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JUAN CHÁVEZ
Aparte de que a López Obrador le dolió la acusación de Zedillo de “demoler lo construido”, la ministra presidenta de la Corte demandó una consulta urgente del pleno, para impedir la aplicación de la reforma del Poder Judicial.
Hay apetitos, de una y otra parte, de lograr sus objetivos.
Los 35 millones del padrón electoral, que dieron el arrasador triunfo a Claudia Sheinbaum para asumir la Presidencia el 1 de octubre, claman por la construcción del segundo piso de la 4t; 65 millones del mismo listado queremos mandar al sótano el movimiento obradorista “de transformación”..
Claro que las clarinadas que el expresidente Zedillo le lanzó a López Obrador le dolieron al presidente que le quedan 12 días en el poder.
De otra forma, no se hubiera molestado en responderle en su mañanera, por conducto de “su Vilchis”.
Este miércoles 18 de septiembre, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la ministra Norma Lucía Piña Hernández, abrió una nueva consulta al Pleno de ministros sobre la procedencia de una controversia que magistrados y jueces del Poder Judicial de la Federación interpusieron para suspender la aplicación de la Reforma Judicial por vicios en el proceso legislativo y su contenido.
El asunto se clasificó de urgencia y se turnó al ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá para la elaboración de un proyecto que deberá someter al pleno de la SCJN.
El magistrado Froylán Muñoz Alvarado informó que presentaron ante la Corte la controversia con petición de suspensión de la reforma judicial, conforme al artículo 11, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, «por tratarse de un acto que desmantela un Poder constituido».
De los cinco expresidentes que existen, la voz que tiene mayor influencia y credibilidad es Zedillo, quien además de expresidente es director del Centro de Estudios sobre la Globalización en la Universidad de Yale, además de participar en múltiples organismos académicos y de carácter multilateral.
Uno puede haber tenido discrepancias con la gestión que realizó entre diciembre de 1994 y noviembre del año 2000, pero fue exitosa y trascendente.
Tras la crisis de diciembre de 1994, en la que su gobierno sin duda tuvo parte de responsabilidad, logró darle la vuelta a la economía y pese a la caída de 1995, logró un crecimiento promedio del PIB de 3.4 por ciento al año, que ahora parece inalcanzable.
Pero, además, fue el factor determinante en la construcción de la democracia moderna en México.
El Poder Judicial autónomo que tuvimos hasta ahora y la autoridad electoral realmente independiente se lograron en buena medida por la autoridad de Zedillo.
El que, después de un cuarto de siglo de haber estado callado, opte por expresar críticas muy fuertes hacia la reforma judicial que fue promulgada, refleja la trascendencia negativa de la reforma y los temores de Zedillo.
Y como era de esperarse, ayer, López Obrador respondió a las críticas del expresidente cuestionándolo por el Fobaproa, las privatizaciones, el “error de diciembre”, y sus actividades profesionales al haber dejado la presidencia de la República.
Como cada miércoles, se presentó la sección Quién es quién de las Mentiras, a cargo de Elizabeth García Vilchis, donde en esta ocasión se expusieron ‘los trapitos sucios’ del sexenio zedillista.
‘’Valdría la pena refrescarle la memoria al expresidente Zedillo por todo lo que ha dicho’’, afirmó Vilchis. Algunos de ‘los trapitos sucios’ del exmandatario son:
Cerró la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el 1 de enero de 1995.
Jubiló a 26 ministros con pensiones bastante ‘jugosas’, dijo Vilchis.
Reformó en 26 días la Constitución.
Promulgó reformas a 20 artículos constitucionales.
Eliminó la Corte, integrada por ministros nombrados por los expresidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. ‘’Impuso una Corte y se llena la boca de decir que debería haber un poder autónomo’’, recodó Vilchis.
Nombró a los 11 ministros de la SCJN. Creo el Consejo de la Judicatura y a la mitad de los jueces de primera instancia.
Algo definitivamente positivo, ¿no? Algo que levantó la democracia, la justicia, los derechos y la libertad.
