JUAN CHÁVEZ. A partir del lunes 30 de octubre oscurecerá a las 6 de la tarde y también, a las 6 de la mañana, amanecerá con oscuridad.
El horario de verano quedará sepultado a las 2 de la mañana del mismo lunes 30. Habrá que retrasar los relojes una hora, y quizá para siempre, porque la Hora de Verano desaparecerá para dar paso a la “Hora de Dios”.
El pleno del Senado aprobó con 56 votos a favor y 29 en contra eliminar el horario de verano. Ahora solo falta que sea publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para que el próximo 30 de octubre, los mexicanos atrasen una hora su reloj y sea la última vez que lo hagan.
“En el territorio nacional habrá un horario estándar que se establecerá de acuerdo con las zonas horarias (…) Únicamente se aplicará un horario estacional (horario de verano) para los estados y municipios de la frontera norte”, señala la reforma que expide la Ley de los Husos Horarios y abroga la Ley del Sistema de Horario.
Es decir, los municipios de la zona fronteriza con Estados Unidos conservarán el horario de verano para no afectar el intercambio comercial; así, en la frontera norte se aplicará el horario de verano desde las 2:00 horas del segundo domingo de marzo hasta las 2:00 horas del primer domingo de noviembre.
Esto se mantendrá en tiempo ilimitado, porque Estados Unidos ha decidido quedarse con el Horario de Verano y no cambiar más la hora de los relojes cada seis meses.
Estados Unidos está cerca de suspender definitivamente la rotación horaria y quedarse con el horario de verano para tener tardes más luminosas.
En marzo de 2022, el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad suprimir el cambio de hora en todo el país, una iniciativa que tiene que ser ratificada ahora por la Cámara de Representantes.
La medida, que entraría en vigor en noviembre de 2023, fue impulsada por senadores de ambos partidos.
Uno de sus principales promotores es el senador republicano Marco Rubio, quien calificó de una “estupidez” el cambio de hora y opinó que “la mayoría de estadounidenses quieren dejar de adelantar y atrasar” el reloj.
En México, la Ley de Husos Horarios establece la facultad para que los congresos estatales presenten una iniciativa ante el Congreso de la Unión para elegir su propio horario, esto previa consulta a la población.
En el documento se argumenta, para la desaparición de éste, que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha advertido que el cambio de horario produce alteraciones -como somnolencia, irritabilidad y dificultades en la atención- en algunas personas, especialmente en quienes tienen una estructura biológica y psicoemocional poco flexible, así como en personas que realizan actividades en horarios rígidos.
Además, señala que si bien desde 1996 el horario de verano ha contribuido al ahorro de energía y ese fue uno de los principales argumentos para implementarlo, este siempre fue por debajo de 1% de la energía consumida anualmente.
“Efectivamente, se ha ahorrado energía, pero dicho ahorro no es significativo respecto del total del consumo anual, pues sólo en 2021, el consumo nacional fue de 327,000 Gw/h, y el ahorro por el horario de verano fue de 537 Gw/h; es decir, de 0.16%, lo equivalente a 1,138 millones de pesos”, detalla el documento.
El Horario de Verano fue impuesto por el presidente Zedillo; ahora, el Tlatoani de Macuspana se acoge a la hora divina, es decir a la de la naturaleza que fija la rotación de la tierra sobre su propio eje en 24 horas. Y no más retrasos ni adelantos de una hora a los aparatitos que miden el transcurso del tiempo. ¡Esto se acabó!