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JUAN CHÁVEZ
Mientras Carlos Slim y otros hoteleros ricos emprenden la reconstrucción de sus hospederías, en las colonias más jodidas de Acapulco, la tortilla se está vendiendo hasta en 50 pesos el kilo.
Dueños de tortillerías rompen pacto en Acapulco; venden kilo de tortilla hasta en 50 pesos
El gobierno de Evelyn Salgado había llegado a un acuerdo con los industriales de la masa y la tortilla para limitar el precio de la tortilla en 20 pesos.
A pesar del acuerdo firmado entre autoridades e industriales de la masa y la tortilla en Guerrero para vender el kilogramo en 20 pesos, muchos comerciantes se niegan a acatar esa disposición y venden el kilo hasta en 50 pesos, dependiendo la colonia en que se adquiera en Acapulco.
El acuerdo se tomó para apoyar la economía de las familias damnificadas de Acapulco y Coyuca de Benítez afectadas por el huracán Otis.
Vecinos de la colonia Renacimiento, que se localiza en la zona suburbana del puerto, denunciaron que en ese lugar operan tres tortillerías donde sus responsables comercializan en 40 pesos el kilogramo de ese producto, argumentando que “sus costos de operación siguen siendo altos porque a ellos no les han bajado ni el precio del maíz como tampoco del gas y mucho menos la luz”.
¿En qué colonias de Acapulco se vende el kilo de tortilla a 50 pesos?
Lo mismo sucede en las colonias Ampliación Vacacional y Paso Limonero, donde el costo del kilo de las tortillas llega hasta los 50 pesos.
Solo está operando el 20 por ciento de las tortillerías. Las demás fueron seriamente dañadas o no cuentan con electricidad ni gas.
En colonias como Lomas de Costa Azul y Praderas, así como Icacos (la cima de la miseria acapulqueña) y Cumbres de Llano Largo, el kilogramo de tortillas se vende en promedio en 30 pesos, mientras que en otros lugares donde también ya hay energía eléctrica como es el caso de Puerto Marqués, Colosio, Viveristas y Cumbre de Figueroa, el precio oscila entre los 40 y 50 pesos.
De acuerdo con el convenio que se pactó el 3 de noviembre entre la gobernadora Evelyn Salgado y el dirigente de los industriales de la masa y la tortilla en Guerrero, Arcadio Castro, se trabó el precio del kilo de tortilla en 20 pesos en Acapulco hasta nuevo aviso.
Sin embargo, solo unas pocas tortillerías que se localizan en colonias como Centro, Hospitales, FOVISSSTE y Roble sí están respetando el acuerdo, pero condicionan la venta a 2 kilos por familia, para evitar que el producto sea revendido en lugares donde aún no se cuenta con este servicio.
Como parte de la ayuda que se brinda a la población damnificada por el huracán Otis en Acapulco, elementos del Ejército Mexicano continúan produciendo cientos de kilogramos de tortillas con el apoyo de dos maquiladoras móviles.
Pero la producción de estas maquiladoras va para los comedores comunitarios que se han instalado tanto en Acapulco como en Coyuca de Benítez. Lejos de las pobres comunidades que enfrentan hambres… y no tienen ni siquiera al alcance una tortilla para comerla con sal.
El huracán condenó al olvido a otros municipios y no habrá cosecha y arreciará el hambre.
El Centro de Derechos Humanos y de la Montaña Tlachinollan, acusó al gobierno federal por la falta de apoyo a municipios de las regiones de la Costa Chica y Montaña que fueron afectados por el paso del huracán Otis.
Tlachinollan señala que los indígenas de las zonas marginadas de la Montaña quedaron fuera del censo de los beneficios gubernamentales, como ocurrió en el 2013 durante la tormenta tropical «Manuel» y el huracán «Ingrid», cuando el gobierno estaba en manos del PRI.
De acuerdo con la versión de Tlachinollan, habitantes de los municipios de San Marcos, Florencio Villarreal y Ayutla de los Libres, de la Costa Chica; así como Acatepec, Malinaltepec, Tlacoapa, Metlatónoc y Cochoapa el Grande, de la Montaña Alta, perdieron sus cultivos de maíz por los vientos de Otis.
«No habrá cosecha en el invierno y en la temporada de secas arreciará el hambre», expone este organismo de defensa de los derechos humanos.
El gobierno federal a través de una publicación en el Diario de la Federación había declarado zona de desastre por ocurrencia de vientos fuertes y lluvia severa en 47 municipios de Guerrero tras el paso del huracán Otis.
Sin embargo, el gobierno federal dio marcha atrás y anunció que solamente habrá apoyo gubernamental a los jurisdicciones de Acapulco y Coyuca de Benítez.
«En el Puerto de Acapulco, en sus colonias periféricas y las comunidades rurales de la Costa Chica, Costa Grande y la Montaña, impera la desolación, la incertidumbre y la desesperación ante la falta de una interlocución cercana con las autoridades y una información accesible que les permita ser partícipes y beneficiarias de este proceso de reconstrucción», indica Tlachinollan.
