octubre de ese mismo año, siendo el estado de Campeche el único que no envió a ningún diputado a pesar de que resultaron electos Herminio Pérez Abreu y Juan Zubarán.

Asistieron a Querétaro 219 diputados constituyentes según las listas tradicionales; pero es fácil comprobar que no todos cuyos nombres se ostentan en el Teatro de la República asistieron cuando menos a una sesión y podemos citar como ejemplo a Francisco Ortiz Rubio, diputado por Michoacán, que nunca estuvo en Querétaro como constituyente.

Las sesiones previas del Congreso Constituyente debieron iniciarse el 20 de noviembre de 1916, pero por falta de quórum tuvieron lugar hasta el día siguiente. Se realizaron del 21 al 26 en la Academia de Bellas Artes y del 27 al 30 en el antiguo Teatro Iturbide.

El estado que más diputados envió fue el de Jalisco con 21, seguido de Guanajuato que envió 19, y Michoacán y Veracruz con 18 cada uno. Los estados que sólo enviaron un representante fueron Baja California, Colima y Chihuahua.

Los diputados constituyentes de Querétaro fueron Juan N. Frías por el Distrito de Querétaro; José Ma. Truchuelo, por el Distrito de Cadereyta, y Ernesto Perusquía por el de San Juan del Río, faltando solamente de elegir su representante el Distrito de Jalpan, ya que Querétaro cumplía los requisitos de población para enviar hasta cuatro diputados.

No hay que confundir la protesta con la promulgación, ya que la primera tiene como objeto comprometer a la autoridad a guardar y hacer guardar las Constitución, y la segunda es un acto federativo donde el Ejecutivo certifica que el Poder Legislativo envía una ley nueva para su publicación.

La protesta de la Constitución de Querétaro sucedió en la tarde del 31 de enero de 1917, y la promulgación el 05 de febrero de ese mismo año.

El día de mayor asistencia se dio en la sesión del 14 de diciembre con 185 diputados, ya que Carranza había asistido el día anterior y pensaron que podía volver en la fecha señalada para la discusión del 3° constitucional. Carranza no creía en la educación pública: “Sólo cuando se sustraiga la educación del gobierno (dijo el 13 de septiembre de 1914) se formarán caracteres independientes. Por eso el señor Palavicini trata de suprimir el Ministerio de Instrucción Pública”.

Carranza era un anti proletariado por los cuatro costados y se opuso a que se aprobara el conjunto de principios de protección al trabajo más avanzado del mundo en ese momento, sin embargo no prospero su idea y el artículo 123 se logró.

En el seno del Congreso Constituyente de Querétaro se encontraban dos facciones: los renovados o carrancistas, encabezados por José Natividad Macías, Luis Manuel Rojas, Lorenzo Sepúlveda y Félix F. Palavicini, y los jacobinos u obregonistas quienes no tenían un líder formal, pero cuyos representantes más connotados eran Francisco J. Mújica y Heriberto Jara.

Características personales de los diputados: El general Salvador González Torres fue el más elegante; Ciro B. Ceballos el más bohemio; Palavicini el más petulante; Emiliano Navarrete el más ininteligible a la hora de decir sus discursos (cantinflesco); Luis G. Monzón el más aburrido, y José Natividad Macías el más antipopular, a pesar de su sabiduría y al que se debe el proyecto de Constitución presentado por Carranza. El más fodongo para vestir era el yucateco Antonio Ancona Albertos. El último diputado en llegar al Congreso Constituyente fue Gabino Bandera y Mata, cuya elección fue calificada hasta el 25 de enero de 1917.

La edad promedio de los constituyentes al momento del Congreso fue de 35.8 años, y la de fallecimiento, de 64. Los nombres más comunes entre ellos eran: José (15), Antonio (9), Juan y Francisco (8). Los apellido más repetidos fueron los de González, López, Villaseñor y Aguirre (cinco veces cada uno).

Habían pactado los constituyentes que cuando sobrevivieran solamente dos de ellos, se tomarían una botella de champaña, firmada por Venustiano Carranza al término del Constituyente, y el destino dispuso que los últimos sobrevivientes fueran Celestino Pérez y Pérez, y don Jesús Romero Flores. Por dos motivos nunca se tomaron la botella citada: por prescripción médica, dado lo avanzado de su edad, y porque el frasco de la champaña se gasificó. Celestino murió el 27 de marzo de 1982, a los 88 años de edad, y don Jesús el 1° de noviembre de 1987, a los 102 años.

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