
JUAN CHÁVEZ
El presidente Felipe Calderón ordenó el despliegue de 6,500 elementos del Ejército en la Tierra Caliente de Michoacán, específicamente en el Operativo Conjunto Michoacán, el 10 de diciembre de 2006, para combatir al crimen organizado en la región.
El operativo marcó el inicio de la llamada «Guerra contra el Narcotráfico» en México.
El domingo, en su parafernalia de Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum dispuso el envío de 12 mil 500 elementos de las fuerzas armadas para aplacar esa “guerra”. Son los contrastes.
El anuncio lo hizo el secretario de la Defensa Nacional en el evento en que la presidenta lanzó el plan de paz y pacificación para Michoacán, que ha sido calificado como una salida rápida al aprieto en que se encuentra, pero no pretende una solución de fondo.
El plan busca cubrir haber dejado a su suerte al alcalde Carlos Manzo.
La respuesta a la crisis política que vive la presidenta Claudia Sheinbaum por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, aclara, por lo menos hasta este momento, que está dispuesta a sacrificar al país para salvar a su jefe y mentor, Andrés Manuel López Obrador.
El plan de paz y pacificación que anunció el 9 de noviembre para Michoacán es una salida rápida al aprieto en que se encuentra, pero no pretende una solución de fondo.
Hacer la presentación en el Palacio Nacional fue el mensaje; un muy mal mensaje. El plan, que no tiene objetivos, plazos ni metas medibles, se armó en Palacio con la gente que trabaja para el gobierno de Claudia y se presentó solo frente a los medios. A los habitantes se les “consultó” por zoom en “muchas” reuniones. Es, pues, una suma de ideas de lo que los funcionarios creen que necesita Michoacán para resolver un problema político y mediático.
Los habitantes de Michoacán no fueron tomados en cuenta, ni se hizo un diagnóstico mínimo de cuáles son las causas de la violencia, esa que dicen que quieren combatir.
El Plan se puede resumir en tres grandes acciones: mayor presencia de las fuerzas armadas, aplicación de todos los programas de gobierno de manera especial en el estado y futuras visitas de la presidenta y de los representantes del gobierno en los municipios.
¿Cuál es el resultado esperado? No está claro, salvo que deje de ser un problema. Dicho de otra manera, el Plan Michoacán es una suma de acciones que tiene como objetivo que parezca que al gobierno federal le importa lo que sucede en esa región del país.
Lo que no está claro en el plan es cómo van a desarticular a las bandas de crimen organizado. Pequeño detalle.
El plan sin rumbo es Michoacán, pues.
Con un pragmatismo claro, Grecia Quiroz, viuda de Carlos Manzo, llama al voto de castigo en el 2027.
Grecia asumió públicamente la presidencia municipal de Uruapan, Michoacán, ante miles de habitantes que se congregaron para respaldarla tras el asesinato de su esposo, el alcalde Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ocurrido el 1 de noviembre.
En un discurso enérgico, la nueva alcaldesa aseguró que no permitirá que se siga derramando sangre en el municipio y exigió al gobierno federal actuar contra la delincuencia que azota la región.
Quiroz también llamó a la unidad social y a la resistencia ciudadana ante la impunidad, además de convocar a ejercer un “voto de castigo” en 2027 contra quienes, dijo, han permitido que la violencia se normalice.
“Quienes mandaron matar a Carlos Manzo no supieron que este sombrero tiene una fuerza imparable, incansable con la que en el año 2027 les vamos a dar un voto de castigo porque nos vamos a hacer valer y vamos a hacer honrar la memoria de Carlos Manzo”.
Durante su intervención, la nueva alcaldesa de Uruapan subrayó que su reciente reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum tuvo como propósito exigir justicia y atención para Uruapan.
“Quiero que sepan que la reunión que tuve con la presidenta de México no fue para ir a doblar las manos, fue para exigir justicia, justicia para Carlos Manzo, para ir a exigir que volteen a ver a nuestro municipio, fue para exigir que saquen a todos esos delincuentes que ellos [gobierno federal] saben en dónde se encuentran”.
Un día antes de tomar protesta como presidenta municipal de Uruapan, Grecia Itzel Quiroz García, viuda del asesinado alcalde Carlos Manzo Rodríguez, habría recibido una amenaza presuntamente atribuida al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo con información difundida por el periodista Nacho Lozano, el mensaje fue enviado vía WhatsApp el 4 de noviembre, horas antes de que Quiroz asumiera la alcaldía. En el texto, los presuntos miembros del grupo criminal afirmaban tener el control de Uruapan, se adjudicaban el asesinato de Manzo y advertían que “terminarían el trabajo”.
«Atención. Somos CMNG, CJNG, R1, R2, R5 y LA GORDA. Había un acuerdo con el gobierno federal y no lo están respetando. Nosotros fuimos los que organizamos lo de Carlos Manzo pero el gobierno ya tiró la bandera y ahora nos culpa solo a nosotros, y para demostrarlo vamos a terminar el trabajo. Este mensaje va dirigido a todos los que se sienten muy v*rgas», se lee el texto.
El mensaje también incluía acusaciones sobre supuestos acuerdos incumplidos con el gobierno federal y mencionaba a más de 40 funcionarios, legisladores y trabajadores municipales, entre ellos los diputados Víctor Manríquez (MC), Guillermo Valencia (PRI) y Carlos Tafolla (independiente).
El Cártel Jalisco Nueva Generación hizo notar que “hay que terminar el trabajito” (iniciado con el asesinato del alcalde).
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