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JUAN CHÁVEZ
¿Por qué ser tan contundente?
Porque ya lo habíamos anunciado: O Xóchitl se impone en el segundo debate, o deberá darse por muerta como la candidata opositora a la Presidencia.
Y fue simple, sin entrar a fondo en un análisis de lo que transcurrió en las dos horas del segundo cara cara, de los aspirantes presidenciales.
Del lado de Xóchitl se notó la ausencia que ella misma determino de casi la totalidad de los consejos de sus asesores. Fue ella, la de rápidos reflejos en los ojos, sus palabras y ademanes…
Del lado de Claudia Sheinbaum se advirtió el regaño de AMLO. No obstante, presentó una mixtura que, como es el autoritario López, no le satisfará del todo su actuación.
Ella mencionó algunos logros de su jefe político, pero también acudió a los que consiguió como jefa de Gobierno.
León Krauze, destacado analista de la polaca totonaca señaló que fue “evidente que (Xóchitl) aprendió de la primera experiencia”.
Salió a debatir, contrastar, enfrentar y exhibir.
Se acabó el “Claudia”: frente a “la candidata del PRIAN”. Predominó la “candidata de las mentiras”.
A cada oportunidad, trató de exponer la deshonestidad de la candidata oficial.
Tocó todos los flancos vulnerables de Sheinbaum.
Usó la palabra “mentira” o el verbo mentir una y otra y otra vez.
Fue mucho más contundente en la confrontación, trazando contrastes mucho más claros con Sheinbaum.
A diferencia del primer debate, Xóchitl Gálvez comprendió que debía someter el lopezobradorismo a examen.
Finalmente, optó por ser ella. A diferencia del primer debate, ya no habló de su biografía, gran activo de su candidatura. Se le notó de buen humor, relajada.
Y, por si fuera poco, manejó el reloj mejor que Sheinbaum
Además, volvió a endilgarle nuevos apelativos como “mentirosa servil”, “mentirosa de petróleo” y al final la enterró al llamarla “mentirosa serial”.
Sheinbaum no tuvo tiempo para responder a Xóchitl. Agotó siempre sus bolsas de tiempo y mordió el correspondiente a los temas tratados, para poderlo hacer a veces.
Hubo propuestas y fallas de nuevo. Antes de que iniciara el debate, la sala de prensa, improvisada en el patio de los Estudios Churubusco, se quedó sin internet y muchos periodistas optaron por salir a la calle, en busca de un lugar para seguir el debate en las pantallas de su laptop.
Ahora Xóchitl deberá apretar el paso en su campaña para remontar la ventaja que la candidata oficialista le lleva.
Sheinbaum llamó corrupta a la candidata de Fuerza y Corazón por México y una y otra vez señaló que va por el segundo piso de la cuarta transformación.
Para Xóchitl lo esencial es construir el México “que queremos”, basado en la vida, la verdad y la libertad. Libertad, hizo hincapié, no autoritarismo para definir su posición frente a quien busca seguir ejerciendo el poder tras bambalinas como “jefe máximo”.
Criticó Xóchitl a la científica ambientalista y al mandamás de Palacio que no ha cumplido con el Pacto de París y México es uno de los países que más contamina el ambiente. Aquí fue cuando la exsenadora llamó a Claudia la “candidata del combustóleo”.
Hizo notar además que la mitad de las escuelas del país están abandonadas, sin agua ni servicios sanitarios, sin luz y muchas sin salones de clase.
Se comprometió a tener listo el sistema de energía renovable en un 50% en 2030.
El candidato Jorge Máynez de Movimiento Ciudadano se la pasó presumiendo los logros en Jalisco y Nuevo León, con gobiernos del partido naranja.
