JUAN CHÁVEZ. Si la oposición en el Senado da su voto a la prolongación del Ejército en las calles hasta 2028, la seguridad del pueblo entrará a un período de mayor violencia.
Hasta ahora, está demostrado que las fuerzas armadas no han podido frenar al crimen organizado de los cárteles, que dominan en el 30% del territorio nacional.
En 16 años hay más militares en las calles, pero también más homicidios dolosos.
El despliegue de más soldados y marinos no ha contribuido en la pacificación del país, advierten expertos en seguridad pública.
Actualmente 84,481 elementos están desplegados en el país como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
La presencia de las fuerzas armadas en las tareas de seguridad pública no ha contribuido en la pacificación del país. En 16 años, el despliegue de los militares pasó de 37,253 elementos a 84,481, mientras que los homicidios de 10,452 en 2006 a 35,625 en 2021.
Esta semana se concretó en San Lázaro la iniciativa del PRI que propone prolongar la presencia de los militares en las labores de seguridad pública, cuya esencia es una petición de López Obrador. En el Senado, el coordinador de los morenistas Ricardo Monreal decidió regresar a comisiones el dictamen de la minuta de la Cámara de Diputados que aprobó la iniciativa constitucional de esa prolongación.
Ahí saltó el fracasado cabildeo del secretario de Gobernación Adán Augusto López para convencer a senadores del PRI, PAN, PRD, MC e independientes de que votaran en favor de la minuta. Tal fracaso encueró a don Augusto; lo convirtió en negociador nulo y falto de tacto para convertirse en candidato presidencial para el 2024.
Expertos en seguridad afirman que es “inentendible” por qué, si los militares no han contribuido en la pacificación del país, López Obrador busca prolongar su estadía en las calles.
“No encontramos una respuesta clara, ni siquiera del presidente y su grupo parlamentario. El Ejército en las calles lleva años apoyando en tareas de seguridad pública en todo el país; sin embargo, no ha dado resultados en la seguridad”, afirma René Gerez, abogado e investigador de la organización Causa en Común.
«La militarización nunca permitirá la paz», reclama #SeguridadSinGuerra a AMLO.
Los militares no tienen los números de su lado. En 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón determinó que los marinos y soldados iban a apoyar en la seguridad pública y se inició la llamada “guerra contra el narcotráfico”, México registró 10,425 homicidios dolosos, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. En 2021, se reportaron 35,625 muertes violentas, que representa un incremento de 241%.
Con el presidente el despliegue de militares ha crecido. En 2018, cuando inició su administración y concluyó la del priista Peña Nieto, había 49,650 elementos. En agosto pasado, ya había 84,481 integrantes de las fuerzas armadas.
Con la GN, la militarización alcanzó una profundidad legal nunca vista.
Con López Obrador hay 226% más militares que con Calderón y 70% más que con Peña.
“Los militares en las calles no han logrado el impacto por el cual se justificó esta presencia”, afirma Daniel Gómez-Tagle, especialista en seguridad pública.
¿Por qué los militares no dan resultados?
La presencia de los militares en los dos sexenios pasados y en lo que va de esta administración no ha generado los resultados esperados en la seguridad pública porque –coinciden los especialistas consultados– no están capacitados para esas tareas.